El próximo 11 de diciembre, la tercera entrega de The Hobbit llega a más de dos mil salas de cine en todo México, estando disponible en una gran variedad de formatos. Después de que The Desolation of Smaug dejara no tan satisfechos a algunos de los exigentes fanáticos de Tolkien y Peter Jackson, te podemos decir que The Battle of the Five Armies cierra de muy buena manera esta reciente trilogía ambientada en la Tierra Media.
Para esta reseña, se tuvo especial cuidado con el famoso tema de los spoilers, por lo que la puedes disfrutar sin miedo a que se te arruine la experiencia. Como te podrás imaginar, esta tercera entrega arranca justo después del final de la segunda, en donde el temido dragón se dirige a Laketown luego de que la compañía de enanos lo despertara de su largo sueño en medio de todos los tesoros de Erebor. (La versión que vimos fue en 3D sin HFR)
Después de haber terminado de rodar The Return of the King para concluir con The Lord of the Rings, Peter Jackson aseguró que su trabajo con el universo de la Tierra Media había terminado, sin embargo, lo atractivo que era el nuevo proyecto de The Hobbit, impulsó a que el importante cineasta siguiera al frente de las que para muchos, son las mejores películas de fantasía en la historia.
Originalmente, se tenía planeado que este pequeño libro para niños, tan solo fuera dividido en dos partes con Guillermo del Toro como director, no obstante, el apetito comercial de Hollywood provocó que una tercera fuera creada. A pesar de que los fans más puristas se quejan de que toda la historia se terminó desvirtuando (cada vez que un libro se adapta a la pantalla grande pasa lo mismo) la realidad es que la integración de ciertos textos perdidos de Tolkien, hicieron que tuviéramos filmes sólidos en casi todos sus aspectos.
Muy probablemente, The Battle of the Five Armies sea la que tiene la mejor dirección de las tres películas, pues en la parte narrativa, de actuaciones y sonora, cumple de muy buena forma. La realidad es que luego de cinco filmes, nos queda claro que Jackson y su equipo, tienen un amplio dominio sobre este tipo de experiencias.
Como seguramente imaginarás, en esta cinta, el arte y fotografía son dos de los puntos más fuertes. Tal y como hemos visto a lo largo de toda esta épica saga, los bellos paisajes de Nueva Zelanda fueron ocupados para mostrarnos cómo sería la Tierra Media, todo esto apoyado por lugares generados digitalmente que encajan a la perfección.
The Battle of the Five Armies está fuertemente enfocada a las escenas de acción y combate, sin embargo, se presentan personajes interesantes llenos de contrastes que sacan a relucir muchos de los fantasmas que fueron contenidos a lo largo de las entregas pasadas.
A pesar de que toda la historia de The Hobbit gira alrededor de Bilbo, creo que podemos decir que Thorin Oakenshield es el verdadero protagonista de The Battle of the Five Armies. Este príncipe enano vive un tiempo de transición muy violento en su personalidad y en todo lo que lo rodea.
Muchos pensábamos que al por fin estar parado sobre las montañas de oro de Erebor sin Smaug, el ahora autoproclamado Rey, estaría satisfecho y listo para reconstruir lo que su familia había llevado a la gloria muchos años antes. No obstante, falta un pequeño detalle para coronarlo todo: The Arkenstone. Sin arruinarte nada, te podemos decir que esta joya juega un papel muy importante en la trama de la película, pues la marcada personalidad de Thorin, sufre fuertes altibajos gracias a la codicia por recobrar esta importante pieza.
Richard Armitage hizo un gran trabajo actoral para llevar a este personaje hacia un nivel mucho más humano y sincero, el cual, jamás tuvo ni idea de las consecuencias que tendrían sus acciones que en un principio, tenían una causa muy justa y honorable.
Gandalf tiene un papel muy importante en toda la película que principalmente sirve como vínculo a los eventos que vemos más adelante en The Lord of The Rings. A pesar de todo esto, algunos de los fanáticos del maravilloso hechicero, seguramente se quedarán con ganas de más por parte de este personaje.
Si eres de los fan de Legolas interpretado por Orlando Bloom, puedes estar tranquilo, pues el famoso elfo está de vuelta con todo su estilo para matar orcos. En esta ocasión, se hizo un mucho mejor trabajo con el maquillaje de este personaje, pues si lo recuerdan, en la segunda entrega se vía por demás extraño, todo esto en un intento por hacer que el actor luciera más joven.
Uno de los puntos que más me gustaron de las casi dos horas con 40 minutos que dura la película, es que además de que tenemos la oportunidad de conocer a nuevos y muy interesantes personajes, vemos como algunos de ellos entran en acción. Desearía hablar mucho más de esto, pero prefiero que vivas estas grandiosas escenas por ti mismo.
Desde An Unexpected Journey, hemos sido testigos de la evolución de Bilbo Baggins como persona. De ser un Hobbit hogareño, muy conservador y hasta cobarde, se convierte en uno de los personajes más admirables de toda la historia, probablemente por este tema que en algún momento toca Gandalf sobre el coraje y valentía ciega que todos los pequeños Hobbits poseen. Tolkien también siempre habló de que sus obras, intentaban demostrar que sin importar el tamaño físico de una persona, sus logros podrían ser tan grandes como él quisiera.
A lo largo de toda la película, Bilbo debe tomar muy complicadas decisiones a nivel moral y hasta político, en donde su lealtad a la compañía de enanos se ve cuestionada en varios momentos. Todas estas partes son increíblemente interesantes y para mi gusto, nos debieron haber dado más oportunidad de verlas, en lugar de más escenas de acción que al final no aportaban mucho.
Entre todos los conflictos que vive el Hobbit interpretado por Martin Freeman, hay un momento muy emotivo de charla con Thorin, en donde este personaje se encuentra en un momento muy obscuro cuando se da cuenta que el verdadero premio del originario de la Comarca, se trata de algo mucho más profundo que todo el oro de la Tierra Media.
En general, todos los personajes cumplen con su cometido y a pesar de que Azog hubiera podido ser un villano mucho más interesante, mantiene la línea que debería. El único problema en toda esta área es un personaje que no te revelaré, pero que seguramente reconocerás y estarás de acuerdo conmigo en que sobra completamente. Mención honorífica a Bard interpretado por Luke Evans, ya verán a qué me refiero.
Como su nombre lo indica, el momento climático en The Battle of the Five Armies se encuentra en un enfrentamiento armado de proporciones verdaderamente épicas, pues se da un evento que no nos había visto tocar en toda esta saga: cinco ejércitos en un mismo campo de batalla.
El despertar de Smaug y el regreso de los enanos a Erebor, evidentemente tendría fuertes consecuencias en prácticamente todo nivel. Al ver que todo el oro de este reino estaba completamente expuesto, los ojos de la Tierra Media se pusieron sobre la famosa montaña.
La armada de elfos comandada por Thranduil, un ejercito de enanos y su increíble líder que no revelaré, uno de hombres compuesto por los sobrevivientes de Laketown, y dos de orcos, chocan en las afueras de la montaña solitaria para protagonizar una de las batallas más sangrientas y épicas en toda la historia de la Tierra Media. Mi única queja es que la lucha de masas se debió haber extendido más, y que los enfrentamientos individuales fueran menos largos.
Al tratarse de una trilogía que funciona como precuela a The Lord of The Rings, las referencias para conectarlo todo son constantes, pero muy bien logradas. Contrario a irse por el fan service tradicional, Jackson apostó por un estilo muy sutil que solo los fanáticos de las películas entenderán.
No te preocupes, en cuanto al Hobbit, todos los cabos quedan atados y se desatan los que así lo requerían para darle pie a Sauron y todo el conflicto que se vive en la trilogía subsecuente, por lo que en ese aspecto, The Battle of the Five Armies cumple de gran manera. Repito, me encantaría expandirme mucho más en todo este campo, no obstante, creo que lo mejor es que cada quien lo disfrute por sí mismo en una sala de cine.
Es verdad que The Battle of the Five Armies y en general toda la trilogía de The Hobbit, no alcanzan el nivel narrativo ni de desarrollo de personajes ni de conflictos políticos de The Lord of the Rings, sin embargo, creo que vale mucho la pena dejar claro que estas películas están basadas en un libro para niños con una historia muy digerible. Me parece completamente injusto juzgar de la misma manera a las seis cintas, pues persiguen objetivos muy distintos.
Si eres de estos fans puristas que se quejaron desde que The Lord of the Rings saltó de las paginas de sus amados libros a la pantalla grande, no vayas a ver esta tercera entrega de The Hobbit, pues se mantiene en la misma línea de cuento de hadas ligero que no busca ser mucho más que eso. Por otra parte, si eres de los que no dejó de sonreír por la increíble magia y encanto de An Unexpected Journey, te puedo decir que tú emoción por este cierre de trilogía está muy justificado. Prepárate para que tu piel se enchine con la increíble música de Howard Shore. Si me preguntan, espero que este no sea el final de las obras de Tolkien adaptas para el cine.