Así como sucedió con los fanáticos de Mega Man, los seguidores de Devil May Cry se sintieron ignorados por Capcom durante casi diez años. Luego del lanzamiento de la cuarta entrega de la serie, la compañía nipona prácticamente relegó su popular franquicia a segundo plano por razones que, incluso al día de hoy, siguen siendo un completo misterio.
Si bien es cierto que durante la última década Capcom continuó sacando algunos pocos proyectos de la serie, la realidad es que ninguno de ellos consiguió satisfacer a la fanaticada e, inclusive, acabaron por enardecerla más. Esto último no es de extrañar cuando nos damos cuenta de que, dejando de lado los múltiples y placenteros cameos que Dante y su pandilla hicieron en diversos juegos, los únicos títulos que recibimos fueron un compendio remasterizado de la trilogía original y un reboot que, aunque entretenido, molestó a millones por su concepto que se alejaba al de la saga original.
La espera por un nuevo Devil May Cry ha sido larga y dolorosa pero, para nuestra suerte, ésta pronto llegará a su fin. Y es que tras escuchar las plegarias de sus fans por varios años, Capcon al fin dio su mano a torcer y decidió realizar la tan solicitada quinta entrega de la serie. Ante esta noticia millones de jugadores se regocijaron, aunque eso no evitó que más de uno sintiera preocupación por el juego. ¿Será que Devil May Cry 5 retomará el estilo y personalidad de la serie original o acaso seguirá el camino de su aborrecido reboot?
Hace unos días durante el Xbox FanFest, tuvimos la oportunidad de probar el primer demo de Devil May Cry 5 y, aunque en un inicio sentíamos miedo por éste, tras jugarlo nos hemos dado cuenta de que el juego pinta para convertirse en ese título por el que millones de simpatizantes de Dante estuvieron aguardando con tanta paciencia.
El demo que probamos fue el mismo que se exhibió hace ya algunos meses en Gamescon de este año, el cual estaba centrado en Nero, protagonista de Devil May Cry 4 que regresa para esta entrega aunque con un look menos “Dantesco”. Antes de hablar sobre las novedades del gameplay, creo que debo empezar diciendo que la jugabilidad se sigue sintiendo casi idéntica a la fórmula de la serie; esto es, que éste consiste de un juego de acción y combate veloz en el que con ayuda de algunos comandos básicos (un golpe con espada, otro más físico y el uso de armas) resulta posible generar combos con los que habremos de someter y descuartizar a los enemigos.
Para esta versión de prueba la diferencia más importante que notamos es que Nero ahora cuenta con un brazo mecánico y no con su brazo demoníaco que le conocemos. ¿La razón de ello? Bueno, eso es algo que descubriremos en la historia del juego y por lo tanto no tiene tanta relevancia por ahora. Pero lo que si debe importarnos es la manera en la que éste funciona pues opera como un arma adicional que puede causar gran daño, pero bajo el riesgo de romperse.
El brazo robótico se llama Devil Breaker y tiene la peculiaridad de contar con varios modelos, aunque en el caso del demo sólo controlamos dos de ellos. El primero se llamaba Overture, era la versión estándar de la prótesis y servía para agredir a los enemigos con ataques eléctricos y descargas al contacto; el segundo, Gerbera, nos dejaba lanzar a nuestros enemigos por los aires para que así pudiéramos ya fuese tomar distancia de ellos o, en su defecto comenzar a someterlos con combos en el aire.
Como ya dije, los Devil Breakers también cuentan con una variante de ataque más poderoso conocida como Break Age que se activa tras dejar presionado el botón de su comando (en este caso el B), aunque su uso viene al costo de romper el brazo por completo. En el caso de Overture, éste transforma la prótesis en una bomba de tiempo que podemos hacer explotar por adelantado si así lo deseamos, mientras que con Gerbera lo que hacemos es lanzar un poderoso rayo de energía. De igual manera es digno señalar que el mismo ataque se comporta diferente si lo usamos en el suelo o en el aire.
Dado que los Devil Breakers no son armas permanentes, su simple uso durante los combos los convierten en un aspecto estratégico de los que habremos de aprender a administrar para así aspirar a obtener calificaciones más altas durante los combates. Sin embargo y por si te lo estás preguntando, será posible cargar con cuatro de ellos al mismo tiempo y hasta reponerlos con refacciones que encontraremos esparcidas por los escenarios. Pero dejando este elemento de lado, nos complace decir que los combates siguen siendo veloces, frenéticos y, sobre todo, muy violentos y asombrosos; enfrentar demonios se sigue sintiendo tan bien a como se percibía en los juegos originales.
Un aspecto que notamos y que podría no ser del agrado de muchos es el diseño del nivel. Si bien el demo que probamos se conformaba de una pequeña sección de un escenario más grande, a decir verdad lucía demasiado lineal. Sabemos perfectamente que los juegos de DMC no son precisamente abiertos o extensos pero, al menos en ese sentido, nos hubiera gustado ver un nivel menos enclaustrado como lo era la calle europea que recorrimos.
Siguiendo bajo la idea del diseño, el apartado gráfico del título es uno de los que más llamó nuestra atención. Para la ocasión Capcom decidió realizar el juego con el mismo motor que utilizaron en Resident Evil 7 y, próximamente, en el remake de Resident Evil 2. Siendo honestos, el demo se veía increíble y resaltaba genialmente el diseño tanto de los personajes como de los enemigos. Sin embargo, nos resultó un tanto extraño ver el mayor grado de realismo en la apariencia de Nero; no se veía horrible en lo más mínimo, pero ésta no dejaba de recordarnos en cierto modo a los visuales del tan cuestionado DMC: Devil May Cry.
Ya en la parte final del demo, nos enfrentamos con un enorme jefe llamado Behemoth, que no era más que un demonio de gran tamaño con una inmensa boca en su abdomen. Por mucho, creemos que este combate sintetizó de manera excelente todos los elementos que podemos esperar del juego ya que en el vimos un combate con mayor nivel de dificultad, cinemáticas cargadas de irreverente y ácido humor y gráficos asombrosos. Es más, para que se den una idea les diremos que el enfrentamiento se fue desplazando a lo largo de tres diferentes puntos (el techo de una capilla, el interior de la misma y la calle de su exterior) y, en todo momento, la destrucción y acción que ocurría en cada momento lucía de fábula y jamás hacía caer el framerate del juego en lo absoluto.
El tiempo que probamos Devil May Cry 5 fue poco (apenas y 15 minutos), pero el mismo nos bastó para emocionarnos a sobremanera. El juego se veía asombroso y sus controles, aunque familiares, no dejaron de brindarnos algunas frenéticas sorpresas. Lo que vimos de DMC5 fue apenas y una probadita pero, si el producto final termina siendo igual o mejor que el propio demo, entonces podemos adelantarles que los fans tienen motivos de sobra para estar hypeados por este genial juego. Devil May Cry 5 es, en definitiva, uno de los títulos a seguir del 2019.
