Segunda semana del 2011 y por aquí anda de regresa su tan amada sección, Playground, así que invito a toda la comunidad a participar, ya sean de Twitter, Facebook o hasta Foros. Playground está para quedarse, pero sólo si ustedes contribuyen con su granito de arena.
Porque todos los gamers tenemos un lugar donde jugamos, vemos películas y nos divertimos, es por eso que aquí en Atomix, decidimos revivir esta vieja sección de la revista, para que compartan sus “recintos sagrados”.
Hay dos formas de participar en esta sección, la primera es participando en el tema oficial de nuestro foro, donde pueden subir las fotos de sus cuartos. No olviden agregar una anécdota o algo interesante sobre su cuarto, como su juego favorito o posesión más preciada.*
La segunda forma de participar es por email, sigan las siguiente guideline:
– Asunto Playground (Tema del mail)
– Nombre (Dentro del mail)
– Artículo más preciado (Dentro del mail)
– Anécdota favorita (Dentro del mail)
– Fotos*
*¡Necesitamos fotos en buena resolución!
¡No olviden tomar las fotos de TODO el cuarto, anexarlas y enviarlas a promo@atomix.vg!
Hoy tenemos el playground de nuestro amigo Charlie Segovia:
Mi adquisición más querida es nada más, ni nada menos que mi primera consola (El Nintendo 64), la cual decidiría uno de mis gustos favoritos en mi vida, LOS VIDEOJUEGOS, desde ese punto soy un gamer completo.
Mi anécdota sería relacionada con mi N64, después de que llegó el PlayStation y el Xbox dejé de jugar mi tan preciado N64, muchos años después, un día a mi Xbox 360 le salió el maldito aro de la muerte y mientras que la mandé a reparar con Microsoft estuve limpiando mi cuarto y ahí en el fondo de mi closet, ¡Oh sorpresa, me encontré con mi N64! el cual me había dado horas de diversión con el buen Super Mario 64 y Mario Kart (mis primeros juegos), teniendo un poco de esperanza me dispuse a probarlo, mi emoción al ver que todavía funcionaba fue inimaginable, me dispuse a llamar a mis amigos para jugar toda la noche unas buenas competencias de Mario Kart y la aventura de Super Mario 64 y recordar lo genial que había sido mi niñez.
A la fecha todavía sirve y no pienso cambiarla ni venderla por nada.