Cuando en el año 2013 se estrenó la primer película de Pacific Rim, tomó a todos por sorpresa. Por décadas, los fans del género de kaijus deseamos que se hiciera una película con la producción de Hollywood que reflejara esas espectaculares peleas de titanes entre los edificios de importantes ciudades. Aunque hubo algunos intentos, sólo en el manga y anime (incluso en algunos juegos) pudimos disfrutar de esas sensacionales batallas como debían de ser. Fue la visión de Guillermo del Toro la que por fin nos mostró que sí era posible hacer algo de gran calidad sobre el género y ahora llega una secuela, que intenta retomar el legado que dejó la cinta anterior. ¿Estará a la altura de lo que los fans esperan? Aquí está nuestra reseña de Pacific Rim Uprising (o Titanes del Pacífico: Insurrección en latinoamérica).
Lo primero que debes de tener en mente al ver la película, es que no fue escrita ni dirigida por Guillermo del Toro, él sólo la produjo. Sí hubo un momento durante la preproducción en la que el mexicano se iba a encargar tanto del guión como de dirigirla, sin embargo por cuestiones de tiempo con sus otros proyectos, tuvo que encargar tanto el guión como la dirección a otras personas. Y sólo por mencionarlo, la idea original de Pacific Rim no fue de Del Toro, sino de un guionista llamado Travis Beacham. Lo que sí hizo el tapatío fue completar un guión con sus ideas y llevarlo todo a la pantalla grande.
Pacific Rim Uprising fue dirigida por Steven S. DeKnight. Si su nombre no te suena familiar, es porque apenas se trata de su primer película que dirige. DeKnight tiene experiencia en la pantalla chica con series como Spartacus y Daredevil, entre otras. Así que hacer algo que iguale la calidad que vimos en la primer película, ya era de por sí una labor titánica. Pero de una vez te puedo decir, que ha hecho un papel bastante aceptable, aunque obviamente no está a la altura de su predecesor.
Uno de los puntos que más me gustaron de Pacific Rim Uprising, es cómo vincula los hechos con la película anterior. Si algo no me gustó de la original, fue que al final ya no supimos qué pasó después de que cerraron la Brecha. Los protagonistas terminan felices con un beso en medio del Océano Pacífico. Siempre me quedé con la duda sobre qué pasaría con el resto del mundo. Eso se responde en los primeros minutos de la secuela.
10 años después del final feliz de la primera cinta, el mundo vive en un estado de paz virtual. La amenaza de Kaijus ha sido eliminada, aunque de todas formas mantienen activas sus defensas en caso de que haya otro ataque. Las ciudades que más sufrieron los estragos de la guerra de la década previa, fueron las costeras, en las cuales hay completa anarquía y hay pandillas que lucran tanto con los restos de los gigantescos monstruos como con las piezas de los Jaeger inservibles.
El mantenimiento de los colosos metálicos también está pasando por problemas económicos. Los gobiernos, al no tener una amenaza segura, planean dejar de financiar el proyecto. La única esperanza parece estar en el sector privado, pero eso implicaría que ellos tendrían el poder absoluto sobre ellos.
Ahí es donde entra el protagonista, Jake interpretado por John Boyega. Es el hijo del General Stacker Pentecost (Idris Elba) quien después de sus acciones en la primera película, ahora es toda una leyenda y un héroe. No obstante, Jake no tiene mucho que ver con su padre y ha preferido una vida de rebeldía alejada del proyecto de los Jaeger. Jake se encontrará con una joven llamada Amara Namani (Cailee Spaeny) quien añora la época dorada de los Jaeger ya que tiene motivos personales para querer ser la piloto de uno de ellos.
Estos personajes son los encargados de llevar el peso de la película, lo cual logran cumplir de forma adecuada. Mientras que el resto de los personajes no llegan a ser tan entrañables como ellos, a excepción de los que regresan de la cinta de 2013. En particular, resulta interesante ver a John Boyega en su primer blockbuster protagónico después de Star Wars. Sí ha participado en otras películas, pero nada comparado con el nivel de acción y producción de ambas cintas de ciencia ficción. El resultado es favorable y logra diferenciarse del personaje de Finn por el que todos lo conocimos. Ahora ha dejado de ser un desconocido más y parece que la maldición de las películas de Star Wars no le afectarán.
La primera mitad de la película, o por lo menos una gran parte de esa mitad, se desarrollará en actualizar a la audiencia sobre cómo se encuentra el mundo y quiénes son los personajes principales. El conocer quién es el enemigo, aunque sus verdaderos motivos se revelarán hasta la última parte de la película. Si has visto los tráilers y avances, sabrás que los Kaijus están de regreso. Lo interesante es conocer el cómo y el porqué.
Lo que nos cautivó de la película de Guillermo del Toro, fue en gran parte el homenaje a los animes de kaijus y las referencias a la cultura japonesa tanto en la trama como en su estética. Sin olvidar obviamente a las películas de Godzilla o la serie de Ultraman. Si recuerdas, casi toda la película de 2013 tenía una fotografía muy colorida, como si se tratara de un anime con colores neón y una excelente fotografía por parte del también mexicano Guillermo Navarro.
En cambio, en Pacific Rim Uprising se nos presenta una estética completamente diferente. Una más apegada a los gustos occidentales de Hollywood que a un estilo japonés. Para ser más claro, sentirás que es menos Evangelion y más película de Transformers.
El diseño tanto de los Jaeger como de los Kaijus se mantiene prácticamente idéntico. Vemos nuevos titanes de gran poder y monstruos aterradores. El sentido de que son seres de proporciones colosales está muy bien logrado, lo cual nos lleva a batallas espectaculares.
De algo que no hay queja alguna en la cinta, es de la calidad de los efectos especiales. Te recomiendo ver la película en una sala IMAX si tienes la oportunidad. Pero no hay duda de que la tienes que ver en el cine para disfrutarla al máximo. Porque además de ser una película para entretenernos, también es toda una experiencia el ver a esos seres colosales en una pantalla grande. No la apreciarás igual una vez que salga para formatos caseros.
Pacific Rim Uprising es una secuela que expande en gran medida el universo que vimos en la primer película y lo hace de forma aceptable. No será la máxima cinta de acción del año, pero sí tiene momentos interesantes y, sobretodo, emocionantes.
La producción se siente completamente diferente a la de la primer película, ahora teniendo un estilo más parecido a otras películas similares (en específico a Transformers) y deja de tener su propia personalidad como lo tuvo la anterior. Era una labor complicada el igualarla y sale apenas bien librada. Cumple con todos los puntos básicos que debía tener una secuela y agrega interesantes elementos a la historia de su universo.
El futuro de la franquicia dependerá de cómo le vaya en taquilla. Los productores han confirmado que si hay un buen resultado, ya tienen en planes no sólo una tercera película, sino también todo un universo de spin-offs y hasta un crossover con el llamado Monsterverse de King Kong y Godzilla. Pero por el momento, sólo ve y disfruta de las espectaculares batallas de los Titanes en la pantalla más grande que puedas.