Batman es un icono de la cultura popular tan grande, que solo Spider-Man es capaz de competir contra el personaje creado por Bob Kane y Bill Finger. En parte, esto se debe a que existen cientos de versiones del personaje, las cuales toman las mismas bases, pero con resultados diferentes. En los cómics esto está más que claro con obras como The Dark Knight Returns, The Long Halloween y The Killing Joke definiendo la concepción del Caballero de la Noche para muchos. En el caso de las películas, muchos recuerdan con cariño el trabajo de Adam West y Michael Keaton, unos prefieren olvidar las interpretaciones de Val Kilmer y George Clooney, mientras que otros estarán de acuerdo de que Christian Bale ha sido una de las mejores versiones live action, y aún más dudan sobre el papel que jugó Ben Affleck en el DCEU. Ahora, a este grupo se le suma una lectura más, una a cargo de Matt Reeves y Robert Pattinson.
Desde que The Batman fue anunciado, muchos se preocuparon sobre cómo es que esta nueva interpretación del Caballero de la Noche funcionaría, especialmente considerando que en su momento todos pensábamos que Ben Affleck sería el encargado de portar esta capa por varios años, al grado de que este actor ya estaba trabajando en una película con su propia versión del personaje. Sin embargo, después de la complicada y controversial producción de Justice League, el futuro del DCEU quedó varado sin un camino firme para seguir. De esta forma, las preocupaciones de los fans tenían mucho sentido. A esto hay que sumarle la percepción general de Robert Pattinson, quien para muchos seguía siendo el vampiro de Twilight, y no el gran actor que en realidad es. Tampoco hay que olvidar a Matt Reeves, quien previamente trabajó en 10 Cloverfield Lane y War for the Planet of the Apes, pero nada que haya cautivado al público.
Las dudas eran justificadas. Sin embargo, con The Batman ya en el cine, muchos sabrán que el trabajo final logra borrar cualquier preocupación que se tuviera, y en su lugar se nos ofrece una obra que no solo decide explorar terreno previamente no tocado en el cine del murciélago, sino que bien podría convertirse en la versión definitiva de este personaje. ¿Acaso The Batman es tan bueno como se ha dicho? ¿Esta interpretación del Caballero de la Noche ofrece algo que de verdad valga la pena? Descubre las respuestas a estas y más interrogantes en nuestra Atomix Review.
Para este punto, ya hemos visto muchas facetas de Batman en pantalla. Desde el cómico de la era de plata, pasando por una versión contemporánea con The Dark Night, hasta una que pone en cuestión los valores del personaje, muy a la Alan Moore. Sin embargo, todas estas interpretaciones están muy enfocadas en la acción. De estas, solo el trabajo de Christopher Nolan ha experimentado con el papel que juega el Caballero de la Noche en la Ciudad Gótica. Es así que Matt Reeves, quien aparte de ser el director también es el guionista, se dio a la tarea de ofrecer una perspectiva nunca antes vista de este personaje en la pantalla grande, y todo lo que tuvo que hacer es mirar a los orígenes como detective que tiene esta obra.
Tomando como inspiración obras como The Long Halloween, Hush y The Court of Owls, para así mandar a descansar a The Darks Knight Returns por fin, The Batman se desarrolla dos años después de que Bruce Wayne decidió tomar su álter ego y proteger las calles de Ciudad Gótica. Durante todo este tiempo, el mundo criminal ha aprendido a temerle a la sola idea de que este ser de la oscuridad está al acecho. Sin embargo, todo cambia cuando The Riddler entra en escena. Este asesino se ha dado a la tarea de exponer una sucia verdad que se encuentra enterrada en esta sociedad, una que bien podría destruir por completo este mundo. De esta forma, es la tarea de nuestro héroe resolver los acertijos y pistas que están a su alcance para ponerle un fin al antagonista en turno, y en el camino descubrir un poco más sobre él mismo.
La historia engancha de forma inmediata al espectador. No hay una sola escena que sea innecesaria. No hay tramas paralelas. No existe un ritmo torpe. Cada una de las secuencias están construidas de una forma magistral que dan pie a la siguiente sin la necesidad de detenerse a explicar conceptos que no tienen sentido, aunque en muchas ocasiones el dialogo del Detective Gordon se puede llegar sentir bastante obvio. The Batman trata a su audiencia con todo el respeto del mundo. Todo lo que se nos presenta en pantalla es importante, y Matt Reeves emplea el clásico dicho de “muestra, no digas” para dejar en claro el tipo de personaje que es Batman, los aliados y enemigos con los que comparte el escenario, y la mente estilo Sherlock Holmes que posee el protagonista.
Una de las mayores ventajas que ofrece situar esta historia dos años después de que Batman fuera concebido, es que esto nos da una gran mirada a la mente del protagonista. Más que ser un filántropo o playboy, Bruce Wayne es un joven amargado con la sociedad, uno que tiene severos problemas con el papel que juega en Ciudad Gótica, y constantemente se pregunta si su trabajo como vigilante de verdad está mejorando al pueblo, o la está corrompiendo. Esta es una aproximación muy bien trabajada, en donde la solución a sus retos internos no está en golpear a los malos hasta sentirse bien, sino en aceptar el papel que juega, y en descubrir los secretos que su nombre real oculta.
Por su parte, The Riddler tiene un doble papel en la trama. Por un lado, tenemos a esta mente maestra que se dedica a asesinar a ciertos objetivos, con el deseo de mostrar a la sociedad la mentira en la que viven. Mientras que del otro lado, nos encontramos con un villano que pondrá a prueba la mente y las capacidades de deducción de Batman, y en más de una ocasión utiliza a nuestro protagonista para cumplir su misión. Este villano tiene un rol fundamental al momento de abrirle los ojos al Caballero de la Noche sobre quién en realidad es. Si bien las comparaciones con el Joker de Heath Ledger pueden ser obvias en algunos casos, cada uno cuenta con una relación única y tienen diferentes aproximaciones a la mente de Batman. Más que ser un personaje sacado de los cómics, criminales como el Asesino del Zodiaco funcionan como las bases de esta interpretación.
The Batman nos presenta una rica historia que logra cautivar al público durante tres horas, de las cuales ningún segundo se sienten pesados. Los personajes, por lo general, serán completamente nuevos para todos los que solo conocen al Caballero de la Noche por medio de películas. El enfoque que se le da a la mente del héroe, y su relación con el villano están bien trabajadas. Claro, todo esto sería imposible sin las grandes actuaciones que tenemos frente a nosotros.
Robert Pattinson es más que solo el vampiro de Twilight. Durante la última década, el actor se ha encargo de interpretar todo tipo de papeles, sin importar que tan locos suenen. Todos los que vieron The Lighthose o Good Times son conscientes del nivel de talento que tiene este joven, y con The Batman no es la excepción. Pattinson logra encapsular a la perfección la ira de este murciélago, el odio que siente por los crímenes, la tristeza que se esconde en su corazón, y el miedo que tiene con cada paso hacia la verdad que The Riddler trata de revelarle al público. Es un trabajo magnífico que cuenta con la dirección correcta y los detalles únicos para ponerse frente a frente con Michael Keaton y Christian Bale para ofrecer una interpretación memorable.
Por su parte, el resto del elenco no se queda nada atrás. Paul Dano brilla como The Riddler, un villano que usa a los acertijos como un escudo ante la soledad y el daño mental que tiene. La actuación que aquí vemos es brutal, honesta, y en muchos sentidos da miedo que lo real que se llegan a sentir sus actos criminales. De igual forma, Zoë Kravitz también merece una ronda de aplausos por su propia versión de Catwoman, una que está más enfocada en hacer justicia con sus propias garras, que en robar todas las joyas que pueda. Junto a esto, Colin Farrell se ve que se divirtió interpretando al Pingüino, ya que cada escena en la que aparece es un deleite, especialmente durante la secuencia de acción que protagoniza, así que no debería ser una sorpresa escuchar que tendrá su propia serie para HBO Max. Incluso personajes que no llegan a tener mucho tiempo en pantalla, como Andy Serkis en el rol de Alfred, y Jeffrey Wright como James Gordon, cuentan con grandes momentos.
The Batman bien se puede dividir en dos. Por un lado, tenemos las escenas de acción, aquellas en donde podemos ver a un Batman más brutal, uno que camina la delgada línea entre matar a los villanos y meterlos a la prisión, pero siempre decide hacer lo correcto. Aquellos que estaban preocupados por la clasificación, no tienen por qué temer. Pese a no ver una sola gota de sangre, Matt Reeves incorpora una serie de tácticas en la cinta para demostrar el peligro y la violencia que representa este héroe. Una de las secuencias que mejor representan esto, es una en donde Batman pelea en un cuarto a oscuras, y solo se nos presentan pequeñas ráfagas de golpes con las armas alumbrando poco a poco la habitación. Sin embargo, es la persecución en el Batimóvil la que se lleva las palmas por lo bien coreografía que está, por los grandes efectos visuales, y por una actuación por parte de Farrell que demuestra que él nació para este papel.
Por otro lado, tenemos al Batman detective, una faceta que rara vez vemos en las películas, pero que aquí juega un papel fundamental. Ya que The Riddler es el rival en turno, podemos ver cómo es que el Caballero de la Noche se toma su tiempo para analizar una escena del crimen, cuenta con herramientas que le proporcionan una ventaja sobre la policía, y hace uso de todos sus conocimientos para descubrir algo que todo el mundo simplemente no podría ver. Lo único que le faltan son unas clases de español. Esta es la gran joya en la corona de The Batman. En ningún momento se siente como si los acertijos fueran resueltos porque el guion lo dictaba, aunque sí hay un par de casos en donde la respuesta a una cuestión parece que se da por pura suerte, pero una suerte sustentada por las interacciones y personajes que están en escena. Todo se siente natural, y una perspectiva que espero regrese en un futuro.
No contento con ofrecer una fantástica historia, grandes actuaciones, espectaculares secuencias de acción y una sublime interpretación del Batman detective, The Batman también cuenta con una gran presentación visual y sonora. La mayoría de la cinta se desarrolla en la noche y en lugares oscuros, pero esto no es una herramienta para ocultar los errores, sino que son aliados del Caballero de la Noche. Junto a esto, la cámara nos presenta bellas postales a gran escala de la Ciudad Gótica en todo momento. Aquí destaca la secuencia inicial, la cual nos muestra cómo es que un Halloween en esta metrópoli se lleva a cabo. De igual forma, los acercamientos dejan en claro la mugre, tanto metafórica como literal, que hay en este pueblo.
Sin embargo, es la música la que se lleva los honores. Michael Giacchino hizo un fantástico trabajo. Más que tratar de superar lo que hizo Hans Zimmer con The Dark Knight o Danny Elfman con Batman de 1989, The Batman le rinde homenaje a la historia de este personaje, y se llega a sentir como una evolución de lo que Shirley Walker y su equipo hicieron con la serie animada de los 90s. Todo esto da como resultado un magnífico apartado sonoro que en más de una ocasión se roba la atención, y en otras es el acompañante perfecto para las escenas de acción.
Temas como Highway to the Anger Zone, Can’t Fight City Halloween y Riddles, Riddles Everywhere son impresionantes, pero es el uso de Ave Maria como leitmotiv a lo largo de diversas composiciones, lo que de verdad hace que The Batman tenga una fuerte identidad musical que se posiciona frente a frente con los grandes del género. Puede que Giacchino creara dudas después de ver su participación sumamente sencilla en Spider-Man: No Way Home, pero con The Batman deja más que claro el talento que tiene, y no puedo esperar para escuchar su siguiente trabajo.
The Batman es simplemente espectacular. De principio a fin, Matt Reeves logró crear una historia que le presenta una versión clásica y nueva de este personaje a la audiencia. El enfoque que se le da a su estado mental, alejado del playboy filántropo que muchos tienen en mente, es un aire fresco que vale la pena disfrutar en pantalla. Esto también se logra gracias a Robert Pattinson, quien sigue demostrando que es un actor de primer nivel, quien dará todo de sí sin importar el rol que tenga frente a él. Por su parte, el Riddler de Paul Dano es el complemento perfecto que le rinde honor a su personaje, pero tiene el espacio suficiente para traer algo único a la mesa.
La música, la cámara, la historia, los personajes, todo está manejado de una gran forma. The Batman no solo es una buena película de superhéroes, es una gran película en general, y una de mis favoritas de 2022. Háganse un favor, y vayan a verla en el cine, con las medidas de salubridad necesarias, claro está.