PLATAFORMA
PC, PS5, XBOX SERIES X, XBOX SERIES S, SWITCH 2,
PLATAFORMA RESEÑADA
SWITCH 2,
DESARROLLADOR
Marvelous First Studio
PUBLISHER
Marvelous
FECHA DE SALIDA
05/09/2025

El dilema del mecha
La fascinación por los robots gigantes no es algo nuevo. Prácticamente desde hace tres o cuatro décadas, Japón se ha encargado de alimentar a más de una generación con la fantasía de pilotar una enorme máquina capaz de defender a la Tierra. Algo tiene la idea de amplificar nuestras capacidades y tamaño por medio de la tecnología que hasta cierto punto se siente natural. Por supuesto, la cultura popular es gran responsable de lo anterior, y además de anime y películas, los videojuegos siempre han estado presentes si de retratar mechas hablamos; no obstante, algo tiene lo que bien podríamos considerar este subgénero que no termina por apelar a las masas, pero que normalmente cuenta con presencia para ese nicho que lo sabe apreciar. Dándole seguimiento a lo que Marvelous hacía en 2019 dentro del Switch, ahora nos llega Daemon X Machina: Titanic Scion, título muchísimo más ambicioso que nos ha sorprendido por sus alcances y complicados objetivos que se propone.
Decidir a qué juego dedicar tu tiempo y dinero se ha convertido en una de las decisiones más complicadas que podemos tomar hoy en día, pues la oferta que se está dando de nuevos lanzamientos es simplemente brutal, por lo que la idea de experimentar o “probar algo diferente”, puede sonar totalmente fuera de lugar para la mayoría. Por tal motivo, hablar de algo como Daemon X Machina: Titanic Scion resulta un tanto complicado, más si tomas en cuenta el tibio recibimiento que hace unos años tuvo su antecesor, mismo que se encargaba de atender a este muy específico mercado que siente debilidad por cualquier experiencia en la que el tema central sea construir un robot gigante capaz de arrasar con cualquier cosa que se le ponga enfrente. Marvelous First Studio aparece de nuevo con una propuesta sumamente interesante que creemos, merece tu atención si eres de los que gusta de los llamados “mecha games”.
Siempre un problema
Algo sumamente curioso de casi cualquier juego de mechas, es que se suele apostar por una muy rebuscada historia y un lore sobre complicado para presentar sus hechos. Es como si algo que no vemos, jalara de quien crea este tipo de experiencias para hacer uso de una narrativa que suele confundir bastante a quien la consume. Justamente esto pasó hace ya seis años con Daemon X Machina y ahora para Daemon X Machina: Titanic Scion, Marvelous First Studio echa mano de un cuento un poco más aterrizado y sencillo de entender, pero igualmente con algunos vicios propios del género que poco ayuda en atraer a nuevos jugadores.
Lo primero que hay decir sobre todo este asunto es que en efecto, Daemon X Machina: Titanic Scion es una secuela de lo que vimos en 2019 de esta ahora serie, pero en realidad estamos hablando de un relato contenido que funciona por sí solo; es decir, sí hay cierta conexión entre ambos juegos y según parece, viven dentro del mismo universo, no obstante, te diríamos que para nada es necesario haber jugado el primero para disfrutar de buena forma de este nuevo, por lo que si tienes planeado que éste sea tu puerta de entrada incluso para el género, no tienes nada de qué preocuparte.
Dicho lo anterior, te cuento que en Daemon X Machina: Titanic Scion tomamos el control de un personaje que tú mismo creas, pero que cuenta con su propia historia previa. En esta ocasión se nos pone en los pies de un mercenario parte de una raza conocida como The Outers, los cuales, sin razones aparentes, son humanos que han nacido con habilidades especiales que poca gente entiende, generando racismo en su contra que se mezcla con la compleja situación política que se vive luego de una sangrienta guerra entre quienes formaban parte de Earth Prime, y quienes ahora viven en la colonia del Blue Planet. Acá tenemos a la facción militarizada del Sovereign Axiom, la cual, hará todo lo posible por explotar a los marginados en su lucha contra rebeldes e Immortals, una misteriosa raza alienígena.
Luego de escapar de las garras de los que claramente son los villanos, aterrizamos de emergencia en un mundo desértico en el que rápidamente somos reclutados por la última esperanza de la humanidad. Ahí, comenzamos a conocer a todo tipo de personajes, algunos que nos reciben con los brazos abiertos, y otros que cuentan con una enorme cantidad de prejuicios dada nuestra situación. Sí, Daemon X Machina: Titanic Scion toma temas bastante vigentes y sumamente polémicos de nuestra realidad, llevándolos por un camino mayormente interesante y con hechos bastante sorprendentes. Al final, el gran pecado del juego en todo este aspecto es que por querer ser demasiado épico, se llega a perder un poco en elaborar más de lo debido su propio contexto, cosa que como ya te lo contaba, suele pasar un montón dentro del género.
¿A mundo abierto?
Una de las principales críticas que recibió Daemon X Machina en su momento, tenía que ver con lo simple que podría parecer su estructura, en la que entrabas a misiones que normalmente estaban compuestas por arenas contenidas en las que debías de acabar con todos los enemigos que se te pusieran enfrente. Sabiendo de esto, Marvelous First Studio decidió ir mucho más allá con Daemon X Machina: Titanic Scion, presentando un título que toma las bases de su antecesor para amplificarlas considerablemente y encima de todo, colocarlo dentro de un mundo abierto que podemos explorar casi a placer. Lo anterior trae cosas sumamente positivas para la experiencia de manera general, pero también algunos problemas que son fáciles de notar.
Antes de pasar a contarte de forma más específica cómo es que funciona toda la estructura de Daemon X Machina: Titanic Scion, me parece prudente primero pasar a lo que es el core gameplay del juego, pues a pesar de que se parte de fundamentos bien conocidos para el género, se hacen un par de adiciones más interesantes de lo que me esperaba, sobre todo del lado de la personalización de las máquinas que operamos.
En esta ocasión se nos pone en comando de mechas que dentro del lore del juego son conocidos como Arsenals, y que más bien podríamos considerar exoesqueletos más que un robot gigante de combate. Esta forma me recordó bastante a lo que hace no mucho, BioWare hizo con el fallido Anthem y sus alabardas. ¿Impacta esto en el gameplay o los controles como tal? La verdad es que no mucho, de hecho seguramente la mayoría ni han notado lo anterior, cosa que no pasa sino hasta que comienzas a jugar.
Nuestro Arsenal cuenta con las partes típicas que uno espera de un juego como Daemon X Machina: Titanic Scion, es decir, tenemos arma para brazo izquierdo y derecho, una que puede ir equipada en el hombro, así como la posibilidad de cambiar piernas, brazos, cabeza, tórax y otras partes internas de nuestro mecha, esto claro, con el objetivo de hacerlo lo más nuestro posible. Algo que me pareció especialmente interesante de esta entrega es que se fue un poco más allá con en el tema de la personalización, pues además de que ahora es posible agregar perks a cada parte de la máquina para por ejemplo, ganar ventajas en cosas como la movilidad o vida del mismo, podemos añadir técnicas especiales a nuestro armamento a través del personaje al que controlamos como tal.
¿Cómo funciona lo anterior? Parte del loot que recogemos luego de una batalla o en el mundo abierto de Daemon X Machina: Titanic Scion, tiene que ver con un genes especiales dejados por los Immortals, raza alienígena que también es una amenaza como ya te lo contamos. Éstos ítems pueden ser literalmente insertados en nuestro personaje para causar mutaciones en él o ella que además, tienen un impacto físico permanente. Dependiendo de la combinación que utilices en el laboratorio, será la técnica especial que desbloquees. Por ejemplo, hay una que permite hacer que tu espada láser crezca tres o cuatro veces su tamaño para dar un golpe devastador, u otra en la que puedes hacer un giro con tus armas de fuego para dañar a todos los que te rodeen. Idea sumamente interesante que indudablemente aporta al importante elemento de la personalización de este tipo de juegos.
Pasando a todo el tema de los controles de nuestro Arsenal, te cuento que seguro te sentirás como en casa si es que te gustan los juegos de mechas, solo que cambios un tanto sustanciales. Verás, ahora existe un combustible conocido como Femento que se gasta cuando por ejemplo, corres rápido, vuelas o utilizas algunas de las técnicas especiales de ataque de las que te hablé hace un momento. Sumado a lo anterior, tenemos una barra de stamina que se gasta cuando hacemos un esquive rápido para evitar una agresión enemiga. Como te puedes dar cuenta, en Daemon X Machina: Titanic Scion la forma en la que administras la movilidad de tu mecha, se ha convertido en una mecánica de juego como tal, cosa que me ha encantado por la nueva capa de profundidad que le añade al gameplay.
A pesar de que todo lo anterior podría parecer como algo que cambia por completo cómo es que se juega Daemon X Machina: Titanic Scion en comparación con otros juegos de su género, te diría que la situación no es tan diferente, solo con añadidos a considerar. Sobre el combate como tal, la cosa se siente más visceral que nunca, pues también se añadió una acción para poder tomar y luego lanzar a los enemigos contra sí mismos o contra un obstáculo y así, generar daño extra. Mezclar agresiones a distancia y melee con una espada, por ejemplo, sigue siendo una parte muy importante para el core gameplay del juego. Todo esto, al momento de combinarse con una interfaz de controles muy bien aterrizada, da como resultado una gran experiencia. Simplemente volar tu Arsenal para llegar de punto A a punto B dentro del mapa, es sumamente divertido.
Hablando de mapa y como ya te lo adelantaba, Daemon X Machina: Titanic Scion ahora apuesta por presentar un gigantesco mundo abierto para poder explorar casi a placer desde que arranca la aventura. ¿Qué tanto podemos hacer en este espacio? Pues bien, además de poder visitar tu base para hacer toda clase de modificaciones a personaje y Arsenal, este lugar cuenta con un montón de misiones secundarias para completar y puntos de interés para visitar. Por ejemplo, hay ciertas cuevas que puedes explorar y que normalmente hacen las veces de mini calabozos con algún premio al final. También puede que te encuentres con un enfrentamiento random incluso contra un jefe. Lo construido por Marvelous First Studio no es la cosa más espontánea ni viva del mundo, pero me parece que cumple con su cometido.
Otro asunto llamativo del juego que seguro captará tu atención, es la forma en la que va tirando nuevas piezas para el mecha. Cuando por ejemplo, derrotes a un Arsenal enemigo, podrás ir a ver sus restos a ver qué te dejó. Cuando te acercas y lo analizas, te aparece un menú para elegir cuales de sus piezas tomar. La cosa es que solo puedes elegir una y el resto se pierde, por lo que existe una especie de meta juego de siempre estar escogiendo con qué quedarse y qué es lo que vas a descartar.
La estructura como tal de Daemon X Machina: Titanic Scion está compuesta por misiones principales para progresar en la historia, así como secundarias para ganar mejores piezas para tu Arsenal, todo bastante familiar para este tipo de juegos; es decir, se echó mano de un mundo abierto altamente sistemático, con algunos toques de espontaneidad aquí y allá. Importante mencionar que puedes tomar algunos vehículos como una moto o un Jeep acorazado. Lo interesante de esto es que además de que son medios de transporte, se pueden convertir en armas para tener poder de fuego adicional. Sí, a mi también me pareció un poco rara la idea de montar a un mecha en algo más cuando éste, ya es un vehículo por sí solo.
Daemon X Machina: Titanic Scion es un juego que indudablemente supera en todo aspecto de core gameplay a su antecesor, luciendo ideas bastante innovadoras y diferentes para el llamado género de mechas. Marvelous First Studio no solo tomó riesgos en lo anterior, sino que dio el ambicioso salto de fe en presentar una estructura de mapa abierto que si bien, no es nada del otro mundo para esta tan explotada forma de diseño, sí cumple con su cometido de darle mucha más solidez a la experiencia que se está intentando retratar.
En Switch 2
Nos encontramos en medio de lo que son los primeros meses de vida de una etapa completamente nueva para Nintendo, por lo que tanto desarrolladores terceros, como la propia marca, siguen dentro de un proceso de entendimiento sobre cómo sacarle el mayor jugo posible a la plataforma. Ya hemos sido testigos de un par de los llamados “ports” imposibles que demuestran que se pueden hacer cosas verdaderamente impresionantes en Switch 2, sin embargo, cosas como el sonado problema de distribución de los kits de desarrollo, hacen que podamos tener experiencias no tan limpias. Justo este es el caso Daemon X Machina: Titanic Scion en la consola referida, misma que nos presenta una versión que podría estar en mejor estado.
Para esta reseña de Daemon X Machina: Titanic Scion echamos mano de su versión para Switch 2, la cual, a pesar de ser totalmente jugable de principio a fin, sí nos quedó a deber un poco en temas de rendimiento. En modo portátil se aprecia una muy limpia imagen que seguramente está muy cerca del 1080p, mientras que en modo TV, igualmente tenemos algo muy bien logrado, pero claramente a pasos del 4K. La cosa se complica cuando rápidamente te das cuenta que los 30 cuadros por segundo objetivo, no siempre se cumplen, teniendo caídas ocasionales y algunos congelamientos notorios. Para nada es ideal lo anterior, pero tampoco te diría que la situación arruinó la experiencia que tuve a lo largo de las poco más de 10 horas que nos tomó completar la historia principal.
Las gráficas son otro tema interesante con Daemon X Machina: Titanic Scion. Seguro recordarás que en su antecesor se apostó por un estilo bastante sencillo y minimalista, seguramente con las capacidades del primer Switch en mente. Ahora, con todo lo que ofrece la nueva consola de Nintendo y claro, el hecho de que está saliendo para otras plataformas, se presenta una experiencia mucho más elaborada sin llegar al realismo, pero con un sentimiento de escala importante. Verás, parte clave de la dirección de arte del juego tiene que ver con presentar lugares inmensos con rocas y formaciones que te hacen sentir minúsculo. El sentimiento es muy parecido a lo que Monolith hace con la serie de Xenoblade Chronicles. Me parece que ahí está justamente la inspiración. El diseño de mecas, uso de paleta de colores y en general, todas las decisiones visuales que se hicieron, dieron justo en el clavo.
Ojalá se hubiera podido entregar una versión de Switch 2 mucho más optimizada y limpia, pero tampoco te diría que el asunto del rendimiento es un freno para que lo pruebes en esta consola. Claro que si para ti, lo anterior es mucho más importante, vale la pena recordar que tienes la opción de PS5 o PC que claro, presentan una mejora clara. Vale la pena mencionar que contrario a la norma, Marvelous está vendiendo una verdadera versión física que además de incluir todo el juego dentro del cartucho y no en una Game Key Card, te incluye un bonito manual a color en la versión estándar, con la opción de una hermosa, pero más costosa edición de colección.
Marvelous algo tiene

La competencia allá afuera está siendo verdaderamente feroz, por lo que cualquier detalle o cosa que te pueda diferenciar, representa una importancia mayor. Marvelous lleva ya un tiempo apostando justamente por salirse de la línea con productos que atiendan nichos que si bien, pueden ser pequeños, suelen mantenerse fieles siempre y cuando se les entregue un producto de calidad que los entienda. Justamente es lo que Daemon X Machina: Titanic Scion intenta en todo momento, entregar una gran experiencia para el que está buscando un juego de acción distinto que apele a la enorme personalidad que siempre ha tenido el poco comprendido género de mechas.
Aunque lo veo complicado, espero que Daemon X Machina: Titanic Scion sea esa punta de lanza que le abra más las puertas a los juegos de mechas a una base de jugadores mayor, pues recordemos que incluso con todo su prestigio y renombre, FromSoftware no pudo alcanzar lo anterior con la más reciente entrega de Armored Core. Si estás buscando una experiencia que se sienta genuinamente distinta y siempre has tenido cierta atracción por los robots gigantes armados hasta los dientes, te puedo asegurar que acá encontrarás algo muy especial y de alta calidad, simplemente falta que te animes a dar el salto.