PS4, XBOX ONE, PC
XBOX ONE
Straight Right
Ubisoft
18/08/2015
ZombiU fue un título sorpresivo en muchos aspectos. Más allá ser un juego de zombis con sangre y violencia exclusivo para una consola de Nintendo, éste sorprendía desde la perspectiva formal con la que se había sido concebido: un título de supervivencia en el cual podíamos ser participes de una manera un tanto más profunda que otros proyectos por medio del Gamepad. A muchos les gustó, a otros no tanto, y hubo hasta a quienes esto les fastidió. Sin importar las diversas opiniones sobre el tema, fue aquí donde recaía toda la magia de su jugabilidad.
Cuando por fin se confirmó que el juego dejaría de ser exclusivo para el Wii U y llegaría a otras plataformas, muchos no supimos cómo tomar la decisión. Si bien era posible pensar en que esto pasaría, no resultaba ser del todo lógico puesto que se trataba de un título cuya carta de presentación se basaba en el mando con pantalla táctil de Nintendo.
Ahora nos vemos aquí, frente al mismo juego, con un ligero cambio en su nombre y jugándolo dentro de un sistema distinto. ¿Qué tanto ha cambiado Zombi (sin la U) a casi tres años de su lanzamiento? Aún más importante ¿Qué nos ofrece esta versión que no hayamos visto ya en el Wii U?
Antes de ahondar en los detalles que hacen diferente a este port de su contraparte original, vale la pena mencionar en qué consiste el juego. Después de todo, ya ha pasado algún tiempo desde que muchos lo probamos en Wii U. Junto a ello, cabe la posibilidad de que ésta se convierta en la primera ocasión que los jugadores de Xbox, PlayStation PC se adentren en la experiencia del juego.
Zombi nos coloca en los zapatos de un sobreviviente dentro de un apocalipsis de muertos vivientes que ha tomado por completo al planeta. La identidad del héroe no importa en lo absoluto ya que éste cambiará conforme juguemos. En breve ahondaremos más en ello.
Situado en una versión ficticia y alterna de Londres, despertaremos en medio de un bunker protegido bajo la superficie de la tierra. Una vez ahí, una misteriosa voz a través de un radio nos comenzará a explicar la situación y las misiones que debemos llevar a cabo para salir del lugar con vida.
Mientras nos aventuramos en el lugar, poco a poco nos daremos cuenta de que nos encontramos en una zona que está interconectada con varias locaciones de la capital inglesa. No importa si es por medio de cloacas o a través de túneles que nos lleven por las construcciones del tren subterráneo, todo parece que se encuentra interconectado entre sí.
La premisa principal del juego nos hace una pregunta sobre la cual se encuentra estructurado el gameplay: ¿Cuánto tiempo sobrevivirás? Creemos que está deja explicado de manera clara de que irá Zombi.
Sobra explicar que uno de los objetivos esenciales de la campaña consistirá en intentar escapar, sobrevivir y/o enfrentar a los come cerebros. Lo que no está demás decir es que, en caso de morir, nuestro personaje se convertirá en un zombi. Cuando esto suceda el juego nos colocará en los zapatos de un nuevo héroe que, por algún motivo, despertará en el mismo lugar donde comenzamos la historia. ¿Su misión? Regresar hasta el punto donde pereció nuestro primer héroe y proseguir con la campaña, pero no sin antes toparse con el recién infectado que controlábamos y que todavía contará con el equipo que teníamos. Es precisamente en este aspecto en donde queda explicado el eslogan del título.
Como tal y en lugar de presentarnos una historia profunda – que en definitiva no la tiene -, lo que Ubisoft quiere que entendamos con esto es que el reto principal del juego consiste en acabar la campaña con el número menor de héroes posibles. Por ello y aunque cada uno de los personajes que controlaremos parecerían ser personas distintas, no importará tanto puesto que todos ellos se controlarán de manera prácticamente idéntica.
Las mecánicas de Zombi son las propias de un juego de supervivencia en primera persona. Siendo unos sobrevivientes, contaremos con una mochila en la cual cargaremos con todas nuestras armas, herramientas y municiones que nos permitan sobrevivir a la infección. Dado su reducido espacio, la administración de nuestro equipo se volverá parte primordial ya que, de no racionar correctamente el mismo, podríamos vernos en una situación crítica que conduzca a nuestra muerte.
Para defendernos, tendremos a nuestra disposición diferentes tipos de armas: pistolas, escopetas o rifles; las explosivas o de distracción como bombas molotov, minas, o granadas de luz; o hasta otras más de combate cuerpo a cuerpo como lo son las palas, picos, bates con clavos y el palo de cricket. Éste último será con el que contaremos por default en todo momento.
No está de más hacer la mención que este último tipo de arma será el que mayor importancia tendrá en la campaña. Al tratarse de un mundo apocalíptico, las municiones y balas serán sumamente escasas, por lo que el uso de las armas de fuego quedará relegado más a un método de escapatoria o control para cuando nos toque enfrentarnos a enemigos más fuertes o nos veamos frente a una oleada de zombis.
Finalmente contaremos con un escáner que nos será de utilidad para analizar diferentes pistas, artefactos o puntos específicos al interior de las locaciones para proceder con nuestro escape. Es precisamente en este último elemento en donde recae la principal diferencia del juego respecto al título original de Wii U.
Una pieza fundamental dentro de la versión para la consola de Nintendo recaía en el uso que se le daba al Wii U con este último artefacto así como de otras cuantas opciones más. El Gamepad de la consola nos servía para varias cosas, como el manejo de los menús de nuestro equipo, el uso del mapa y de los radares, la interacción con algunos artefactos externos como lo son los candados eléctricos o cerraduras, el manejo del escáner, y hasta para atacar con ayuda de sus sensores. Para los ports, todos y cada uno de estos aspectos ahora son presentados en una sola pantalla, la del televisor.
Una de las quejas más recurrentes con quienes probaban el título original era su interacción con el mando de la pantalla. Para muchos, utilizarlo en la vida real como si se tratase de una las herramienta que tenemos en el juego se convertía una tarea un tanto tediosa y hasta forzada. Sin embargo, y ahora que ya hemos podido jugar lo mismo pero desde una nueva perspectiva, nos podemos dar cuenta que en definitiva el control de Nintendo era uno de los principales atractivos del juego.
En Zombi, se dejó intacto el nivel de dificultad del juego y solamente se adecuaron algunos aspectos para que pudiesen reproducirse correctamente (léase las opciones del Gamepad). La campaña sigue siendo la misma, una travesía en la que seguiremos sintiéndonos indefensos, débiles y hasta torpes frente a un mundo hostil lleno de peligros.
Pese a ello, prescindir del mando del Wii U le resta ese sentimiento y sensación de supervivencia que hacía único al original. Con esto no queremos decir por ningún motivo que la jugabilidad se vea entorpecida o afectada. El juego se sigue manejando bien y resulta ser sumamente cómodo en los mandos de las consolas, pero el efecto de tensión que derivaba de tener que estar concentrado en dos pantallas a la vez en algunas ocasiones se ha reducido bastante.
Hasta este punto, Zombi bien podría ser considerado como un port que fue llevado de manera excelente a otras plataformas sin afectar mucho a su esencia. Por desgracia existen otros apartados en donde el título demuestra sus fuertes carencias.
Quizá el más importante de estos recaiga en su apartado gráfico. Aunque el título salió apenas hace unos cuantos años, este rubro demuestra que no recibió la atención necesaria. En su momento ZombiU lograba lucir bien dentro del Wii U y daba la finta de ser un juego decente que pudiese estar a la par de de lo que ofrecían el Xbox 360 y el PS3. Ahora y en las versiones de PS4, Xbox One y PC, éste se ve quedado y poco trabajado. ¡Vamos! se ve como un título de pasada generación, o hasta de los inicios de la misma.
Respecto a sus modos de juego, la ausencia y remoción del modo multijugador local es algo que hace sentir al port como algo más vacio respecto a la versión original. No es como si dicha modalidad hubiese sido un aspecto de enorme trascendencia, pero tras acabar la campaña en sus dos variantes (normal o Survival), difícilmente vemos algún motivo por el cual alguien quisiera regresar a él. Por lo menos el multiplayer ofrecía algo más que se prestaba para presumirle a nuestros amigos de lo que era capaz el Wii U y de ofrecernos un rato de entretenimiento ameno.
Para bien o para mal, Zombi consiste en un buen port de la campaña principal del título exclusivo de Wii U. El juego logra mantener casi intacta la experiencia que el título ofrecía por medio de una adaptación más que adecuada de sus controles.
Pese a ello los pocos detalles en donde el juego falla son los mismos que hacen que ésta versión se vea opacada por su contraparte original. Para ser un juego en una consola de actual generación, Zombi se ve feo. La sensación adicional de tensión e interacción que sólo el uso del Gamepad podía ofrecer se ha ido, por lo que buena parte del factor sorpresa se ha visto reducida casi a cero.
Con Zombi, puedes dar por hecho que podrás disfrutar de la misma campaña y opciones de juego que el original ofrecía, aunque no de la misma forma ni con el nivel de inmersión con el cual lo hicieron los poseedores de un Wii U.
Si tuviéramos que decidir entre qué versión jugar Zombi, en definitiva les recomendaríamos que se fuesen por la que salió en la plataforma de Nintendo. Esos ligeros detalles adicionales con los que lo dotaron son los que en verdad hacen que ésta haya sobresalido.
Pero que esto no los ciegue o desanime. Si el título les atrae pero son de esos jugadores que aborrecen los gimmicks del Gamepad, prefieren una experiencia más convencional respecto a gameplay o carecen de un Wii U, pueden encontrar en este port un juego más que disfrutable. Podrá no ser un título que revolucione el género o nos relate una trama memorable, pero cuando menos logra su cometido principal: ponernos tensos; hacernos sentir que estamos en un mundo devastado por una misteriosa pandemia de muertos vivientes, en donde seremos sumamente frágiles y en el que la muerte podría llegar por un simple descuido.