Star Wars Episode III: Revenge of the Sith cuenta con una de las escenas más emblemáticas de toda la serie. Después de aceptar su lado oscuro, Anakin se da a la tarea de ir al templo Jedi en Coruscant, en donde mata niños. Si bien esta sección ha sido controversial, está más que justificada, no solo dentro del contexto de la película, sino que la novela de la cinta expande este momento.
Después de que Palpatine se convierte en el emperador del Imperio, comienza la Orden 66, y los Jedi son declarados enemigos, por lo que Anakin, junto a un ejército de clones, se da a la tarea de erradicar a cualquier Jedi dentro del templo en Coruscant. De acuerdo con George Lucas, en los comentarios de la edición en DVD de Revenge of the Sith, Anakin es encomendado esta tarea, debido a que es el usuario de la fuerza más fuerte, después del Sith Lord, y es capaz de eliminar a cualquiera que se interponga en su camino, y eso incluye niños.
Por su parte, Anakin desea salvar a Padme a cualquier costo, por lo que jóvenes padawans se convierten en obstáculos menores en su objetivo principal. Junto a esto, Matthew Stover, en su novelización del guión del Episodio III, escribe que Palpatine no solo ordena a Anakin que destruya a los Jedi, sino que emplea términos como “esterilizar” el Templo y “no dejar ningún ser vivo” detrás.
Por último, el acto terrible que comete Anakin lo transforma en Darth Vader, demostrando su lealtad al emperador. De esta forma, las acciones de Anakin dentro de la historia tienen sentido. En temas relacionados, desarrolladores de Star Wars: Outlaws hablan sobre el DLC de este título. De igual forma, empiezan a retirar la mercancía de The Acolyte.
Vía: Star Wars