Los dinosaurios están al borde de una nueva extinción, pero sólo dentro de la trama de la nueva película de Jurassic World: Fallen Kingdom, ya que la franquicia basada en la novela de Michael Crichton está lejos de desaparecer en el cine. Han pasado 25 años desde que vimos por primera vez a los reptiles prehistóricos que revolucionaron la industria con sus efectos digitales y la misma fórmula que funcionó en ese entonces, parece emocionar a los espectadores hoy en día.
Cuando en 1993 se estrenó Jurassic Park de la mano del Steven Spielberg, nadie podía creer lo que veía en pantalla. Por una parte, los efectos especiales eran espectaculares, siendo una combinación de uso de marionetas con CGI; y por la otra, el director logró una maestría narrativa combinando la fantasía con el suspenso que nos mantuvo al borde de nuestros asientos en todo momento.
Desde entonces, prácticamente todas las películas de la franquicia han tratado de mantener los mismos elementos que convirtieron a la original en uno de los mayores éxitos veraniegos de la historia. Jurassic World: Fallen Kingdom no es la excepción, aunque muchos de esos elementos ya comienzan a sentirse repetitivos y con falta de imaginación después de cinco películas.
Fallen Kingdom es la segunda película de la trilogía planeada de Jurassic World. Aunque están basadas en el universo creado por Michael Crichton, la trama de las nuevas cintas son prácticamente nuevas. Esta secuela fue escrita por el director de la película anterior, Colin Trevorrow, y por el guionista Derek Conolly. Sin embargo, la idea de que en la isla Nebular exista un volcán activo estuvo presente desde la primera novela.
Tres años después de que la situación se saliera de control en el nuevo parque y que los dinosaurios quedaran varados en la Isla Nebular, su existencia está nuevamente en peligro debido a que un volcán amenaza con destruirlos por completo. El cofundador del parque, Benjamin Lockwood y su asistente, han convocado a Claire Dearing y a Owen Grady para ayudarlos a sacar a 11 especies de la isla con ayuda de un grupo de mercenarios y evitar así la nueva extinción de los reptiles. Pero como te podrás imaginar, las cosas no salen exactamente como estaban planeadas y la situación se sale completamente de control.
El elenco principal es acompañado por nuevos personajes cuya única justificación parece ser tener personajes que cumplan con funciones cómicas o para aumentar el suspenso en algunas escenas. En específico, me refiero a los ayudantes de Claire que son dos jóvenes que son llevados a la isla sin ninguna experiencia previa. Además, de una misteriosa niña nieta de Lockwood quien siempre parece estar en el lugar equivocado.
Siendo menos perceptibles, también hay grandes lapsos de tiempo que ocurren en un abrir y cerrar de ojos. La trama nos lleva de los Estados Unidos a Costa Rica y de vuelta a Norteamérica de una escena para otra. Si tomamos en cuenta que viajan en pequeñas avionetas y en barcos, eso tomaría un par de días. Es un fenómeno que me recuerda a lo que pasó en la séptima temporada de Game of Thrones, donde los personajes viajan a través de todo un continente en unos segundos.
También hay diversos huecos argumentales en los que los personajes dejan de aparecer sin razón alguna y hay situaciones de la trama que son olvidadas por completo.
No podía ser una película de Jurassic Park sin la aparición de un nuevo dinosaurio. La ocasión anterior fue el Indominus Rex. Ahora toca el turno del Indoraptor, un dinosaurio creado genéticamente para ser el más letal del mundo.
Visualmente Fallen Kingdom mantiene la calidad que se espera de la serie. Sí es notable el uso de bastantes efectos por CGI, pero a excepción de algunas escenas donde hay caos por toda la pantalla, en general no llega a ser tan excesivo como en otras en las que se nota que los actores están rodeados por pantalla verde.
Chris Pratt mantiene el carisma que lo caracterizó en la película anterior, aunque a veces es difícil separarlo de su papel en Guardianes de la Galaxia ya que prácticamente son iguales. En cambio, Claire interpretada por Bryce Dallas Howard mejora a comparación de su participación anterior. Ahora ya no es tan ingenua y es un personaje más amigable. De hecho, lo primero que vemos de ella son sus tacones, haciendo referencia a las críticas que tuvo en la primera película por no quitarse los mismos.
Pero el personaje que ha terminado por decepcionarme, es el del Dr. Ian Malcolm (Jeff Goldblum). Estuvimos esperando su regreso por muchos años y sólo se limita a decir un par de diálogos y estar unos segundos en pantalla.
Michael Giacchino se encarga de la música. Él ha trabajado en exitosas películas como Star Trek, The Incredibles, Coco y Spider-Man: Homecoming. Los temas musicales están inspirados en lo que hizo el legendario John Williams en las películas originales de Jurassic Park, aunque el famoso tema de la serie prácticamente está ausente.
Jurassic World: Fallen Kingdom no está a la altura de la película anterior. Su trama está muy apresurada y usa la fórmula que hemos visto en la serie ya en muchas ocasiones. Sería momento de intentar algo nuevo, aunque eso probablemente lo veamos hasta la próxima cinta. Pero eso sí, lo que ocurre al final cambia por completo el mundo y cumple con causarnos curiosidad por lo que venga en el futuro.
Si estás en busca de una película que te entretenga, cause suspenso y te haga reír de vez en cuando, entonces es la ideal para ir a verla a la pantalla grande. Es una de las franquicias más taquilleras del cine y eso lo ha demostrado en su primer fin de semana en las salas internacionales.