Durante el reciente showcase de PlayStation tuve la oportunidad de jugar el esperado inFAMOUS: Second Son, un proyecto sobre el que Sony tiene muchas esperanzas para posicionar al PlayStation 4. No se trata de una secuela más que pudo haber salido también para la consola anterior, sino de un juego ambicioso que sólo es posible en la nueva generación. A continuación les dejo mis impresiones del juego:
inFAMOUS es una serie relativamente nueva. Hace apenas cinco años vimos el primer juego de esta franquicia desarrollada por Sucker Punch Productions y publicada por Sony Computer Entertainment. La idea era similar a la del mundo de Marvel: en un mundo distópico han surgido seres humanos con súper poderes, a los que se les llama Conduits, y que genera una serie de conflictos con las autoridades y la gente que les teme. En los dos primeros juegos de la serie controlabas a Cole MacGrath en la ficticia Empire City, sin embargo, para esta tercera entrega contamos con un nuevo protagonista.
Siete años después de los eventos de la segunda entrega, nos presentan a Delsin Rowe, un joven rebelde artista de graffiti que, luego de un accidente, descubre que es un Conduit, y cuenta con poderes extraordinarios. Así como el mundo creado para el juego, la historia también busca un mayor toque de realismo, ya que esta vez se ubica en un lugar del mundo real, la ciudad de Seattle.
Para protegerse de la amenaza Conduit, los gobiernos han creado una organización llamada Department of Unified Protection (DUP), que tiene a las ciudades sometidas al estilo de las dictaduras. Es en este escenario que aparece el segundo hijo de la serie, ya que ahora Delsin protagonizará una historia en la tenemos la posibilidad de elegir nuestras acciones como en los juegos previos.
Para empezar, Delsin es un personaje cargado de carisma y mucho estilo, el tipo de héroe estilo James Dean que busca crear empatía entre la audiencia, y darnos la sensación de libertad. Esta sensación es muy importante en un juego como éste ya que se trata de un mundo abierto en el que podemos ir a donde queramos y cuando queramos. Obviamente hay una historia que se desarrolla a nuestro alrededor y de la que Delsin es parte importante, pero éste también puede tomar una postura al respecto.
El sistema de karma nos permite –por ejemplo– acabar con los enemigos de formas moderadas o más violentas, apareciendo incluso encima de ellos una marca de ejecución al derrotarlos. Como es costumbre en muchos juegos, esto también deriva en distintos estilos; por ejemplo uno puede tomar una postura descuidada y propensa a los enfrentamientos de frente, o quizá de más sigilo.
La ciudad de Seattle no está muerta ni vacía, sino llena de personas, tanto civiles caminando por las calles como agentes de la DUP, y todos pueden reaccionar ante una muestra de los poderes Conduit. Por ejemplo, si uno baja flotando de algún lugar alto, podemos ver a la gente que pasa por la calle detenerse y aplaudir como si vieran un acto de magia, o también los vemos grabando video con sus teléfonos luego de incidentes, como enfrentamientos, en la calle. De igual manera todo esto también hace que uno sea detectado con mayor facilidad por la DUP, que han establecido una ley marcial y un régimen de paranoia sobre Seattle. Uno puede acercarse a la gente y golpearlos sin ninguna razón, arrojarlos o lastimarlos sólo por crueldad, pero también los poderes de Delsin permiten curar a los lastimados, permitiendo con esto aliviar en algo el karma.
Además de la libertad moral, otro aspecto importante es la libertad física; las habilidades de parkour nos permiten atravesar la ciudad en línea recta escalando paredes, colgándose de orillas, corriendo por techos y saltando de un lugar a otro. Al respecto de las otras dos entregas, este juego se siente mucho más dinámico, pero su mayor logro es la ciudad.
El Seattle de Second Son es quizá lo más impresionante de todo, ya que su tamaño y detalle en gran medida replica a la ciudad real; al tener el juego en mis manos comencé a recorrer lo más que pude, reconociendo que el juego logra capturar su espíritu y estilo. el juego me recordó a las calles del Seattle que ya he visitado en la vida real, siempre húmedas y empinadas. Conversando con Horia Dociu, el director de arte del juego, me comentó que el estándar que se propusieron en nivel de detalle fue “si uno logra ver un lugar, aunque sea a lo lejos, el juego te permite ir”. Obviamente nos encontraremos con muchas puertas cerradas y cuartos a los que no se puede entrar, pero eso es algo que también pasa en la vida real.
El otro aspecto más importante para el gameplay son los movimientos. Ya que la idea de juego –en sí– gira al rededor de tener un protagonista con súper poderes, éstos lo son todo. Los poderes de Delsin nos permiten atacar a los enemigos con golpes de energía, movernos rápido, flotar en el aire (lo cual es bastante útil para el parkour), evitar ataques, e incluso disparar energía o hacer una onda de choque.
El sistema de combate tiene suficiente flexibilidad para adaptarse a nuestro estilo, además de que los poderes irán evolucionando. En la versión del juego que pude probar no había mucha oportunidad para ver esto, pero los desarrolladores explican que hay mucho por descubrir. Por el momento hemos visto que hay dos variantes de los poderes, que son humo y ceniza, donde la primera son las luces neón que vemos en Delsin, y la segunda nos permite convertirnos en partículas por algunos momentos, con efectos de fuego. Además, Delsin usa una cadena que lleva en un brazo, con la cual extiende sus ataques a los enemigos.
De la historia no pude ver tanto como me gustaría, ya que ésta está muy bien construida y tiene un gran atractivo. Vemos el desarrollo del protagonista no sólo al respecto del mundo que le rodea (la DUP, y los criminales), sino también de sus seres queridos. En sí, el juego tiene un gameplay gráficamente impresionante, con muchísimos detalles en los edificios y en los efectos de la lluvia, pero las secuencias cinemáticas se ven –obviamente– bastante mucho, con un gran trabajo de animación y narrativa, que nos recuerda al empeño de Beyond: Two Souls.
Por el momento, sólo me queda decirles que el juego es, además de impresionante, divertido y con una gran capacidad para atrapar al jugador. Quizá no tenga el nivel de libertad de Grand Theft Auto V, en cuanto al número de actividades nimias que puedes realizar, pero inFAMOUS: Second Son nos otorga una gran sensación de velocidad, poder y libertad. Ahora queda esperar a su lanzamiento el próximo 21 de marzo, y comprobaremos si en verdad es la killer app que tanto anuncia Sony.