¿Qué sería de nuestra vida sin música? Definitivamente algo muy triste pues son esas notas que ingresan por nuestros oídos las que deleitan nuestros sentidos y nos hacen alejarnos de la realidad en momentos tranquilos o le dan ese toque de sabor a nuestras actividades cotidianas. Definitivamente un gran regalo para estas fechas son esos discos que incluyen música de productos que tanto nos gustan como los juegos y las películas que muchas veces se convierten también en el soundtrack de nuestras vidas.
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Parte fundamental de la experiencia de visitar Londres en plena revolución industrial, fue la ambientación con un soundtrack muy bueno. Con piezas orquestadas el músico norteamericano Austin Wintory –a quien seguramente recordarán por su trabajo en Journey y The Banner Saga– nos entregó el perfecto acompañante para este nuevo lanzamiento de Ubisoft.
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Monsters, desarrolladora independiente de videojuegos con sede en Atenas, anunció el retraso de su juego Hybris, un thriller psicológico que será ambientado con música de Austin Wintory. Este juego de plataformas para PC y Mac basado en puzzles de física fue escrito originalmente como una trilogía, pero el equipo considera que, por motivos narrativos, será mejor dividir la historia en dos entregas.
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Journey tiene una de las mejores direcciones artísticas que he visto en mucho tiempo. Es por eso que el hecho de que el director de arte esté inaugurando su propio estudio es algo de suma relevancia, pero eso no es todo. El nombre de Austin Wintory aparece en la noticia.
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Austin Wintory se hizo conocer gracias a su excelente composición musical en los juegos de Journey y Flow. Actualmente cuenta con dos premios VGA y una reciente nominación al Grammy para demostrar que realmente tiene talento y que ha logrado sobresalir de buena manera.
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Si ya jugaron Journey, sabrán que uno de sus puntos más fuertes es la increíble banda sonora. Pues para aquellos que comparten ese pensar, les tenemos buenas noticias. Los chicos de Sumthing han puesto a la venta la versión física del soundtrack creado por Austin Wintory.
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Día y noche es un ciclo imaginario. La rosa de los vientos es efímera (el norte de la tierra cambia cada miles de años y, cuando el núcleo de la tierra se enfríe, desaparecerá junto con el escudo magnético y la atmósfera —que protegen al planeta de los vientos solares). El Sol que ves en lo alto ayer estuvo bajo tus pies a millones de kilómetros. Viajar es imposible si primero no organizamos el universo. Oí hablar de una antigua enciclopedia china que clasificaba a los animales en: a) pertenecientes al emperador; b) embalsamados; k) dibujados con un pincel finísimo de pelo de camello; m) que acaban de romper un jarrón; etcétera. Nuestros criterios para ordenar el mundo no son menos arbitrarios; yo he trazado un plano cartesiano imaginario en este inmenso desierto cuyo punto de origen es aquella montaña. Otros pueblos gastaron su tiempo edificando ciudades. Nosotros somos viajeros: asiduos, como un río (de carne, huesos y sangre), hemos dedicado nuestros días a trazar el lecho de un río imaginario en la arena tornasolada. El tiempo, infatigable, reconfigura laboriosamente su laberinto de dunas para borrar nuestro rastro. El destino es la montaña. Nuestro objetivo es imposible: horadar un camino que perdure en la arena.
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