Hay que admitirlo de una buena vez: es difícil establecer cambios radicales en sagas deportivas anuales. No sólo por el tiempo que hay para trabajarlos, relativamente corto. También hay que admitir que, a veces, la falta de competencia evita que veamos novedades reales año con año. Madden 16 se enfrenta a este conflicto, en el que los cambios deben ser sustanciales y precisos para mantener vigente una de las serie más jugadas en Estados Unidos.
Semejante tarea no es poca cosa. ¿Qué detalle del futbol americano no ha sido abordado a lo largo de la serie? Dos aspectos, hasta el momento, no han sido tomados con la importancia que el publico estadounidense le da. Desde el futbol americano de fantasía, el cual tiene un seguimiento por sí mismo casi del mismo tamaño que el practicado en los emparrillados, hasta las peregrinaciones de miles de fans cada año para ver cómo se arma su equipo en el draft.
En Madden 16 toca el turno de ambos detalles para tomar el escenario principal, en una nueva modalidad: Draft Champions, modo en el que tus habilidades en el juego más allá del control y la estrategia en el campo son puestas a prueba.
Tienes un equipo base y quince rondas, en cada una de las cuales tienes cinco opciones muy distintas para mejorar tu roster. Debes pensar muy bien cada selección, considerando qué áreas necesitas mejorar y cómo quieres establecer tu plan de juego. Suena sencillo, pero no lo es. A veces tendrás a tu alcance jugadores franquicia, pero tendrás que dejarlos pasar porque te urge un liniero, e incluso rechazarás a un quarterback de fantasía ante la necesidad de receptores. O aceptar siempre al mejor prospecto, generando un equipo tremendamente desbalanceado. Tú eliges.
Tan pronto terminas de armar a tu escuadra estás listo para desafiar al mundo con ella. Con un estadio propio, este equipo de ensueño que armaste deberá probar ante otros jugadores o la inteligencia artificial su auténtica valía. Si no lo armaste bien, seguro las piezas a tu disposición en departamentos clave te harán un poco más complicada la vida.
Aquí luce, a su vez, una de las principales novedades del juego en cuanto a detalles gráficos. Las estadísticas del partido y presentaciones de jugadores clave funcionan como realidad aumentada. Además, cada vez que uno de tus drafteados realiza una jugada importante te muestra detalles de su rendimiento en el partido.
En cuanto a la jugabilidad, el apartado de los receptores es lo que quedaba por ser modificado. Lo cual es interesante, dado que actualmente son las jugadas por aire las que marcan el ritmo en la NFL (pregúntenle a Tom Brady cómo, dicen, quiso alterar este detalle). Por ello, es ese uno de los cambios más visibles.
Al momento de atrapar un pase, podrás elegir entre diversas opciones dependiendo de la jugada. Puedes decidir si asegurar la posición en el terreno donde recibe, e incluso buscar una carrera después de tomar entre sus manos el balón. Incluso podrás elegir si tomar una postura agresiva e ir a buscar el balón al aire.
Como en la vida real, cada una de estas posibilidades implica un riesgo, el cual depende de la jugada, el timing del pase y hasta de cómo reaccione el esquinero. A su vez, los defensivos también tienen opciones para bloquear el pase y hasta para ir a buscar una intercepción.
Madden, hasta lo que pudimos ver en E3, coloca cambios muy específicos para mantener la vigencia de la serie. La jugabilidad se adapta a la manera en que se juega hoy la NFL. Además, permite aprovechar la estrategia y el conocimiento acerca de armar un equipo de fantasía para profundizar la experiencia. No es un salto cuántico, pero sí mantiene una evolución clara. Si eres fan de la serie, seguro encontrarás novedades interesantes. Esperemos se concrete tan bien como lo vimos.
