Nuestras primeras horas con Ghostwire: Tokyo

TRENDING

Previo Ghostwire Tokyo

Después de haberse convertido en leyenda en Capcom y de ser los miembros fundadores de Platinum Games, Shinji Mikami decidió probar suerte por sí mismo al fundar un nuevo estudio bajo la capa de Bethesda, publisher americano que vio una enorme oportunidad de tener un toque japonés dentro de su muy occidental oferta de juegos. Así nace la serie de The Evil Within, la cual, a pesar de que trajo de regreso al survival horror, no terminó por despegar en lo comercial tras dos muy buenas entregas. Ahora, ya más de un año dentro de la actual generación de consolas y luego de un par de retrasos, la nueva propuesta de Tango Gameworks está lista, la cual, toma un camino distinto pero a la vez, no se olvida de lo que hace tan especial a este desarrollador. En este previo especial te contamos un poco de cómo han sido nuestras primeras horas con Ghostwire: Tokyo.

Nota: Estas impresiones corresponden a solo los dos primeros capítulos del título, que vienen siendo poco más de 7 horas de juego.

Historia de fantasmas 

La aproximación que los orientales siempre han tenido al terror, es innegablemente interesante, esto claro, por el impacto cultural que nos puede llegar a generar las maneras en las que ellos ven a lo sobrenatural. Sobre todo en Japón, existe una fascinación por el mundo espectral, la cual, a lo largo de los años ha quedado de manifiesto con todo tipo de obras de entretenimiento, desde películas hasta grandes clásicos del gaming. Luego de la interpretación mucho más occidental que vimos en los dos The Evil Within a todo el tema del horror, el estudio de Shinji Mikami regresa con algo marcadamente más japonés. Ghostwire: Tokyo es una historia de fantasmas que indudablemente ya le hacía falta al medio.

Ghostwire: Tokyo_20220308140858

En Ghostwire: Tokyo tomamos el control de Akito, joven que se encontraba en la zona de Shibuya cuando de la nada, una misteriosa neblina invade todo Tokio, haciendo que sus habitantes desaparezcan sin dejar rastro. Justo antes de que dicho fenómeno acabe con nuestro protagonista, un ente fantasmal conocido simplemente como KK, se mete dentro de su cuerpo y lo salva de la catástrofe, esto para darse cuenta de que junto con la niebla, unos seres conocidos como Visitors o visitantes, están acabando con todo lo que sobrevivió.

De mala gana, Akito no tiene más opción que formar una alianza con su huésped, el cual, se convierte en una especie de guía dentro de todo este extraño mundo, igualmente a regaña dientes y sin muchas más opciones. A partir de ese momento, se comienza a forjar una relación bastante interesante entre estos dos personajes, pues la realidad es que ninguno está contento con la situación en la que se encuentra, además de que sus objetivos, muchas veces no coinciden. Por un lado, el joven que controlamos solo quiere recuperar a su hermana que estaba hospitalizada cuando todo se salió de control, y por el otro está KK, quien solía ser un detective cazafantasmas que sabe mucho más de lo que está pasando en realidad con la capital japonesa y que por supuesto, tiene intenciones secretas.

A partir de ese momento, poco a poco vamos descubriendo qué o quién está detrás de todo el desastre y a su vez, conociendo mucho más de Akito y de KK como personajes, mismos que al menos durante estas primeras horas de juego, han tenido un desarrollo mucho más importante de lo que me esperaba. Igualmente, estoy muy feliz con las historias que se me han contado en los múltiples sidequests que ya he completado. Saber de los habitantes de Tokio a través de sus espíritus y ayudar a que varios de ellos finalmente puedan descansar en paz, ha sido sumamente disfrutable y como te decía, me hizo pensar en más de una ocasión lo mucho que nos hacía falta una historia de fantasmas tan japonesa como la que nos está presentando Tango Gameworks en esta ocasión.

Un FPA en un mundo… ¿semi abierto?

Sin lugar a dudas, lo que más sorprendió cuando finalmente se reveló algo de gameplay de Ghostwire: Tokyo más allá de no ser The Evil Within 3, es que hacía por completo de lado todos los conceptos y formas de los pasados juegos de  Tango Gameworks, esto para concentrarse en un juego en primera persona mucho más apegado a la acción. Lo más sencillo sería decir que este nuevo título es justamente un FPS y ya, pero creo que luego del tiempo que he pasado con él y que muchísimas de mis dudas sobre su gameplay finalmente se han despejado, me parece que lo más prudente sería catalogarlo como un First Person Adventure, pues en realidad, no se siente como un juego de disparos en primera persona tradicional. 

Nuestro protagonista, Akito, ya te conté un poco hace unos párrafos, obtiene una serie de poderes para combatir a los entes espectrales que invadieron Tokio gracias a la llegada de KK. La primera de estas habilidades es una que te deja disparar lo que podríamos denominar como rayos de viento haciendo diferentes gestos de nuestras manos. Usando L2 en el Dualsense, puedes fijar a tu objetivo para después atacarlo con R2. El timming y en general feeling de estos disparos que generamos, me recordaron mucho más a algo como Metroid Prime que a cualquier otro FPS, tal vez también un poco en el alma de los Plasmids o Vigors de Bioshock. De igual forma, es posible lanzar un disparo cargado si sostienes el gatillo derecho por unos cuantos segundos.

Un poco más adelante obtienes un arco y más elementos para atacar a tus enemigos. Para rematar, hay un punto en el que el núcleo de los fantasmas queda expuesto luego de generarles algo de daño. Aquí, se abre una ventana de oportunidad para que dejando presionado el gatillo izquierdo, hagas una especie de finisher que normalmente te ayuda a ahorrar munición. Sí, tu poder no es infinito y ahorrarlo, justo como pasa con las balas en un survival, puede ser muy importante para poder salir adelante. Además, usando L1 puedes generar un escudo para cubrirte de agresiones enemigas ya sean melee o a distancia. Si cierras tu escudo en el momento exacto, podrías rebotarle su propio ataque a tu agresor. Pero ¿cómo se siente el combate? Sumamente bien. Aún es temprano como darte impresiones más concretas sobre la variedad de enemigos o cómo es que nuestros poderes van creciendo, pero te puedo decir que estas primeras horas han sido fabulosas. 

Algo que sentirás es que el control de Akito no es para nada ágil como normalmente vemos en un FPS, otra razón por la que creo, éste más bien es un FPA. Sus giros y demás movimientos llegan a ser considerablemente lentos. Esto podría sonar como algo muy negativo, pero en realidad no lo es, siendo una decisión de diseño completamente intencional y que tiene como objetivo hacernos sentir vulnerables, de nuevo, justo como pasa en un survival horror. De igual forma, es importante señalar que nuestro protagonista es un joven totalmente convencional que en realidad está en medio de todo por voluntad de alguien más, es decir, no es como que sea un caza fantasmas profesional ni un héroe de acción consolidado.

La exploración de las calles de Shibuya es otra de las cosas que levantó dudas cuando se nos dio un vistazo extendido al gameplay de Ghostwire: Tokyo hace unas semanas. ¿Qué estructura tiene la aventura? Luego de estas primeras horas, siento que estamos frente a un título de mundo semi abierto. ¿Qué quiero decir con esto? Pues bien, el juego te da cierta libertad de exploración, pero en realidad, estamos ante una experiencia generalmente guiada y muy apegada a su narrativa.

Tokio ha sido consumida por una extraña niebla que trajo consigo seres del otro mundo generalmente hostiles. Dicha nubosidad ha bloqueado parte de la ciudad y es imposible caminar dentro de ella. Para irla limpiando y permitiendo que más zonas de la ciudad puedan ser exploradas, debemos de básicamente exorcizar algunos arcos tori. Conforme vas progresando, más partes de la capital nipona se van liberando y la exploración se vuelve un poco más libre y sobre todo vertical, pues es posible andar brincando sobre los techos de algunos edificios, un poco a la Dying Light. ¿Y qué tanto puedes hacer en la ciudad? Pues bien, además de tener misiones secundarias como por ejemplo, ayudar al espíritu de una anciana que extravió a su nieta, puedes comprar provisiones de un gato fantasma en las distintas tiendas de conveniencia, ayudar a otros espíritus a regresar a sus cuerpos y demás. Repito, Ghostwire: Tokyo no es un juego de mundo abierto como tal, solo usa algunos elementos de este tipo de diseño. 

La progresión dentro del juego es igualmente bastante simple. Cada que completes un quest, elimines enemigos o ayudes a que una serie de espíritus regresen a sus cuerpos, obtendrás experiencia, la cual, además de aumentar algunos de tus stats como la barra de salud de manera automática, te otorgan puntos de habilidad que podrás invertir en mejorar tus diferentes capacidades. Sí, creo que en términos de gameplay, Ghostwire: Tokyo no busca encontrar el hilo negro ni mucho menos, aunque eso sí, muestra una marcada personalidad en todo sentido.

Lluvia sobre Shibuya

La ambientación siempre ha sido crucial para todos los juegos en los que Shinji Mikami está involucrado y para Ghostwire: Tokyo, me queda claro que puso a trabajar a sus mejores artistas para no solo hacer una fiel recreación del centro de la capital de Japón, sino para darle este fuerte sentimiento de desolación y de que algo verdaderamente malo acaba de suceder.

Ghostwire: Tokyo funciona en Unreal Engine 4 y lo hace de una forma verdaderamente espectacular. La ambientación lluviosa y nocturna de la ciudad luce sumamente bien, pues contrasta a la perfección con todas las luces neon de las calles que generan preciosos reflejos en la gran cantidad de charcos que se formaron en el pavimento. La neblina que cubre la metrópoli ayuda un montón a justamente darle esa profundidad de terror a los lugares que visitamos. También de destacar el enorme cuidado y detalle que se le puso a los múltiples interiores que visitamos, sobre todo cuando una fuerza fantasmal está afectando el espacio tiempo, haciendo que las cosas se puedan poner muy extrañas. 

Como seguro ya sabes, Ghostwire: Tokyo solo se estará lanzando en PlayStation 5 y PC, por lo que tenemos algunos interesantes elementos en su parte técnica. En la consola de Sony, se nos dan múltiples opciones de visualización. Sí, acá no solo tienes el clásico Quality y Performance Mode, no, se da otra serie de opciones que por ejemplo, liberan por completo el framerate o que incluso, apagan el V-Sync para justamente elevar lo más que se pueda los cuadros por segundo a los que corre el juego. Sin duda alguna, todo esto es sumamente atípico para un título de consola y la verdad, ahora mismo no entiendo bien por qué dar tantas opciones. Creo que lo más prudente es esperar a un análisis técnico de éstas en específico para saber el por qué de esta decisión.

Del Quality Mode te puedo decir que enciende la capacidad de Ray Tracing que tiene el juego, además de ponerlo en 4K nativo en casi todo momento, esto claro, al costo de limitar su framerate a 30 cuadros por segundo. En el otro extremo está el modo de rendimiento, el cual, apaga el Ray Tracing y baja la resolución y calidad de imagen considerablemente, esto claro, para poder correr a 60 cuadros sumamente estables. Al menos en mi caso y como siempre suelo hacer, opté por el modo de calidad al precio de jugar a 30 cuadros. La verdad es que la imagen gana muchísimo volumen con el RT encendido y el aumento de resolución, pero igual, como siempre lo menciono, esto al final es cuestión de gustos. 

Al ser un juego pensado para el PS5, tenemos un gran aprovechamiento del audio 3D del que es capaz la consola, el cual, obviamente ayuda muchísimo a sumergirte en la atmósfera que todos los visuales están empujando. Por su parte, la música sí me ha parecido un tanto falta de protagonismo y personalidad. Las características del Dualsense también están muy presentes y su aplicación es sumamente disfrutable. Desde las sutiles vibraciones que te hacen sentir las gotas de lluvia cayendo, hasta la intensidad de lanzar un poder y sentir cómo es que éste sale del control hacia la televisión, Ghostwire: Tokyo brilla de manera intensa por su aplicación de lo que se puede hacer con el mando de la actual consola de Sony. Y sí, los gatillos igualmente generan resistencia al momento de atacar.

De vuelta a Ghostwire: Tokyo

Mis primeras horas con Ghostwire: Tokyo han sido sumamente interesantes y muy, pero muy divertidas. Los caminos que he tomado y lo que he estado descubriendo en este mundo, me han cautivado enormemente. Lo japonesa que se siente toda la experiencia, es un auténtico refresco en medio de tantas experiencia AAA mayormente occidentales. Tango Gameworks indudablemente tomó el camino correcto, pues se siente una visión con objetivos claros. Parece ser que la despedida de Bethesda de las consolas de PlayStation, será una sumamente recordada.

Ghostwire: Tokyo se lanza este 25 de marzo en PlayStation 5 y PC. Espera muy pronto nuestra reseña con el veredicto final del juego, así como un amplio video en el que te lo mostraremos en acción.

Pleca-Amazon-OK

Alberto Desfassiaux
Editor en Jefe de Atomix. No me gustan los videojuegos... ¡adoro los videojuegos!