Tras el lanzamiento de Death Stranding 2: On the Beach, muchos quieren saber cuál será el siguiente paso para Hideo Kojima. Si bien sabemos que Kojima Productions está trabajando en OD y Physint, su director ha revelado que desea desarrollar algún juego desde el espacio y arriesgar su vida como Tom Cruise.
En un reciente panel durante el Festival de Cine de Sídney, Kojima reveló que desea visitar alguna estación espacial, pero no quiere formar parte de tour de multimillonarios, sino que quiere entrenar y pasar varios meses fuera de la Tierra y, con suerte, crear un videojuego mientras se encuentra aislado. Esto fue lo que comentó:
“Quiero entrenar bien, aprender a acoplarme, ir a la Estación Espacial Internacional y quedarme allí unos meses. No soy científico, pero probablemente podría crear videojuegos en el espacio. Quiero ser el primero. Hay muchos astronautas mayores de 60 años, así que supongo que es posible.
Es la enfermedad de Tom Cruise. Tom Cruise descubre su valor al vivir con su vida en juego”.
Considerando que Kojima Productions está trabajando en OD y Physint, existe la posibilidad de que el siguiente juego del estudio tras el lanzamiento de estas dos entregas tenga elementos de exploración espacial. Si bien muchos pueden ver esto como un chiste o un deseo imposible, no se descarta la posibilidad de que Kojima tenga algún tipo de epifanía si este sueño algún día se cumple.
Por el momento, los pies de Kojima están en la Tierra, al menos desde un punto de vista literal, por lo que el director aún tiene mucho que mostrarnos en un futuro. En temas relacionados, aquí puedes checar nuestra reseña de Death Stranding 2: On the Beach. De igual forma, Kojima revela qué sucederá con su estudio si muere.
Nota del Autor:
Kojima es una persona que, si va al espacio, regresaría como un hombre cambiado por completo, el cual trataría de llevar a su equipo y actores a una base espacial con el objetivo de crear un juego que suena muy extraño en su concepto, pero que probablemente termine por definir el valor artístico de los videojuegos.
Vía: The Guardian