3DS
3DS
Game Freak
Nintendo
18/11/2016
Game Freak siempre ha sido constante. Su franquicia principal, Pokémon lleva 20 años en el mercado y todavía no encontramos un juego no-bueno en su serie principal. No hablaremos de los spinoffs porque eso no nos compete en este momento, lo cierto es que cada una de las generaciones, siete ahora, siempre ha podido mejorar una o varias cosas con relación a su antecesora. Pokémon Sun/Moon no es la excepción y realmente puedo decirles que el salto que da luego de X/Y es por mucho el más revolucionario de la franquicia.
La serie Pokémon se había caracterizado, hasta ahora, por ofrecernos una experiencia sumamente sencilla en cuanto a lo que jugadores teníamos que hacer para completar el juego. La fórmula no había cambiado porque tampoco lo necesitaba. Así, iniciábamos en un pueblo modesto dentro de una región cualquiera, obteníamos nuestro pokémon inicial y salíamos a la aventura cruzando por 8 gimnasios pokémon; una victoria allí representaba una medalla y, una vez teniendo todas, procedíamos a luchar en la Liga Pokémon contra la Elite Four. Al ganar, ya siendo Maestros Pokémon, podíamos proceder a buscar criaturas legendarias y empezar a pulir a nuestro equipo para las retas. Cada generación mejoraba algo de la anterior, pero esencialmente vimos este mismo formato hasta la sexta. Incluso la organización criminal a la que enfrentábamos terminaba por sentirse como un enemigo al que sólo había que cambiarle la skin para adecuarla a las necesidades de la historia.
Pero los cambios llegaron antes de que pudiéramos siquiera probar el juego. Pokémon X/Y fue el primer juego de la serie sin obtener una versión complementaria o, acaso, una segunda parte como con White/Black. Sin llegar a ser un juego malo, X/Y quizá representó ese momento en la historia de la franquicia en donde pudimos sentir que realmente necesitábamos algo distinto. Las megaevoluciones gustaron pero fueron más los detractores y el ambiente parisino no terminaba de sentirse vivo. Recuerdo cuando no se anunció la hipotética versión Z que esperaba y puedo decirles que no podría estar más feliz de tener a la séptima generación en su lugar. Vayamos, pues a Alola.
En algún momento Junichi Masuda, productor de Pokémon Sun/Moon había dicho que el siguiente juego de la serie tendría que ver con flores. Nadie se imaginaba que se refería a los estampados estilo hawaiano de Alola, la nueva región tropical.
En esta generación llegamos desde Kanto (la primera región en la serie) a un escenario distinto. Es la primera vez que nuestra aventura se lleva a cabo en un archipiélago, en lugar de una región continental y esto sólo puede mejorar la experiencia de aventura. Pokémon siempre se ha tratado de salir de casa e iniciar un viaje que terminará por hacernos madurar de algún modo (somos testigos de una historia de formación en donde el protagonista va creciendo progresivamente) y puedo decirles que la experiencia nunca se había sentido tan vivaz hasta ahora.
La región de Alola, en todo momento, nos hace sentir como si realmente fuéramos turistas y eso es algo positivo. De cierta forma quien juega Sun/Moon habiendo disfrutado las versiones anteriores sí se siente ajeno a los cambios que ahora mencionaré pero, gracias a la naturaleza alivianada de los habitantes, nunca terminará por sentirse del todo alienado en la nueva región.
En muchas ocasiones los ciudadanos de Alola nos harán referencias a las otras regiones del Mundo Pokémon (Kanto en particular) como si para ellos fueran lo más extraño posible. Incluso llegué a sentirme como en aquel capítulo de los Simpsons en donde los australianos ven a una rana y dicen algo como “yo las llamaría serafias”. Esto último se puede relacionar a su vez con las variaciones regionales de las que ya hablaremos.
Pero vamos con los cambios principales: en Alola no hay Gimnasios..y su Liga Pokémon está en vías de desarrollo. En su lugar tenemos el Island Challenge que, si bien conserva el concepto de ir de punto A a punto B recolectando objetos preciados (medallas), definitivamente se siente distinto a lo que habíamos visto antes. El reto ya no sólo consiste en ir y vencer a un entrenador sino que ahora tendremos que pasar una serie de pruebas que van desde localizar criaturas o resolver puzzles. Y no puedo olvidarme de los Totem Pokémon, guardianes con stats mejoradas a lo que tendremos que vencer si queremos superar el rito de iniciación.
Y sí, al final tendremos que luchar contra el Kahuna de la isla en turno, algo que se siente como el enfrentamiento contra un líder de gimnasio pero los retos anteriores (que incluso van sucediendo en distintos escenarios) se sienten como una notable mejoría con relación al simple hecho de llegar a un gimnasio y vencer a unos dudes.
Circular por Alola también nos da una sensación de libertad muy especial: X/Y nos dejaba movernos en 8 direcciones pero ahora, por primera vez, podremos ir a cualquier dirección. Si pudiéramos hablar de la dirección de fotografía en el juego, los distintos ángulos de la cámara fluyendo conforme avanzamos tendrían que ser destacados. Mismo caso en interiores. Y a pesar de no ser algo nuevo (los ángulos de la cámara cambiándose) ahora los sentimos más naturales porque ya no es “algo distinto” sino que siempre están presentes.
Y hablando de libre tránsito, una mejoría destacada es la eliminación de los HMs. Por 20 años todo entrenador tuvo a un pokémon-herramienta que sólo servía para cortar hierbas, nadar, volar de una ciudad a otra, romper piedras, etc, etc. Esto representaba un slot no-útil al momento de los combates. Por suerte llegaron los Poké Rides que nos dejan usar a un amigable pokémon para los momentos de necesidad. ¿Les gustaba ir en bicicleta? Ya no la necesitarán porque ahora podrán sentir todo el rancho-power cabalgando un Tauros. Además de su funcionalidad, esta función le da un toque más humano a los pokémon, luego de varios viajes es posible que se dé un enlace especial con estas formas de transporte.
Pokémon Sun/Moon busca facilitarnos más la vida como entrenadores pokémon. Nuestro pokédex ha recibido un cambio feliz: ahora es un Rotomdex, o algo de nombre similar. Hasta ahora pocos le hacían caso al pokédex, la enciclopedia portátil sólo servía para ir registrando criaturas. Ahora, dotada de vida, también es un amigo que hace comentarios ocurrentes y que además nos ayuda con su función de mapa. Incluso le facilitará las cosas a los perdidizos.
Nuestro Rotomdex también tiene la habilidad de escanear códigos QR. Esta función es nueva y bastante interesante: no sólo podremos usar el scanner para ir completando nuestro pokédex sino que también lo podremos usar para futuras actividades. Al usarlo con nuestros amigos iremos obteniendo puntos que, al final, nos dejarán hacer un escaneo detallado de x zona del mapa para encontrar pokémon difíciles. No sólo eso, también podremos rentar equipos. Algo que me parece fabuloso para poder probar nuevas estrategias sin necesidad de entrenar o pedir monstruos prestados.
La hora de las batallas es parte clave de la serie y también ha sido mejorada, tanto al momento de buscar capturar a un pokémon como cuando nos enfrentamos a otros entrenadores. La pantalla inferior nos deja ver información muy relevante como qué ataques serán efectivos/no-efectivos contra nuestro oponente (díganle adiós a sus tablas de efectividad); clickeando los sprites de los pokémon podremos ver detalles de cada una de sus stats, su habilidad y cualquier otro cambio que los haya afectado en combate. Por último tenemos un atajo con el botón Y para utilizar algún ítem recurrente, como una pokébola para evitar el proceso de irla a buscar a nuestra mochila.
Incluso capturar pokémon se ha vuelto una experiencia más sencilla. Ahora, si atrapamos a un monstruo podemos decidir si lo enviamos a la caja o lo integramos a la party en ese momento. Y hablando de la caja es momento de que les hable sobre los Pokémon.
Hay cuatro puntos que no pueden dejar pasar con la nueva generación: las variaciones regionales, el Hyper Training, los Z-Moves y el Poké Pelago. Todas son mejorías destacadas que hacen que Sun/Moon se sienta como una experiencia aumentada. Y antes de profundizar es buen momento para decirles que las Hordas han desaparecido, en su lugar algunos pokémon pueden llamar a sus amigos, cosa que le agrega cierto dramatismo a los combates porque no siempre se presentan al combate.
En Pokémon las evoluciones de los monstruos solamente habían sucedido subiendo su nivel, intercambiándolos o entregándoles un objeto. Esta generación es la primera que nos muestra pokémon que han evolucionado gracias a su ecosistema, justo como sucede con los animales reales. Gracias a esto tenemos la oportunidad de ver pokémon, antes olvidados, con nuevas formas, tipos y habilidades. Alola es la oportunidad para que Pokémon se darwinice un poco. Además de las nuevas versiones de pokémon conocidos, el gran ejemplo aquí es Oricorio, un pokémon pájaro que puede mutar al estilo de Eevee sin la necesidad de evolucionar.
Los Z-Moves son el elemento fuerte que busca cambiar la forma en que se llevan a cabo los duelos pokémon. Básicamente son ataques súper fuertes que cualquier monstruo puede usar sólo una vez por duelo. Lo mejor de ellos lo podremos ver en las competencias oficiales, pero, luego de probarlos varias veces (con el tiempo, la animación de cada súper ataque va perdiendo magia…) puedo decirles que le agrega un factor sorpresa a cada combate. Para activarlos necesitaremos un Z-Crystal, obtenible superando los retos de las islas. Los Z-Crystals reemplazan las badges con algo más útil que sólo poder usar pokémon de otros entrenadores con nivel alto.
El Poké Pelago es un espacio feliz para interactuar con nuestros monstruos antes olvidados en las cajas de la PC. Junto con Pokémon Refresh, que es una mejora del Pokémon Amie de X/Y, es una herramienta para mejorar nuestra relación con nuestros pokémon y, ahora, incluso interactuar con ellos de variadas formas. El Poké Pelago consiste en una serie de islas con minijuegos en donde podremos obtener desde experiencia, nuevos pokémon e ítems variados. Sin duda un elemento alegre que combina la diversión y los premios.
Estamos ante uno de los candidatos a ser el mejor juego de Pokémon de la serie, compitiendo de tú a tú con Gold/Silver. Sun/Moon nos invita todo el tiempo a seguir explorando y, a pesar de que, en esencia, nuestro objetivo sigue siendo ser el mejor, mejor que nadie más, el juego se encarga de hacernos sentir bien sólo por el hecho de ir en la aventura.
Algo valioso que no puedo dejar pasar es la historia. En realidad Pokémon siempre había tenido una historia nada compleja en donde el niño protagonista salva el día venciendo a una megaorganización mientras sigue su camino para vencer la Liga. Algo destacado de esta generación es que finalmente estamos inmersos en una historia que, si bien no es revolucionaria, funciona dándole el peso necesario a cada uno de sus elementos: llámese personajes, pokémon o situaciones.
A la par de esto tendremos muchas más cutscenes que nunca. Por la forma en que están presentadas, seguramente le hará sentir a varios que están presenciando una escena dentro de un anime. No pretendo hacer spoilers pero les puedo asegurar que la trama se va desenvolviendo de manera interesante tornándose, incluso, algo oscura por momentos. Independientemente de eso, el juego está dotado de otras pequeñas historias muy enriquecedoras. Algo tan simple como la entrega de un TM es capaz de volverse sumamente emotivo en Alola.
Si hay algo en lo que el juego flaquea es en su framerate para dos cosas: las batallas (sobre todo las dobles y contra Totems) y en Pokémon Refresh. Esto lo digo jugando desde un 3DS XL aunque la experiencia mejora si ustedes tienen un New Nintendo 3DS. El resto del juego fluye bastante bien pero es comprensible que, con las mejoras visuales, un 3DS más antiguo sufra un poco al momento de presentarnos un combate.
En general estamos ante un distanciamiento con relación a las entregas anteriores que se siente fresco y que, por fortuna nuestra, no pierde la magia de la franquicia. Visitar Alola es divertido y hay más secretos por descubrir (pienso en las Ultra Beasts, por ejemplo); quizá algunos digan que no hay mucho que hacer después de acabar la trama principal pero siempre hay detalles lindos como la posibilidad de tomar fotos (y recibir likes) que le agregan carnita a Sun/Moon. En lo personal me entusiasma más el post-juego pensando en qué tanto cambiara el competitivo con esta generación pero espero que de una vez por todas nos olvidemos de os Mega Kangas y todo se sienta renovado.
Definitivamente ningún maestro pokémon se debe perder de la séptima generación. Ni la Pokeweek.