Por fin llegó el día que los fans tanto hemos esperado. Hoy hace 25 años fue publicado el primer juego de Mega Man, presentando a uno de los personajes más queridos de esta industria. Después de un recorrido por 10 títulos, en los últimos días, nos toca despedir este aniversario con una breve reflexión de lo que significa la experiencia. Mega Man. Fight! Mega Man! For everlasting peace!
25° Aniversario de Mega Man:
25° Aniversario de Mega Man: La madurez de una serie de videojuegos
Mega Man V – La Joya Portátil
Mega Man Network Transmission – El Fantástico Hibrido
Mega Man Zero 4 – La Épica Catarsis
Mega Man Legends 2 – El Zelda Man
Mega Man 7 – Regreso en 16 Bits
Mega Man X4 – La Experiencia Anime
Mega Man 3 – El Zigurat Clásico
Mega Man X – La Obra Madura
Mega Man 9 – El Juego Perfecto
Mega Man 2 – La Creación con Mil Aristas
Prácticamente todos los que somos ávidos video jugadores, tuvimos un juego o una serie a través de la cual conocimos este fantástico mundo. En mi caso fue Mega Man 2, mi primer videojuego. Aunque tenía bastantes títulos favoritos en el NES, siempre encontré en la franquicia de Mega Man algo único y fabuloso que me seguía motivando a jugarla una y otra vez.
Los videojuegos son sistemas de reglas que te proporcionan una sensación de libertad. De hecho, en la época del NES fue cuando vimos títulos pioneros como The Legend of Zelda, Super Mario Bros o Metroid, que introdujeron por primera vez en la industria sistemas que llevaron la experiencia de libertad a un nuevo nivel. Sin embargo, la autonomía dentro de un videojuego es una ilusión, ya que todo ha sido previamente diseñado y dispuesto por alguien más. Pero es en este punto en el que entra el otro elemento que hace de los videojuegos un medio especial: la narrativa.
Los videojuegos son sistemas narrativos incompletos (Eric Zimmerman), que necesitan de nosotros para completarse. Si no tocamos el control no pasa nada. Pero en el momento en el que tomamos el control y empezamos a modificar elementos, le estamos dando una acción a los hechos y habrá una consecuencia de eventos. Los aparentes límites se rompen para desaparecer por completo dentro de nuestra cabeza. Nosotros somos el narrador, nosotros somos la narración. Es por eso que nunca una persona tendrá la misma experiencia que otra en un mismo videojuego.
Nótese que durante el recuento de juegos no hablé de la primera entrega de Mega Man, pero fue porque afortunadamente lo que introdujo esta obra inicial perduró y tuvo resonancia a lo largo de las franquicias, y de eso quería hablar en este texto.
Para mí, Mega Man 2 ofreció un universo de posibilidades que para un niño de 5 años era una sensación lúdica que sobrepasaba todo. Esta dinámica se creaba gracias a la oportunidad de poder elegir el nivel en el que quieras jugar así como al compendio de armas que obtenías al derrotar a cada jefe. Estas eran para mí las herramientas necesarias para que cada vez que jugara un Mega Man fuera una aventura totalmente diferente a la anterior. Una aventura en la que yo era el protagonista, yo era Mega Man.
Afortunadamente para mí, los títulos de Mega Man siguieron publicándose y cada entrega la esperaba con igual de ansias que a su antecesora. En esto, también los juegos de Mega Man tenían algo que me atrapaba, ya que te daban este molde, en el que ya sabias el tipo de contenido que podías esperar. En cuanto anunciaban un nuevo título, ya anticipabas que vendrían 8 nuevos Robot Masters, cada uno con una nueva arma que sería tuya después de derrotarlos. Y sin siquiera tener el juego en mis manos, con solamente ver unas cuantas imágenes en una revista, podía empezar a hacer mis propias aventuras.
De cierta manera se puede trazar un paralelo entre Mega Man y series de horror de la década de los ochenta, como Friday 13th y Nightmare on Elm Street o recientemente, con Saw. En ellas, todo mundo sabía que el villano iba a matar a sus víctimas, pero lo llamativo era ver las “maneras creativas” en las que iba a cumplir su cometido. Esta expectativa de llenar “huecos” de contenido en los videojuegos, siempre ha sido una de las experiencias que más me han satisfecho, y en los títulos de Mega Man siempre están presentes. ¿Quién no ha continuado jugando por “sólo unos minutos más” por la curiosidad de ver al nuevo enemigo, obtener la próxima arma o llegar al próximo nivel? Es ahí donde un buen diseñador de videojuegos debe hacer su trabajo, creando estos hilos invisibles para motivarnos a seguir en el mundo que creó.
A lo mejor lo que estoy describiendo aplica para cualquiera de las grandes series como Final Fantasy, Metal Gear Solid, Mario Bros., Castlevania, Street Fighter y Halo, entre muchas otras. En un medio tan complejo como los videojuegos, deben darse ciertos factores especiales para que series de juegos perduren por décadas. Y como vimos en el curso de los últimos días, la franquicia de Mega Man ha estado presente a lo largo de diferentes generaciones de consolas, siendo fiel testigo y partícipe de la evolución de esta industria.
Independientemente de lo suceda en los próximos años, el impacto que ha tenido Mega Man merece todos los aplausos, al igual que los fans, que sin ellos esto no hubiera sido posible.
¡Felices 25 años Mega Man! Fight! Mega Man! For everlasting peace!
