Desde que vi el tráiler de Don’t Breathe, me generó mucha intriga acerca de cómo una película de suspenso en la que un ciego es el antagonista, podría llegar a ser una buena película; puedo decir que este filme tiene los ingredientes necesarios para serlo.
Estamos viviendo una oleada de buenas películas de suspenso y terror que nos faltaba desde hace años, es cierto, no son muchas, pero hay grandes esfuerzos que nos dejan con buen sabor de boca: It Follows, Lights Out, The Visit o The Witch son buenos ejemplos de esta creciente tendencia del género.
Don’t Breathe es una película dirigida por Fede Alvarez, un escritor y director uruguayo conocido por Panic Attack y claro, por el remake de Evil Dead en el 2013. Por esta misma razón el sudamericano ya está acostumbrado y tiene experiencia para la realización de películas de estos géneros. Desde la creación del primer tráiler se nota “su mano” para emocionarnos a los fanáticos del género. Sin más rodeos, les contaré qué tal está.
Rocky (Jane Levy), Alex (Dylan Minette) y Money (Daniel Zovatto) son un trío de roba casas en Detroit bastante buenos y experimentados a pesar de su corta edad, que están reuniendo dinero para salir de la pobreza y mudarse a otra ciudad en la que puedan tener mayores oportunidades y mejor calidad de vida.
El modus operandi de estos delincuentes es con la ayuda de Alex y su conocimiento acerca de las alarmas de las casas, ya que su padre las vende, es por ello que es más sencillo para ellos desactivarlas y así recolectar objetos materiales (nunca dinero, regla de oro) para poder venderlos a un sujeto diestro en el mercado negro, personaje que asigna los blancos. Obviamente estos chavos roban después de investigar por días a la familia que van a atracar.
Rocky y Money son pareja, y su plan de irse a vivir juntos y lejos (con la hermana menor de Rocky) es ya casi un hecho, por lo que aceptan un último trabajo, sin embargo, es diferente. El blanco definitivo es una casa en un condado abandonado en el que vive un anciano veterano de guerra (Stephen Lang) y posee una increíble fortuna en efectivo producto de una indemnización por el atropellamiento de su hija, de modo que la pareja decide persuadir a Alex para trabajar en su última casa, aunque éste último no quiera por las circunstancias del atraco y de la regla de oro. Suena sencillo, ¿no?
Es así como este tridente entra a la casa de este veterano anciano (y su perro) y descubren que es un ciego… y está loco, pero en la oscuridad ¿quién tendrá más ventaja al final?
Como película de terror/suspenso es muy creativa, la manera en que se van desencadenando los eventos están muy bien pensados, aunque están tan perfectos que caen un poco en la falsedad, pero aún así nos van llevando de la mano por toda la película; Fede Álvarez hace que nos enfoquemos en los aspectos que son importantes en el momento de cada escena, viviendo en el presente, pero indagando a futuro en nuestros cerebros. Sobre todo gracias a la primera escena de la película.
El filme no se vuelve en ningún momento cansada gracias a esta dinámica en el guión. Los adolescentes atrapados en la casa con el invidente planean en cada momento cómo poder escapar de ahí, pero la avaricia también juega un papel importante, por lo que escapar con el botín se les complicará más de lo esperado.
Algo interesante de la película, es que la incursión del ciego en las escenas es repentina, en ocasiones aparece como si se tratase de un survival horror, buen recurso similar los screamers, pero más elegante.
Como bien sabemos, las personas con discapacidad visual suelen evolucionar sus otros sentidos exponencialmente, en este aspecto, la película las fuerza para que el filme tenga más sentido, pero en ocasiones no se siente tan creíble.
A pesar que la actuación de Stephen Lang es muy buena, estos detalles de guión le quitan veracidad. Momentos en los que el sentido del oído debería ser factor para darle ventaja al invidente, no son aprovechados, pero en otras ocasiones sí. Al igual con el sentido del olfato. Sí, yo sé que hay personas que evolucionan un sentido más que otros, pero la falta de coherencia aquí es que el anciano parece estar súper desarrollado pero no siempre aprovecha de esas capacidades a pesar de tenerlas.
Don’t Breathe es una gran alternativa de suspenso/terror que supera las expectativas, me gustó más por los inesperados giros que tiene la historia (giros muuy inesperados). Se nota que Fede Álvarez ya tiene bien medida la construcción de filmes del género y aunque lo mencioné más arriba lo reitero, esa sensación de estar en un Survival Horror está chula, creo que en un futuro se podría trabajar en una premisa como la de la película para la realización de un juego (pensamiento subjetivo).
Las actuaciones son, medianamente buenas, salvo por Stephen Lang y su gran caracterización del invidente, Dylan Minette tiene algunos chispazos, pero al final de cuentas, como equipo, logran sacar bien la chamba.
La película nos habla un poco acerca de la realidad que vive Detroit y su baja considerable de población, con gran cantidad de edificios abandonados y comunidades fantasma (ideal para una película de terror, ¿no?).
Y acerca de los screamers… como la mayoría de las películas de suspenso, los tiene, sin embargo, me parece que los colocan en buenos momentos y sin atascarlos con sonidos estridentes, a veces lo hacen con sonidos secos pero contundentes.
Para terminar, el manejo de la ambientación y el sonido es muy buena, esta peli es un ejemplo de que los silencios, sin música, pueden generar mucha tensión, así como los golpes secos, sin eco, rechinidos de puerta, el crujir de la madera del piso, las respiraciones mismas, todo en conjunto hacen un buen ensamble.
En fin, me parece que esta película cumple y sorprende, la recomiendo sobre todo por la entretenida manera de llevar la película. Un poco absurda en ciertas ocasiones, pero entretenida.
Les dejo el tráiler para que se den un “quemón”.