¿Otro juego de zombies? Es completamente normal que pienses esto cuando nos encontramos en un medio que si bien, ha dejado a los muertos vivientes de lado desde hace un rato, no deja de tenerlos presentes de una u otra manera, normalmente con juegos malos o a lo mucho mediocres que aportan nada. Caso reciente el de Days Gone. En 2015, un poco coincido Techland nos presentó una aproximación al género bastante interesante por medio de Dying Light, juego que si bien, no pasó a ser algo tan trascendente, fundamentó una base de fans sumamente leales. Ahora, nos encontramos cerca de conocer a su secuela, de la cual, vimos gameplay extendido en el marco de E3 2019.
En caso de que no hayas jugado el primer Dying Light, te cuento que la propuesta de los polacos de Techland tiene que ver con un juego en primera persona con muchos elementos de platforming y movimientos de parkour, así como combate melee en su gran mayoría, todo esto en medio de un mundo abierto que podemos explorar a placer. Es básicamente como si en Mirror’s Edge te pusieras a matar zombies con cuanta cosa te encontraras a la mano. Claro que la forma del juego va mucho más allá de lo que te acabo de describir, pero de manera burda, la idea va por ese camino.
Para Dying Light 2 y como siempre debe ocurrir con una secuela, el estudio desarrollado se fue por algo muchísimo más ambicioso, claro, partiendo de los buenos fundamentos que ya se tenían. Primeramente, estaremos recorriendo un mapa cuatro veces más grande que el del primer Dying Light, el cual, va mutando conforme a las decisiones que tomemos. Sí, las decisiones son un pilar central dentro de esta experiencia al punto de que de acuerdo con Techland, la primera vez que completes el quest principal, solo verás alrededor del 50 por ciento de todo el contenido que tiene que ver con el juego. Por cierto, la historia se desarrolla 15 años después de la de su antecesor.
En la demostración que pudimos observar, fuimos testigos de algunas de las fuertes consecuencias que nuestras decisiones tendrán en el mundo que recorremos, así como en los NPCs que conoceremos. Por ejemplo, en una secuencia se nos preguntó si queríamos quedarnos con cierto personaje después de que éste fuera herido con un disparo, o salir corriendo a perseguir a los agresores. El camino que se tomó fue el segundo y unos minutos más tarde, se nos anunció que el NPC en cuestión había muerto. Te estoy hablando de un personaje que cuando arrancó el demo, pintaba para ser uno de los más importantes de la historia y ahora, por una decisión nuestra, no estaba más. Claro que no podríamos estar seguros de que haber tomado el otro camino lo habría salvado, pero se nos dijo que así de fuertes llegan a ser las consecuencias.
Al final del gameplay se nos mostró otra decisión que impactó directamente al mundo en el que nos encontrábamos. Sin arruinarte nada, se decidió encender unas bombas de agua que secaron una sección del mapa bastante amplia. De habernos ido por la segunda opción que tenía que ver con no retirar el agua, esta área no se abría secado y explorarla, no hubiera sido igual.
Dying Light 2 me ha dejado con un más que grato sabor de boca con todo y que la verdad, esperaba muy poco de él. Creo que si eres de los que sigue con sed de un juego de Zombies que haga sentido y que cumpla con lo que promete, ésta podría ser la oportunidad que estabas esperando. Vale la pena resaltar lo bien que se ve el juego, así como lo divertidas que lucen sus mecánicas base. Saltar y después rebanar a un muerto viviente, parece que será verdaderamente placentero.
Dying Light 2 se lanza en Xbox One, PS4 y PC a inicios de 2020.