No me malinterpreten. No me mal viajé ni nada por el estilo. Simplemente me puse a pensar en cuál sería el posible futuro del género de videojuegos que tanto me gusta como los FPS. Esto, tomando en cuenta que ya sabemos cuál será la nueva generación de consolas: Wii U, PS4 y Xbox One. Así que decidí escribir algo al respecto.
¿Cuál es el siguiente paso de un género tan amado y odiado? Hay quienes dicen que ya no se puede cambiar, mientras que otros piensan que todavía tiene mucho que ofrecer. Pero, la realidad es que, desde mi punto de vista, hay poco por hacer ahora y en la próxima generación de consolas también. Esto no quiere decir que me moleste, por el contrario, los FPS son mi género favorito de los videojuegos, pero es cierto que, aunque hemos tenido nuevas consolas con mejores gráficos, la mecánica de disparar, ver y moverse sigue intacta, porque así lo requiere el género.
Cuando John Carmack y compañía crearon Wolfenstein 3D sentaron las bases del género. Es cierto, eran muy rudimentarias, pero son las mismas mecánicas hasta la fecha aunque un poco disfrazadas gracias a lo que ha ofrecido la nueva tecnología y consolas. Tomando en cuenta esto, llegamos a la pregunta: ¿qué puede ofrecer de nuevo este género o cuál es el siguiente paso?
Me queda claro que la experiencia visual con nuevos y muy potentes gráficos es el objetivo principal. Sin embargo, no podemos olvidar que el género sí ha tenido cambios importantes en los últimos años y para muestra de ello está la mezcla de otros géneros en uno mismo. Tal es el caso de Borderlands y la serie de Metro (Metro 2033 y Metro:Last Light). Por un lado, 2K y Gearbox fusionaron el RPG con el FPS y el resultado fue más que exitoso. En el otro panorama está 4A Games que nos ofrecieron el survival horror en primera persona con toda la acción que requiere un FPS. Desde mi punto de vista, creo que estas ideas y aportaciones han sido más que favorables para la industria y jugador.
Esos fueron algunos ejemplos recientes (últimos 3 años). Pero la realidad es que en este género lo que predomina es la acción y guerra. Aunque hay juegos que están muy bien acompañados por buenos e impresionantes cinemáticos como un Halo o Crysis, las secuencias de combate en los juegos de guerra siguen siendo uno de los atractivos principales para millones. Sí, me refiero a Call of Duty y Battlefield. Éste último ha demostrado ser un juego notable, diferente a su competidor e incluso se ha convertido en un juego muy competitivo y de nicho gracias a su sistema y estilos de juego multijugador.
En el caso de Call of Duty, sus héroes-protagonistas de acción como Ghost o el propio Soap MacTavish se han ganado el cariño de los aficionados al combatir en guerras virtuales para salvar el mundo. Tampoco se me olvida por ningún motivo el gran trabajo de Guerrilla Games con la serie de Killzone, que es una de las IP más respetadas de PlayStation que se ha ganado con justicia un lugar en esta generación entre los juegos más destacables.
La lista es larga y podría seguir. Pero, es importante regresar al punto central del texto y la evolución del género. ¿Qué más puede ofrecer los FPS?, ¿mejores narrativas? No sé si los jugadores realmente estén interesados en jugar menos y leer o entretenerse más con la historia de un juego que demanda por lógica que sea muy dinámico. Aunque hay notables ejemplos de hacer las cosas bien tanto en narrativa como en acción y prueba de ello es Bioshock Infinite. Aunque lo podemos considerar como una obra de arte, apenas logró rebasar los dos millones de copias vendidas (algo que no es malo, pero está lejos de competir con otros juegos del mismo género en términos estrictos de ventas). ¿Mejores gráficos? Nos queda claro que la tirada es seguir este camino y muestra de ellos es el nuevo Killzone con Shadow Fall para el PS4 y el notable poder que las nuevas PC ofrecen cada 6 meses con nuevas tarjetas de gráficos. No hay otro camino, por ahora.
¿Mejor uso de dispositivos de interacción como parte de la experiencia? Es decir, ¿que los controles tengan un mayor peso? Tal vez. Esto lo puedo pensar una vez que le puse las manos al nuevo control de Xbox One, el cual cuenta con un nuevo sistema de vibración interior que cambia completamente dependiendo la situación del jugador y el medio (aquí se los explica mi amigo Ash). Acciones como encender un auto, manejar un helicóptero, disparar una pistola y hasta aventar una bola de fuego hacen que cambie la vibración del control. Aunque esto es algo “nuevo”, no creo que vaya a ser un factor fundamental en la experiencia final.
¿Usar Kinect? No lo creo y la razón es porque la tecnología de Kinect no creo que esté lista (en este momento) para tener una capacidad de respuesta adecuada y lógica para procesar tanta acción en pantalla durante un tiroteo y seguir los movimientos del jugador. Un control o dispositivo inalámbrico jamás será igual a uno conectado directamente a la consola. Es natural que tenga un ligero “delay”.
Un control o dispositivo inalámbrico jamás será igual a uno conectado directamente a la consola. Es natural que tenga un ligero “delay”.
También es importante analizar por qué hay tanto odio hacia este género últimamente. Si bien no ha encontrado el hilo negro en los últimos años, sí ha cumplido su objetivo de entretener. El sentimiento de darle a alguien la opción de disparar en guerras ficticias y ser el héroe mundial es algo que difícilmente pasará de moda. Basta con echarle un vistazo a las ventas de Call of Duty; tan sólo Modern Warfare 3 vendió más de 20 millones de unidades entre ambas consolas (Xbox 360 y PS3). Ojalá que así fuera con otras series que apenas pasan el millón y que terminan en el olvido.
Si lo vemos fríamente, Activision ha hecho bien su trabajo y ha cumplido con el clásico lema: “para qué cambiar la fórmula de algo que es un éxito”. ¿Qué más puedes proponer, más y mejores enemigos? No importan si son Chinos, Rusos, Latinos o del Medio Oriente, tu objetivo será destruirlos en alguna misión. Lo importante será el desenlace de esa misión y el desempeño del jugador para llegar al objetivo.
¿Una versión turbo cargada-renovada 10.0 de Power Glove?
No existe y no sé si uno como jugador estaría acostumbrado a cargar en su mano de forma permanente un aparato que le permitirá replicar el efecto de disparar y recargar su arma en pantalla. Para mí, no hay nada hasta la fecha como la sensación de tomar un control en mis manos y ponerme a jugar. Sé que mi forma de pensar es muy diferente a las de otro tipo de jugadores que fácilmente quedarían apantallados con algo así, un nuevo Power Glove. Es como cualquier cosa nueva en el mercado que tendrá su momento y será una tendencia, pero el consumidor es quien dictaría el éxito o fracaso del mismo. Tal y como pasó con el Power Glove original que fue uno de los más grandes fracasos comerciales de Nintendo.
Entonces, ¿qué podría ofrecer de nuevos los FPS? Echando un poco de memoria, recordé toda la atención que ha captado los famosos Oculus VR. Se ve muy bien lo que este prototipo de tecnología pueda aportar a los juegos. Sin embargo, nada de lo que mencioné anteriormente está ligado en sí con el juego, ya que son accesorios o artefactos que serían un medio a través del cual puede cambiar la forma de juego, pero el concepto como tal de los FPS permanecería intacto. Tal como se ha visto y hemos jugado.
Más allá de innovar, es una cuestión de gustos y percepción de cada jugador y consumidor que elige un producto. Siempre habrá un público para Call of Duty y Battlefield y siempre existirá el respetado público amante de los RPG o juegos de acción y aventura.
Así como siempre habrá un Mario Bros para cada generación nueva de jugadores y antigua, también habrá un FPS que nos acompañe en nuestra trayectoria como video jugador.
Entonces, ¿cuál es el futuro o siguiente paso de los FPS? Creo que la respuesta está ahí, en nuestras casas y es: seguir siendo un medio de entretenimiento muy demandante y popular, pero que ha sabido ser atractivo y muy rentable para las compañías en todo este tiempo.