El día de hoy cumple tres años el Wii U, una consola a la que le tenemos mucho cariño, no se trata de esa fe ciega del “fanboy” que sin razones defiende lo indefendible sino un reconocimiento justificado de una plataforma incomprendida que cuenta con un gran catálogo de exclusivas que seguiremos recordando por mucho tiempo. Después del abrumador éxito del Nintendo Wii, hubiéramos esperado que la consola casera de Nintendo tuviera un éxito similar, desafortunadamente nos encontramos con un producto que aparentemente ya va cerrando un ciclo que aunque no se reflejó en números positivos para la empresa, sí nos ha dejado memorables videojuegos que merecen nuestro reconocimiento.
Vamos pues a recapitular un poco lo que ha pasado con la consola casera de Nintendo hasta la fecha, sus diferentes estrategias, sus números y lo que pensamos que podría pasar a corto plazo con la plataforma.
A tres años de su lanzamiento se estima que se han vendido 10.7 millones de Wii U, colocándose así en la última posición entre el hardware de la más reciente generación, incluso por debajo de la portátil de Sony, el PS Vita, que también presenta números negativos en sus ventas si se compara con su predecesor con tan solo 12.9 millones de unidades.
Con todo y que han existido interesantes repuntes en sus ventas con el lanzamiento de productos como Mario Kart 8, Super Smash Bros., Splatoon y Super Mario Maker, las cifras se han quedado muy por detrás de los objetivos de ventas de Nintendo, una triste realidad si consideramos el potencial que tiene la plataforma.
Poniéndolo en perspectiva respecto a otras plataformas de la marca que se han considerado como poco exitosas tenemos al Nintendo 64 que vendió casi 33 millones de unidades, el GameCube que vendió poco menos de 22 millones –muy por debajo de los 50 millones que esperaba vender la empresa. El Wii U por lo menos ya superó al DreamCast de Sega que se quedó en 9.1 millones de unidades, pero puede considerarse un gran fracaso si se compara con los asombrosos 101 millones que vendió su predecesor.
Si esperamos que para estas fechas el próximo año Nintendo ya esté dándole carpetazo a su actual generación podemos estimar que con todo y que se siga vendiendo el Wii U por varios años de forma oficial, quizá sus cifras pudieran alcanzar a las del GameCube en un par de años o incluso superarlas pero no por mucho.
Sólo para que se den una idea, este año la consola sólo ha vendido 1.8 millones de unidades, una bajada de precio considerable para el cierre de su ciclo de vida y los meses subsiguientes podría incrementar un poco las ventas.
Poniéndolo en contraste con sus competidores, el PS4 ya lleva 27.5 millones de consolas y el Xbox One 15.1 millones con un año menos en el mercado que el Wii U y les pinta un horizonte generalmente saludable considerando que están en el punto más alto de su ciclo de vida.
No todo es negativo para Nintendo, pues su portátil, el 3DS, lleva un ciclo de vida muy saludable con 55 millones de unidades vendidas que aunque todavía van lejos de los asombrosos 153.8 millones de Nintendo DS, son cifras realmente favorables.
Desde hace dos años hemos venido analizando la situación del Wii U, en varias ocasiones hemos recapitulado lo que ha sucedido con la plataforma desde su debut y en este mismo artículo les compartiremos los enlaces a los diferentes análisis, sin embargo, ahora que ya estamos a tres años del lanzamiento de la plataforma podemos señalar que sobre todo lo que ha sucedido hay tres puntos clave que pudieron ser los principales detonantes para que la consola no haya tenido el éxito que se hubiera esperado.
Cuando se presentó el Wii U se dijo que la “U” era refiriéndose al pronombre “TÚ” –en inglés YOU que se pronuncia igual que la letra– en el sentido de que mientras que en la generación pasada el Wii se había volcado mucho al mercado casual en esta generación habría juegos para todos los gustos en la plataforma de Nintendo. La consola se presentó con títulos como Call of Duty, Mass Effect, Assassin’s Creed y Mass Effect, el problema fue que muchas de esas propuestas ya llegaban muy tarde a la plataforma, algunos hasta con un año de retraso respecto a las versiones de PS3 y Xbox 360. En este sentido más que sentirse competitivo en ese ámbito, el Wii U se sentía más bien como llegando tardísimo a competir a un mercado al que quizá ni sus mismos fans estaban acostumbrados.
Esta estrategia inicial de la marca definitivamente no funcionó, y entonces nos quedamos con un comienzo muy flojo de la plataforma que del lado de sus exclusivas tenía increíbles títulos –Wonderful 101, Pikmin 3, New Super Mario Bros U– pero no quizá esas franquicias mundialmente aclamadas que le pudieron haber dado el empuje que la plataforma hubiera requerido.
Obviamente si las ventas de la consola iniciaron muy flojas y no mejoraron en su primer año en el mercado, se quedó completamente abandonada la idea de que el Wii U sería ese lugar competitivo en cuestión de juegos multiplataforma, y nos encontramos con intentos muy pobres de replicar lo que sucedía en consolas de la competencia en forma de ports muy retrasados y muy pobres –como el caso de Watch Dogs de Ubisoft.
Los publishers comenzaron gradualmente a abandonar el soportre a la consola: EA, Ubisoft, Activision, etc. Es lógico que si tienes una consola con muy pocas unidades en el mercado no es redituable invertir en un desarrollo especial para un hardware con ciertas características muy diferentes a las de las otras consolas, y nos quedamos con un Wii U casi completamente abandonado por los juegos de terceros que en su segundo año ya no llegaron como en el primero.
Desde la elección de su nombre que lo hacía ver como una simple expansión del Wii para muchos, Nintendo no supo hacerle entender a la gente qué pretendía con el Wii U. Mientras que los controles de movimiento del Wii lo hicieron convertirse en un ejemplo a seguir para todos en la generación pasada, a muy pocos les quedó clara la ventaja que pudiera suponer tener un control como el Gamepad.
Las veces en que Nintendo nos demostró el potencial de su segunda pantalla en el gamepad con juegos propios nos llegamos a sorprender de lo bien que funcionó, pero desafortunadamente esas ideas no les quedaron los suficientemente claras a los desarrolladores externos, que lejos de demostrarnos que había ventajas por tener un Gamepad, tal parecía que dicho mando era más bien un “estorbo” a la hora de desarrollar sus juegos que se demostró pobres interacciones forzadas.
Hasta el momento quizá hay quien no sabe muy bien que el Wii U en realidad no es sólo la sombra del Wii sino una plataforma completamente independiente, y en gran medida se debe a que el mismo Nintendo no supo vender ni comunicar las ventajas de su producto.
Soy de los que ama apagar el televisor y quedarme con mi juego en el gamepad, me parece una idea encantadora, pero estoy plenamente consciente de que no es una característica suficiente para vender una plataforma en un mercado tan competido.
Hace unos años predecíamos que quizá Nintendo abandonaría el gamepad para vendernos una consola a un precio mucho más accesible que tuviera un verdadero repunte en ventas, pero la gran N por el contrario decidió enfocarse cada vez más en ofrecernos experiencias que demostraran el potencial de este hardware y aunque tenemos resultados muy buenos de esta idea como Super Mario Maker, no fue lo suficiente para terminar de convencer a los consumidores.
En gran medida el éxito del Wii se le debe al consumidor casual que en una época en la que no había tantos espacios para jugar, Nintendo los adoptó con novedades como sus controles de movimiento.
Cuando Nintendo pensó en el juego en una pantalla táctil como el gamepad era una gran idea pues los juegos casuales tomaron ese rumbo con los móviles y las tablets, pero desafortunadamente la ejecución de su idea fue completamente rebasada y superada por el mobile gaming.
Para el consumidor casual que hizo del Wii todo un éxito ahora quizá le parece mucho más inteligente comprar un dispositivo multifuncional como una tablet o un smartphone para jugar de forma ocasional entre muchas otras funciones que el adquirir una “¿cara?” consola dedicada a videojuegos.
Todo el sector de jugadores casuales que hicieron del Wii y hasta del DS un éxito migraron al mobile gaming que con modelos tan atractivos como el free-to-play les hicieron prescindir de las consolas mediante la réplica con clones mediocres de muchos de los brillantes conceptos de touch gaming que vimos nacer en el DS o hasta de ideas brillantes que el Wii aportó a la industria.
El Wii U ya no se supo definir desde una amplia perspectiva si iba dirigido a ese mercado familiar que hizo triunfar al Wii o al mercado “hardcore” que quizá estaba en PS3 y Xbox 360 a su llegada y pese a que nos ha entregado verdaderas joyas de los videojuegos contemporáneos, su mercado no quedó definido y eso impactó directamente sobre sus ventas.
El hecho de que Wii U no sea la consola más popular, eso no es sinónimo de que no tenga juegos qué ofrecernos, de hecho, en estos tres años se ha armado un catálogo tan amplio de exclusivas que sus rivales envidiarían. ¿Qué hace especiales a los juegos de Wii U? Una escuela de diseño de videojuegos con décadas de experiencia dedicado exclusivamente a explotar el máximo potencial de la consola.
Los equipos de Nintendo dominan tan bien su hardware que logran en juegos como Super Smash Bros. los 60 cuadros por segundo y 1080p nativos hasta en batallas de ocho jugadores en pantalla. Gráficos como los de Mario Kart 8 nos sorprendieron mucho más que otros juegos de nueva generación. En resumen, Nintendo nos ha demostrado que se pueden hacer cosas increíbles con su consola.
The Wonderful 101, Mario Kart 8, Super Mario 3D World, Splatoon, Super Smash Bros., Bayonetta 2, Pikmin 3, Donkey Kong Tropical Freeze, The Legend of Zelda: The Wind Waker HD, Splatoon, Super Mario Maker… vaya qué bien le iría a alguien que en esta temporada estrene un Wii U.
Aunque no se ha revelado de forma comercial, todos sabemos que Nintendo trabaja en su siguiente plataforma de videojuegos conocida hasta el momento como Nintendo NX. No es como que ya no quede nada bueno por ver en el Wii U pero ciertamente veremos la manera en que Nintendo va cerrando un ciclo de su consola quizá más pequeño que el de otras plataformas pero bastante decente al abarcar cuatro años en los que nos tocó ver muy buenos videojuegos.
Aunque el cierre del año se está llevando juegos con notas no muy altas como Mario Tennis Ultra Smash y Animal Crossing Amiibo Festival, quedan juegos de la talla de Xenoblade Chronicles X que pintan realmente bien. Al inicio del año tendremos esperados títulos como Star Fox Zero, la remasterización de The Legend of Zelda Twilight Princess y se promete incluso que el próximo año llegará el nuevo juego de The Legend of Zelda, supongo que para ponerle punto final al Wii U.
De cerrar el Wii U su ciclo con el nuevo The Legend of Zelda se seguiría la tradición de Twilight Princess que concluyó el ciclo de GameCube, Skyward Sword el de Wii y finalmente este nuevo título cerraría el de la más reciente consola casera de Nintendo, quizá incluso siendo compatible también con la siguiente plataforma.
Todo lo que mencionamos aquí siguen siendo especulaciones, es posible también que el ciclo de la plataforma se alargara un poquito y todavía hubiera sorpresas agradables por parte de Nintendo.
Todos nos quedamos con ganas de que hubiera juegos como una nueva entrega de la serie Metroid, ojalá pronto sepamos qué nos espera en el futuro cercano de la franquicia y si será en el Wii U donde veremos algún proyecto relacionado, ya aunque sea una buena remasterización de la trilogía Prime.
Tres años de Wii U, tres años de gratas sorpresas, tres años de altibajos en sus ventas que definitivamente no lo catalogan como un éxito comercial pero sí se sigue consolidando como una gran plataforma que los que la tenemos la disfrutamos y la atesoramos con mucho cariño por sus exclusivas.
Aquí los enlaces de nuestros análisis de años pasados:
