Si te tocó ver la película Live Action de Super Mario Bros., quizá estés de acuerdo en que es una película horrible. Bueno, pues tan fea también fue la experiencia para el director Rocky Morton que más de 20 años después no olvida la pesadilla. La ha contado en entrevista y, vaya, entiendes por qué la cinta salió tan mal.
Empezando por un guión inicial rechazado por ser demasiado “oscuro”, para luego ser cambiado por un argumento escrito en semana y media. Además, el presupuesto fue bastante limitado para las expectativas que tenían los productores.
“Difícil es algo muy suave. Fue una experiencia horrible. Con cinco unidades trabajando diario. Teníamos un set construido sin el dinero necesario para la iluminación. Pedí una grúa para la cámara y no había dinero para conseguirla”, afirmó el cineasta.
Además, el director indicó que Dennis Hopper (Bowser) no tenía idea de lo que pasaba. Por ello, señala que fue difícil trabajar con él. Esto sumado a la dificultades de la producción y, claro, reflejado en una reacción terrible por parte de la crítica y la taquilla. Todo en una muestra clásica de por qué los videojuegos y el cine no se llevan.
Fuente: Gamespot
