El actor Tyrese Gibson, conocido por su papel como Roman Pearce en la franquicia, enfrenta una situación legal que ha interrumpido temporalmente su carrera en el medio. A pesar de estar programado para comenzar la filmación de la última entrega de la saga en 2025, ha sido arrestado debido a una disputa legal relacionada con la manutención de su hija Soraya, producto de su matrimonio con su exesposa Samantha Lee.
El conflicto surgió en 2020 tras el divorcio de Gibson, donde se le ordenó pagar una manutención mensual de 10,690 dólares. Sin embargo, el actor había estado entregando solo 2,200 dólares al mes, lo que provocó que el juez a cargo del caso, Kevin Farmer, emitiera una orden de detención por incumplimiento. Además, el sujeto acumula una deuda significativa en pagos atrasados, lo que agrava su situación legal.
La detención tuvo lugar en Atlanta, y Gibson podrá evitar la cárcel si paga más de 73,000 dólares, una suma que cubre parte de la manutención atrasada y los costos legales de su exesposa. A través de su cuenta de Instagram, el actor expresó su frustración, mencionando que siente que los tribunales tienden a perjudicar a los padres en este tipo de casos.
No está claro cómo este conflicto afectará la filmación de Fast & Furious 11, ya que Gibson es una parte crucial del elenco. Si la situación se prolonga, podría impactar los planes de producción de la película programada para 2025. En dado caso que esto suceda, es posible que tengamos un retraso, dado que su personaje es uno de los más importantes en la saga.
Vía: People