Reiniciando el turbio camino de los come dioses

Hablar de God Eater sin hacer ni una referencia o comparativa alguna con Monster Hunter es algo muy complicado. No es para menos puesto que, desde su concepto y génesis, esta serie surgió con las firmes intenciones de venir a hacerle competencia a la exitosa franquicia de Capcom y de acaparar parte de ese atractivo mercado que la productora de Street Fighter dominó por varios años.

Desde aquel momento del lanzamiento del primer juego han pasado ya más de seis años, mismos en los cuales Bandai Namco ha podido percatarse varias cosas. Por un lado, se dio cuenta de que su ahora serie tenía un potencial inmenso, uno con la capacidad para explotarse mucho en el futuro por medio de nuevos juegos, diversas producciones adicionales (como el manga o el anime) o hasta artículos de colección (dígase figuras). Por el otro y quizá aún más importante, notó que God Eater todavía no ha conseguido alcanzar toda esa popularidad que sus desarrolladores tanto han anhelado; no al punto de considerarse como un fracaso, pero si a tal grado de que ésta todavía le resulta desconocida a muchas personas.

Ante esta situación y con la firme intención de reivindicar a su IP, Bandai Namco ha decidido darle una nueva oportunidad a su serie al relanzar el primer juego que la inició en forma de una práctica y llamativa remasterización para los sistemas PlayStation de la actualidad. Ésta lleva por nombre God Eater Resurrection y, por lo que pudimos probar de ella, cuenta con todo lo necesario para componer el turbio camino que ha vivido la franquicia y para colocarla en el centro de atención de los jugadores.

Devorando dioses para salvar lo que resta de la humanidad

Tal y como su portada y diseño general podrían indicar, la historia de God Eater Resurrection es una que busca asemejarse a la de un anime, con todas las bondades y defectos que eso conlleva.

Situado en una versión post apocalíptica de Japón del 2071, el juego nos pondrá en los zapatos de un nuevo recluta (que nosotros creamos) de la organización Fenrir, uno de los últimos bastiones que quedan en el mundo y que le hacen frente a los Aragami, misteriosas criaturas con facciones extrañas que vinieron a destruir a la humanidad. Para poder combatir a las bestias, el grupo recurrirá a un grupo de jóvenes agentes a los cuales ha dotado con un conjunto de armas de enorme tamaño conocidas como God Arcs, mismas cuentan con la distinción de ser las únicas con la capacidad para eliminar y devorar (literalmente) a dichos entes.

Conforme vamos jugando su campaña descubriremos muchos de los secretos que alberga este mundo y que van desde el origen de los Aragami hasta la manera en cómo surgieron las God Arcs. Así mismo, iremos conociendo de manera más cercana a muchos de los personajes que forman parte de Fenrir y de los motivos que los orillaron a enlistarse entre sus filas.

A manera general esta es la premisa que aborda God Eater Resurrection, la cual no se aleja demasiado de muchas otras historias post apocalípticas que abordan temas similares (eso de ser los únicos salvadores que le quedan a la Tierra ya lo hemos visto muchas veces). Sin embargo y como ya lo mencionamos, es gracias a la forma en cómo se nos presenta ésta que el título consigue darle un toque distinto a ella. Mientras lo jugamos sentirás que te adentras en una versión en anime de una Tierra que ha sido devastada por seres desconocidos. Eso es algo que, en cierta forma, no se suele ver dentro de un videojuego (o bueno, al menos en nuestra región).

Por esta misma razón, el diseño de personajes también se ve influenciado de manera notable. Al igual que en un anime, el elenco de agentes se encuentra conformado por muchos de esos estereotipos que abundan en las animaciones niponas y que se han convertido ya en cliché. Desde el chico serio y aislado que no socializa mucho con sus compañeros de equipo hasta la chica silenciosa y de actitud fría que guarda un pasado que busca compartir con los demás e, inclusive, el joven enérgico que derrocha alegría, son solo parte de esos personajes con los que aquí te toparás.

Visto de otra forma, God Eater Resurrection consiste en un juego que fácilmente podría capturar la atención a muchos fans del anime y el manga, y todo gracias a su distintiva presentación que, no negaré, a mí también me atrapó.

Cazar dioses nunca había sido tan sencillo y divertido

Aunque su presentación es uno de los apartados más atractivos que tiene el juego, el gameplay es el que en definitiva se alza como el punto más fuerte de éste. Como tal God Eater consiste en un RPG de acción, aunque se siente más como un juego perteneciente al conocido subgénero de títulos de cacería de monstruos. Si has jugado otros juegos similares como Monster Hunter, Toukiden, Souls Sacrifice o Dragon’s Dogma entonces seguramente sentirás que éste cuenta con controles demasiado familiares.

Estructurado a manera de misiones con tiempo limitado, el título lleva a los jugadores a cazar diversos Aragamis dentro de escenarios cerrados y en donde el objetivo principal por lo general recaerá en la erradicación de uno o varios monstruos. Para conseguirlo podremos llevar a varios compañeros para que nos ayuden, lo cual se convierte en un aspecto fundamental debido a la gran variedad de roles y habilidades que ellos nos pueden proporcionar al momento de enfrentar a las múltiples bestias.

Hasta aquí el juego parecería ser una propuesta más de juegos de acción y cacería. Pese a ello la manera en cómo se estructuran sus misiones y el progreso  son sólo algunos de los rubros que lo diferencian de los demás.

Las misiones de God Eater Resurrection son cortas, demasiado si nos lo preguntan. Aunque muchas de ellas cuentan con tiempos limites de entre 30 y hasta 60 minutos, por lo general no te tomará más de unos 10 minutos de llevar a cabo una vez que le agarras a los controles. Que esto sea así se debe en buena medida a la propia naturaleza del juego ya que éste surgió como un título para una consola portátil (el PSP); es decir, que se diseñó con la idea en mente de que éste se jugaría por breves periodos de tiempo y de manera muy pausada.

En cierta forma éste es una de las grandes ventajas del juego, pero también se convierte en una de sus principales fallas. Dado que no te tomará mucho tiempo llevar a cabo las misiones del juego (sobre todo las primeras), muchos jugadores que acudan a éste con un conocimiento y domino previo de otras series lo llegarán a sentir demasiado sencillo, rápido y hasta repetitivo. Eso de poder hacer muchas misiones en solo un par de horas también puede terminar por afectar la experiencia del juego.

Otro aspecto que hacen ver de esta forma al juego es su propio sistema de controles. Mientras que en otros títulos el manejo de armas y personajes se siente como algo lento y pesado de hacer, aquí los combates se desarrollarán de manera rápida y fluida. En muchas ocasiones las estrategias que realices dependerán más de lo hábil que seas al desplazarte en el campo de batalla y no tanto así en el plan que hayas ideado para la ocasión.

Todo lo anterior, en conjunto al repertorio de armas  e ítems disponibles, le ofrece mucha variedad al manejo de personajes en combates. Aunque este apartado no es tan vasto como el de otros títulos, lo que ofrece basta y sobra para mantenernos entretenidos, experimentando y buscando las combinaciones de equipamiento que más se acomoden a nuestro estilo.

¿Entonces, esto quiere decir que God Eater no tiene verdadera dificultad? Al contrario, la tiene, pero ésta tarda un poco en salir a relucir y, cuando lo hace, no termina siendo del todo retadora. Si quieres enfrentarte a misiones con mayor reto entonces deberás de pasar algunas horas realizando varias misiones. Para cuando llegues a esas instancias te toparás con los Aragamis más difíciles que hay en todo el juego, aunque nada tan complejo que un buen estudio de su comportamiento, localización de sus puntos débiles y adaptación a la situación pueda solucionar.

Adiós al proceso tedioso para hacer armas

Otro apartado de gran importancia dentro del juego es el de la creación y mejoramiento de armas. Pese a que éste es un RPG de acción en donde podemos subir el nivel de nuestros personajes, la verdadera sensación de progreso recae en la manera y ritmo con el cual forjes tus armas.

Para poder llevar a cabo esto deberemos de tener que conseguir diversas piezas y componentes tanto dentro de los escenarios como de los propios Aragamis. De hecho, una de las principales mecánicas de nuestra God Arc consiste en su habilidad para devorar, la cual nos permite arrebatar a las bestias de muchas de sus partes mientras estamos en el calor de la caza (de ahí que el juego lleve por nombre God Eater). Una vez conseguido todo lo necesario, será posible crear muchas variantes de los escudos, guadañas, sables, martillos, espadas, torretas, escopetas y lanza granadas con las que podemos equipar a nuestro come dioses.

Siendo honestos, el apartado de creación de ítems es uno de los que más nos agradó. En contraste a otros casos de juegos con mecánicas similares, en God Eater no resulta tan tedioso tener que grindear diversos ítems y elementos con los cuales hay que crear las armas. Eso, visto desde una perspectiva práctica, resulta en algo bueno ya que reduces el tiempo de búsqueda de objetos y lo reenfocas en experimentar con las armas que creas, lo cual a la postre se convierte en lo más importante dentro del gameplay: saber qué armas llevar para cada una de las misiones.

Mejora gráfica increíble notoria, pero con pobre diseño de niveles

En cuanto a gráficas se refiere, God Eater Resurrection nos sorprendió bastante. Si bien su gameplay denota sus orígenes como juego portátil, su apartado gráfico, que en teoría debería de demostrar lo mismo, no hace lo mismo.Para la ocasión el equipo de desarrollo realizó una increíble adaptación gráfica que lo separa por mucho de su contraparte original. Sí, el juego dista mucho de verse como un título de PS4 (plataforma en la que lo reseñamos) pero, para el caso del PS Vita, éste consigue relucir de manera sublime. Se ve bien, no como otros ports o remasters que pareciera solo fueron reimpresos con la etiqueta de juego HD.

Pese a que el juego luce bien, esto de poco sirve cuando no se aprovechó de mejor manera para complementar y pulir más muchos otros de sus apartados. Uno de los que más se ve afectado por esto fue el del diseño de niveles, los cuales se ven sumamente fríos, desangelados y vacios, sin muchas cosas con las que interactuar. Aunque lucen bien, resulta imposible sentir un deseo por explorarlos dado su pobre y muy cuestionable diseño.

El hub principal también sufre de problemas con su diseño. Mientras que en otros juegos el hub es una parte vital de la experiencia y se convierte en todo un modo en sí mismo, el que tenemos en God Eater Resurrection solamente se limita a cumplir y ofrecer con lo más básico; esto es ofrecernos una tienda, una mesa para solicitar misiones y un módulo para mejorar y crear armas. Con todo y pese a que en éste aparecen varios de los personajes secundarios con los que podemos interactuar, termina por sentirse como una oportunidad desperdiciada.

Música épica y voces… decentes

Finalmente y hablando de su apartado sonoro, Resurrection cumple cabalmente con lo que se esperaría de un juego de este tipo. La música del juego es excelsa y consigue contagiar todo lo épico de los combates y las emociones de las cinemáticas. Resulta aún más agradable saber que, de entre las opciones que se nos ofrecen previo al inicio de cada misión, se encuentra la de poder personalizar y seleccionar los temas de fondo y hasta voces de los personajes que se escucharán durante la misión.

En cuanto al apartado de las voces, él juego solamente cuenta con voces en inglés más no así en japonés. Resulta extraño observar que, al ser un título con influencias claras de la cultura japonesa (léase el anime), Bandai Namco no haya decidido incluir el repertorio de voces originales. Sin embargo y al menos en la gran mayoría de los casos, las voces que tienen cada uno de los personajes se sienten adecuadas para cada uno de los papeles. Eso sí, eso no los salva de mostrarnos algunos momentos con interpretaciones sobreactuadas o exageradas.

Un buen juego de acción y cacería, ideal para los principiantes

God Eater Resurrection es un buen juego de cacería de monstruos y acción y una increíble remasterización de un juego portátil. Si bien sus mecánicas de juego se mantienen casi intactas respecto a su contraparte original, las diversas correcciones a las gráficas y al gameplay que recibió en conjunto a los contenidos extras que contiene, lo hacen un paquete agradable y accesible para todo tipo de jugadores.

Pese a lo anterior, el juego se sigue sintiendo como lo que originalmente fue concebido, como un título portátil. Esto, al menos en el caso del PS4, terminó por afectarle de muchas formas, aunque son los rubros de la reducción del tiempo de sus misiones y de su nivel de dificultad en donde esto más se resiente. Fuera de ello, el juego es una buena propuesta de parte de Bandai Namco por querer revivir a su serie que, tras algunos años en el mercado, sigue sin despertar todo su potencial.

Para bien o para mal, God Eater Resurrection retuvo su esencia de titulo portátil. Aunque no dudamos que muchos amarán su propuesta si es que le dan la oportunidad, estamos seguros que varios fanáticos de este tipo de juegos encontrarán algunos apartados que cuestionarán y criticarán fuertemente. Después de todo, el juego se siente demasiado light si lo comparamos con otras propuestas.

En lo personal siento que God Eater Resurrection es una increíble propuesta para aquellos gamers que cuentan con la intención de adentrarse en el género pero que, por alguna u otra razón, terminan por sentirse intimidados por el océano de contenidos y mecánicas que sus juegos ofrecen (sí, te hablamos a ti, Monster Hunter). Esto, en conjunto a sus destacados gráficos, estilo de anime y diseño de personajes, lo convierten en el juego ideal para los principiantes y en uno que fácilmente atrapará a los fans de lo nipón. Al menos conmigo lo hizo.

Quizá no ofrezca toda esa profundidad de otras series como la de Monster Hunter, pero al menos lo que tiene basta para convertirlo en un buen referente del género. Bandai hizo bien en relanzar el juego para permitirles a más jugadores que conozcan la serie. Si puedes dale una oportunidad.