Blood Knights es un coctel de buenas ideas que falla magistralmente en su ejecución. A grandes rasgos, se perfila como un producto muy robusto, con un sistema de armas y habilidades complejo, un ingenioso uso del multiplayer y actuación de voces en la totalidad de las escenas. Sin embargo, sufre de llevar estas ambiciosas características a medias, al tiempo que descuida otros rasgos elementales, como la física y el diseño de niveles. Si pudiera describir este juego con una sola palabra sería: insípido; no obstante, es esta misma construcción hueca del juego la que me empujó a pasar cada nivel, simplemente para saber con qué más me sorprendería, riéndome a carcajadas con cada muerte absurda a causa de niveles mal planeados o caídas en abismos inexistentes.
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