Nintendo finalmente logró lo que buscaba con el Wii U: mantener una buena relación con third parties que estuvieran dispuestos a hacer versiones rebajadas sobre todo en la parte gráfica, de sus juegos para tener ports de estos en la plataforma híbrida. El abrumador éxito comercial del Nintendo Switch ha generado que títulos con poca o sin ningún tipo de relación con la casa de Mario, salieran en busca de fortuna para una consola considerada, con justa razón, como muy inferior técnicamente a lo que hay actualmente. Ahora que el aclamado RPG de CD Projekt RED hará lo propio esta misma semana, nos pareció interesante recordar a aquellos ports que parecían imposibles pero que ahora, son toda una realidad.
Por alguna extraña razón, Bethesda se convirtió en uno de los publishers third party de tamaño considerable en mostrar un gran interés por lo que eran las posibilidades del Nintendo Switch y para prueba, el hecho de que pocos meses después de lanzamiento oficial de la consola en 2017, se decidió llevar su nuevo DOOM con un port que francamente, nos sigue impresionado por muchas razones. La primera es su mera existencia. Era impensable que un juego tan avanzado técnicamente pensado principalmente para PCs de gama alta, pudiera correr de cualquier forma en hardware tan limitado como el del Switch. Y la segunda, pues básicamente fue por el gran desempeño que tenía el juego, tanto en lo gráfico, como en la parte del framerate.
Ya en medio de todo un frenesí por lo que eran los ports de diferentes juegos al Nintendo Switch, Bandai Namco consideró que podría tomar parte del pastel al lanzar uno de sus títulos más aclamados de todos los tiempos. Después de haber llegado a PS4 y Xbox One, Dark Souls: Remastered hizo acto de presencia en la plataforma de la gran N y para sorpresa de muchos de nosotros, se nos entregó un port sumamente sólido que si bien, nos se compara en muchas cosas con sus hermanos mayores, la realidad es que nos entregaba la experiencia completa de este fabuloso RPG para poderla llevar a cualquier parte.
Parecía que era cuestión de tiempo solamente para que Rockstar Games comenzara a experimentar con las capacidades del Nintendo Switch. La gran mayoría esperábamos que alguna de las entregas de su franquicia estrella, Grand Theft Auto, hiciera acto de presencia, sin embargo, los también padres de Red Dead Redemption decidieron apostar por LA Noire, título de la generación pasada de consolas que por su extraño e innovador concepto, podría ser considerado como un éxito a medias. Por tal motivo, nos parece aún más sorprendente que se haya elegido a este juego en específico para tener en el Nintendo Switch, esto con un port bastante decente que por supuesto, más bien nos recuerda a cómo es que se veía corriendo en nuestro Xbox 360 o PS3.
Debido a la cercanía que hubo entre el estreno del Nintendo Switch y la llegada de Overwatch al mercado, muchos pensábamos que lo más lógico era que Blizzard aprovechara la inercia de la consola híbrida, con todo y que su nueva IP estaba siendo todo un éxito. Por razones que aún no sabemos, no fue sino hasta este año que los padres de Warcraft decidieron hacer un port de Overwatch para Switch, movimiento un poco tardío. Como sea, antes de que todo esto pasara, se nos asombró con el anuncio de que Diablo 3 llegaría a la plataforma de la Gran N, esto con un port bastante bueno que de nueva cuenta nos recordó el fabuloso trabajo que se hizo para que este título pudiera funcionar correctamente en consolas caseras.
Probablemente el port menos probable que había en el horizonte. CD Projekt RED, en medio de las últimas etapas de desarrollo de Cyberpunk 2077, decidió juntarse con Saber para por qué no, llevar a su aclamado The Witcher 3: Wild Hunt al Nintendo Switch. El resultado es justo como lo esperábamos: el juego gráficamente luce terrible, pero de alguna manera, se encontró cómo hacer que corriera de manera estable. Sí, indudablemente una versión innecesaria y que al menos nosotros no recomendamos, pero pues ahí está la opción de traer un RPG de tal envergadura en una plataforma que te puedes llevar a cualquier lado contigo.
