A mediados del 2017, Netflix anunció una jugada muy interesante en lo que animación se refiere: muchos de sus esfuerzos se dirigirían a producirla al estilo de Japón, es decir, anime, tanto en estudios occidentales coordinados por nipones, además de invertir directamente en los mismos. Su catálogo ha ido creciendo con producciones como las de Polygon Pictures, quienes realizaron una nueva película para BLAME! y series de Knights of Sidonia y Ajin (así como Godzilla: Planet of the Monsters) o al añadir series completas altamente populares como The Seven Deadly Sins, cuyas estadísticas la posicionan como la más vista en nuestra región. Pero trabajar con franquicias consagradas para la tierra del Sol Naciente tampoco abandona su radar, dando como primer resultado esta nueva adaptación de la obra Devilman de Go Nagai, quien es nada menos que el creador de Mazinger Z. Si bien los cambios siempre son buenos, existen temas y representaciones que se deben tratar con sumo cuidado y en el caso de Devilman Crybaby, no es que sus primeros tres episodios nos auguren un éxito rotundo.
Devilman comenzó a publicarse en formato manga en 1972 de la mano con su primera adaptación al anime, para luego regresar en 2011 y hasta 2014; si bien Mazinger Z siempre ha acaparado su atención en este lado del Pacífico, es la clara representación de la dicotomía del bien y el mal la que siempre ha caracterizado a esta obra de Nagai. En ella, vemos cómo los demonios se convierten en el pan de cada día cuando éstos comienzan a usurpar cuerpos humanos para crear destrozos, mientras que Akira Fudo, supervisado y aconsejado por su amigo Ryo Asuka, terminará por convertirse en uno para eliminar la amenaza.
De entrada, el estilo visual que se maneja en Devilman Crybaby contrasta mucho con el de Nagai, el cual suele ser mucho más elaborado y, por razones obvias, se sustenta en técnicas de representación que pertenecen a la década de los años 70; es decir, las sombras son entramadas, mientras que la acción y violencia de la animación van dirigidas a un público maduro, sin caer en la depravación. Crybaby parece inclinarse por la adaptación del manga original, donde los padres de nuestro protagonista Akira fallecen y es entonces cuando cierto demonio busca refugio en su cuerpo, hasta el día en que Ryo le orilla a mostrar su naturaleza verdadera.
Es difícil no comentar ciertos aspectos del animanga sin hacer énfasis en algunas secuencias o situaciones que vimos en estos primeros tres episodios. Por ejemplo, existen ciertas animaciones que sin duda te recordarán a la pluma de Go Nagai, mientras que otras simplemente caen en la ultraviolencia y las situaciones irreales donde los rostros se distorsionan hasta caer en lo grotesco. Si crees que esto se debe en mayor medida a que la franquicia haya pasado a otras manos, te contamos que el estudio encargado de producirlo y animarlo es nada menos que Dynamic Planning, equipo formado desde hace casi 50 años por el mismo Nagai. Estas misma cinco décadas se están celebrando a través de Devilman Crybaby y su evolución de Demon Lord Dante, pero que rozan más en el estilo visto en Kill la Kill y FLCL.
Existe una confusión respecto a lo que hemos visto hasta ahora de la serie; por una parte, la dualidad entre tener un corazón humano, pero acudir al poder de un demonio para contrarrestar a los de su mismo tipo nos queda bastante claro, mientras que las situaciones sobresexualizadas simplemente nunca tienen una justificación que parezca estar unido al contexto y motivaciones de sus personajes, aunque creemos que esto se desarrollará más adelante. Digamos que Devilman Crybaby es el equivalente a Pulp Fiction y Hotline Miami que nadie esperaba, fuera de otras producciones relativamente recientes como Parasyte –the maxim- y Saga of Tanya The Evil.
La banda sonora que pudimos percibir es bastante ecléctica, con un tono marcado hacia la música electrónica y ritmos rápidos en las secuencias de acción. Eso sí, se incluyen algunas secuencias en las que se hace rap en japonés; muy interesantes si no eres un usuario asiduo de este tipo de música y que, además, están compenetradas con las imágenes que ves en pantalla. Así como en Castlevania: The Animated Series, los simbolismos y el carácter religioso están a la orden del día y toman sentido gracias a varios diálogos y guiños entre sus protagonistas.
Devilman Crybaby se estrena este 5 de enero en Netflix y contará con 10 episodios.