MachineGames es lo mejor que le ha pasado a Wolfenstein en toda su basta historia, sobre todo en la más reciente. Los suecos han entendido a la perfección cómo capturar la marcada esencia de la esta serie y a la vez, finalmente hacer que tenga juegos sólidos en todo sentido. Como ya lo he dicho en más de una ocasión, Bethesda tiene mucha culpa de esto, pues supo en quién confiar. En unas cuantas semanas más, Wolfenstein: Youngblood se estará lanzando para amplificar la experiencia del también fabuloso Wolfenstein II: The New Colossus.
De manera general, te cuento que Wolfenstein: Youngblood será una experiencia un tanto distinta a lo que veníamos viendo de la serie, pues introduce gameplay cooperativo para dos jugadores que más adelante te describiré. Lo importante ahora es decir que si bien, es un juego pensado para pasarse en compañía de alguien, también es posible jugarlo completamente solo. En este caso se nos asignará una inteligencia artificial para que haga las veces de nuestra compañera. Otro punto que vale la pena resaltar es que no contará con splitscreen en ninguna de sus versiones.
Dicho lo anterior te recuerdo que Wolfenstein: Youngblood es una secuela de Wolfenstein II y que si bien, podría ser considerado como una expansión, estamos frente a un juego que se venderá por separado, justo como Old Blood fue para The New Order. Ahora nos encontramos en los años ochenta y las hijas de B.J. Blazkowicz y Anya, Jessie y Zophia, deciden embarcarse a París para acabar con una nueva amenaza del mundo Nazi. Así es, las gemelas Blazkowicz se unen al negocio familiar.
El par de misiones que pude jugar de Wolfenstein: Youngblood eran parte temprana de la historia del juego, o al menos ese fue el sentimiento que me dieron por la forma en la que nos introdujeron a las nuevas personajes. Antes de cada sesión, podrás elegir entre usar a Zoph o a Jess, además de parte del equipo que llevarán consigo. Primero elegí a Zoph pero me tocó jugar con Jess pues mi compañero se fue por la misma y él, al ser host, tuvo preferencia. Al menos de lo que vi, no existe diferencias a nivel de gameplay entre amabas.
Al irnos abriendo paso en los niveles que visitamos, se nos fueron presentando algunas mecánicas simples que requerían de ambos como por ejemplo, abrir una puerta presionando dos botones al mismo tiempo, o que yo, usando una computadora, descifrar un código que le dicté a mi compañero para que éste pudiera desencriptar una información necesaria. Como seguro lo estás pensando, son ideas bastante simplonas y sin mucha personalidad. Esperemos que cuando salga el juego final haya cosas un poco más sofisticadas. En donde sí sentí que se requería una coordinación mayor, fue en los combates contra jefes o enemigos más poderosos, pues estando solo, el daño que hacía era muy bajo.
Por cierto, todo el estilo de estos años ochenta distópicos, está sumamente bien logrado.
Definitivamente, Wolfenstein: Youngblood es el experimento más arriesgado que hasta ahora, MachineGames ha hecho con la serie. Te puedo decir que mi tiempo con él me dejó tranquilo en algunas cosas y un tanto dubitativo en otras, pero de lo que sí estoy seguro es de que la pasé verdaderamente bien.
Wolfenstein: Youngblood se lanza este 26 de julio en Switch, PS4, Xbox One y PC.