Cuando se presentó Street Fighter V hace unos meses, la comunidad se encontró con un juego sumergido en claroscuros. Por un lado, contaba con mecánicas de juego refinadas y muy bien trabajadas, las cuales buscaban potenciar las cualidades competitivas del título. Sin embargo, lo que saltó principalmente a la vista fue no sólo la carencia de modalidades profundas en el juego offline. También la promesa de que varios de esos contenidos terminarían por incluirse en fechas posteriores. Dicha situación redujo las posibilidades del juego tanto ante la crítica como a nivel de ventas.
Han pasado cinco meses desde el lanzamiento del título y ya se han sumado diversos contenidos descargables. De los seis personajes adicionales prometidos, cuatro ya están disponibles para jugar en las retas y en los diversos modos de juego. Sin embargo, la joya de la corona es A Shadow Falls. Más que un update, estamos hablando de un DLC independiente dedicado contar la historia principal del título, con todo y las secuencias cinemáticas prometidas a los fans del juego. Incluso, hay que decirlo, se adquiere de manera gratuita en la PlayStation Network y Steam.
En el papel, con este modo de historia debería estar prácticamente completo el juego. Al menos en la forma que se prometió de forma previa a su lanzamiento. Pero la pregunta es simple: ¿valió la pena esperar tanto por la narrativa?
¿De qué manera justificamos que todo el elenco de peleadores se una en una batalla intensa por el futuro de la humanidad? Es verdad que, pese a su naturaleza, diversas series de peleas han presentado tramas plausibles. En algunos momentos, incluso han presentado narrativas medianamente complejas. Street Fighter, a lo largo de más de un cuarto de siglo, ha generado arcos argumentales importantes. No llegarán al nivel de otros juegos con historias inolvidables, pero han sabido dotar a los combates de un trasfondo que sume interés a lo que sucede.
Sin embargo, Street Fighter V no logra generar este nivel de narrativa. El modo de historia hace visible que fue generado de manera atropellada y no tanto un contenido adecuadamente planificado. Empezando por el hecho de que bajas un update de varios GB de peso, pero no te avisa de manera adecuada que necesitas adquirir un DLC gratuito para jugar la historia. Con esto empezamos una serie de desatinos por parte de los guionistas y del equipo de desarrollo, los cuales le quitan el brillo a este relato muy, pero muy esperado.
La historia tiene dos ejes principales. O, en teoría, debería tenerlos. Uno de ellos es la cacería de Necalli por alimentarse de las almas de grandes guerreros, lo cual lo lleva a encontrarse con nada más y nada menos que Ryu. Nuestro karateka favorito, en tanto, desea evitar caer ante la tentación del Satsui no Hado. Mientras tanto, el resto del róster combate por misteriosas piezas de ajedrez, las cuales sirven para controlar misteriosas esferas en órbita conocidas como Lunas Negras.
A nivel de trama, la historia termina defraudando. Es un ir y venir de personajes que no convence. Hay personajes que ni siquiera terminan de presentarse de manera correcta y ya perdieron relevancia. Apenas estamos conociendo las motivaciones de un peleador y ya estamos peleando con algún otro. Lo cual, vamos a ser honestos, está lejos de ser cómodo a nivel de atención.
Se agradece que el modo nos permita jugar controlando a diversos personajes, incluso los peleadores DLC que no se han lanzado de manera oficial. Pero mientras juegos como Mortal Kombat X nos permiten ir de cabo a rabo con un arco argumental definido, en Street Fighter V se corta el ritmo de la historia con el único motivo de cambiar el personaje que controlas. Para rematar, algunas peleas parecen mero pretexto para manipular a un peleador en específico. Es un problema tradicional de los juegos de combate, pero en este caso es descarado.
Hay momentos en los juegos de pelea en que la trama busca ser tan elaborada que sobrepasa los límites de la exageración (Mortal Kombat) o resulta excesivamente enredada por momentos (The King of Fighters o Guilty Gear). ¿En qué categoría se ubica Street Fighter V? En la de los clichés. Más de una vez nos encontramos en la situación de que dos personajes, por el sólo hecho de encontrarse, se retan a un combate sin más razón. Mientras tanto, por momentos el desarrollo de la narrativa es caótico y tan sin chiste que le encuentras más sentido a la película de Van Damme que a lo mostrado aquí.
Hay personajes que no tienen el peso que merecen. Otros reciben más exposición de lo que su desarrollo en la trama amerita. E incluso se da el caso de que diversos personajes, que se supone son clave para el argumento de esta entrega, desaparecen por largos ratos. Así de inconsistente es la historia que Capcom se ha dedicado a mostrarte.
No esperes mucha duración, estamos hablando de un modo con alrededor de tres horas de juego y cinemáticos. La sensación que deja es agridulce, haciendo notar que el modo fue construido principalmente para complementar un juego criticado por sus carencias. Hemos visto mejores narrativas en juegos de pelea. Ya hemos mencionado algunos ejemplos, e incluso algunos momentos del modo arcade en Street Fighter IV tienen más intensidad que lo visto en toda la trama.
Obviamente no es todo un desastre en esta modalidad. Hay unos cuantos aspectos que vale la pena resaltar. El primero es que el modo no se limita al róster disponible que tendrá el juego. Podrás enfrentarte a un puñado de peleadores genéricos, pero también a las misteriosas Dolls de Bison. Enfrentarte a Santamu o Aprile es una sorpresa atractiva. Además de que no son skins, sino que cuentan con su propios movimientos. Sería genial, seamos honestos, poder jugar con ellas como parte de un eventual contenido descargable.
Jugar con Juri o con Urien es lo mejor que puede darte el modo. Ambos son personajes que se controlan muy bien y se llevan muy bien con la mecánica del juego. Juri es una peleadora ágil cuyas patadas pueden darte mucho provecho. Mientras tanto, Urien cuenta con movimientos de ataque bastante intensos. Además, su enlace con otro personaje es uno de los puntos mejor realizados en la trama.
No todo en el guión es malo, ya que existen momentos en la historia donde nos dejan ver a los personajes en momentos muy emocionales. Simplemente no esperas que la trama te conecte de manera tan intensa con las emociones de ciertos personajes. Sin embargo, estos momentos no duran realmente mucho.
Todo esto suena muy bien, pero se cae al momento de que hablamos de la dificultad. Es realmente baja, como en los prólogos de historia que ya habíamos visto. No ofrece mucho reto, ni siquiera en momentos avanzados de la aventura. Lo cual, si eres un jugador curtido en el combate, terminará por decepcionarte.
¿Qué sensación nos deja el modo de historia de Street Fighter V? El de una narrativa apresurada y caótica, generada sólo para detener una serie de quejas acerca de la escasez de contenido en un juego que apostó por un modelo de negocio nuevo, pero donde no supo acomodarse. Sin embargo, más que hacer lucir al título como un juego completo, permite que se echen en falta otras modalidades como el poder echar reta contra la inteligencia artificial o, incluso, el tradicional modo arcade.
Es una tristeza que aún con esta modalidad la apuesta de Capcom luzca un tanto pobre. Especialmente con lo bien trabajadas que están las mecánicas de juego y las posibilidades competitivas. Lo cierto es que el componente que se suponía iba a salvar al juego no luzca tanto como debería. Esto no quita que Street Fighter V sea un juego obligado para quienes gustan del fighting competitivo. Pero si no eres fan de echar la reta, especialmente en línea, te costará un poco ganarle cariño. Sobre todo por lo apresurados que lucen detalles como el modo de historia.