La industria del espectáculo es la industria de crear subculturas. No utilizo el prefijo "sub" con un sentido peyorativo, sino para señalar que son derivaciones o nichos. En Max Payne 3 hay una línea muy cierta: "podrás decir lo que quieras sobre los norteamericanos, pero entendemos cómo funciona el capitalismo: compras un producto y obtienes exactamente lo que pagaste". Ocurre exactamente eso con WWE 13. Tanto el espectáculo como el juego tratan sobre contar una historia a través de la lucha. El acto es desarrollado con magistral detalle: traiciones, alianzas, victorias y fracasos son interpretados por grandes como Stone Cold Steve Austin y The Undertaker. WW 13 captura y reproduce con maestría lo que vuelve tan atrayente al wrestling. Sigue leyendo.
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