Los juegos de ritmo son un nicho bien establecido. Xeen y SEGA se aventaron a desarrollar Rhythm Thief & the Emperor’s Treasure con la esperanza de capitalizar ese segmento de mercado. El resultado es un título que mezcla elementos de distintos géneros —aventura, ritmo, colección de minijuegos— con un estilo visual animesco y una trama policial bien elaborada. Sigue leyendo.
El gancho del título consiste en desarrollar el misterio principal —la desaparición del padre del protagonista— a través de una secuencia de minijuegos de ritmo, acertijos muy sencillos y exploración básica tipo juego de aventuras. Vamos a examinar cada una de las partes que componen al juego.
Aventura
Aquí pasarán una buena parte del título. En la pantalla de arriba verán un mapa muy al estilo de Super Mario Bros. 3 que abarca varios puntos de interés de París (aunque la estructura a muchos les recordará a la serie Professor Layton). Al llegar a cada “mundo”, en la pantalla inferior verán una ilustración bellamente realizada, que representa lo que hay en ese punto del mapa. Si entran a un edificio, ocurrirá lo mismo. Ahora bien, en cada uno de estos puntos en el mapa encontrarán personajes y otras cosas ocultas, como notas o medallones. En teoría, suena como algo positivo; sin embargo, la única dinámica que produce esta mecánica de juego es que los usuarios presionen como locos en la pantalla del 3DS y esto no aporta nada relevante a la experiencia de juego.
Para avanzar, deberán seguir instrucciones muy obvias. Rara vez se atorarán en algún punto, pues el título se encarga de poner una guía que indica claramente a dónde ir. Las ilustraciones de cada uno de estos escenarios fueron realizadas magníficamente y, de hecho, son mi parte favorita del título. Rhythm Thief es casi una guía turística de París. Se antoja visitar la ciudad y sus lugares más representativos. En este modo transcurre casi todo el juego: alguien les plantea un problema, ustedes ven la forma de resolverlo, entran a algún minijuego de ritmo, salen a buscar algo, una persona les da pistas, el título les dice a dónde ir y repiten esto mismo hasta concluir la historia principal.
En ciertos puntos de la trama, verán unas bellas animaciones que narrarán eventos importantes. Todo está en 3D y, en verdad, fueron muy bien realizadas. Entonan muy bien con el ritmo del juego, pues, además, son frecuentes.
Acertijos
A veces, cuando hablen con una persona, necesitarán reproducir algún sonido para resolver el problema. Por ejemplo, digamos que van en camino a un museo, pero su acompañante escucha a un bebé llorar. Entonces, deberán resolver el problema o no podrán seguir avanzando. La solución es fácil: su madre dice que el sonido de una sonaja lo tranquiliza siempre y, entonces, en el mapa aparece resaltada la ruta que deberán seguir. Al ir al lugar, verán una sonaja y, con tocarla, quedará grabado el sonido que solucionará el acertijo y les permitirá avanzar.
Por desgracia, más que acertijos, estas secciones parecen tareas por resolver. No implican ningún reto o desafío, pues simplemente consisten en seguir las instrucciones que el juego claramente presenta. Tampoco son problemas al estilo de los clásicos juegos de aventuras point & click, pues su solución siempre está a la vista. Sin duda, Rhythm Thief sería un mejor título sin estas molestas tareas.
Ritmo
Este modo constituye la carne del juego. A medida que avancen en la historia, deberán superar distintos minijuegos de ritmo. Ejemplos: patear un balón, fingir ser una estatua, tocar un violín, bailar, saltar sobre lámparas. Cualquier acción que imaginen puede ser transformada en un ejercicio de ritmo. Si bien la calidad de la mayoría de los minijuegos es muy buena (el del violín es mi favorito), hay algunos que son confusos o carecen de ritmo. En muchas ocasiones encontré más fácil seguir la guía del juego (que pueden apagar) que intentar seguir el ritmo. Debemos agradecer la variedad de estos minijuegos, aunque tal vez hubiera preferido poder desarrollar más mis habilidades en un conjunto más pequeño. A menudo, se enfrentarán a un reto completamente nuevo y que deberán repetir varias veces si quieren sacar una calificación alta. Me hubiera gustado que los desarrolladores explotaran más los minijuegos más prometedores, como el de patear un balón y el de saltar sobre las lámparas de un teatro.
Casi todos estos minijuegos son controlados por el stylus y la pantalla táctil del 3DS; sin embargo, hay varios que requerirán mover el 3DS. Pero debo señalar una evidente desigualdad: la precisión necesaria para un título de ritmo simplemente no puede conseguirse con el giroscopio del 3DS. Si los comparamos con aquellos que requieren presionar un sólo botón o realizar trazos sencillos con el stylus, la diferencia es abismal.
Por lo anterior, un director de juego como Shun Nakamura (Samba de Amigo) y un compositor con tanta trayectoria en SEGA como Tomoya Ohtani (Sonic Colors, Sonic the Hedgehog, Feel the Magic XY/XX) forman una mancuerna ideal. Su experiencia sale a relucir en la vibrante banda sonora y lo sólido que se siente el paquete (salvo, claro, por los puntos negativos que ya señalé).
Modos de juego
Además de Story, la modalidad principal, podrán competir con un amigo vía Wireless, ya sea que tenga su copia del juego o no, y también con extraños que hagan un StreetPass con ustedes. En Rhythm List podrán volver a disfrutar los minijuegos que vayan desbloqueando en el modo Story. Además, hay un Gallery Mode en el que podrán volver a ver las animaciones del juego, escuchar canciones y más elementos, que podrán comprar con los ya mencionados medallones. Además de lo anterior, hay un modo oculto que no adelantaré para conservar la sorpresa para los que vayan a jugarlo.
Conclusión
Rhythm Thief & the Emperor’s Treasure es un título muy completo: posee una buena trama, minijuegos de ritmo interesantes y una dirección de arte muy agradable. Las animaciones en 3D añaden un muy bien ritmo a la experiencia. Sin embargo, hay modalidades del juego que simplemente no están a la par con el resto: recorrer el mapa y resolver acertijos significa simplemente seguir instrucciones, pues no hay ningún tipo de reto. Al final, aunque el ritmo del juego es variado, la monotonía de las secciones antes señaladas y la falta de profundidad de algunos minijuegos afectan negativamente la experiencia de juego.
Siete punto cinco.
