Después de haber salvado a la industria a mediados de los años ochenta, Mario se convirtió en una de las propiedades intelectuales más fuertes de todo el mundo del entretenimiento. A mediados de los años noventa, las nuevas tecnologías forzaron a que los videojuegos tuvieran que saltar a las gráficas en 3D. La mayor parte de las franquicias simplemente no sobrevivieron a la metamorfosis, esto sin importar todo su legado o tradición.
Al estar creando su propia consola capaz de desplegar este tipo de visuales, Nintendo encontró la manera de que su mascota, sobreviviera al cambio. Super Mario 64 no solo demostró que era posible hacer un juego 3D de muy buena calidad, sino que se convirtió en la base para que muchos de sus contemporáneos nacieran. Los títulos subsecuentes solo hicieron que el estándar fuera subiendo, esto hasta alcanzar prácticamente la perfección. Te presentamos nuestros ranking de juegos de este personaje en los que se pude mover sobre el eje z.
Luego de habernos maravillado con Super Mario 64, Nintendo tomó la determinación de darle un giro a la serie, esto con el objetivo de experimentar con ideas completamente nuevas. Super Mario Sunshine sacaba a Mario del Mushroom Kingdom para enviarlo a una paradisiaca isla tropical. Ya con todas las posibilidades que permitía el Gamecube, se decidió que el agua sería la mecánica principal del juego.
Desde que la serie nació, se tuvo la intención de que el plomero contara con un acompañante en todo momento, por lo que se le añadió el famoso aspersor que nos acompaña a lo largo de toda nuestra aventura. Por su puesto que las expectativas estaban por las nubes, y más si tomabas en cuenta que la consola no se lanzó con un título de Mario como normalmente pasaba.
El resultado final de Super Mario Sunshine no fue del gusto de todos, esto gracias al nada convencional diseño de niveles y concepto en general que nos presentaba. A pesar de todo lo anterior, no existen argumentos sólidos para sostener que éste sea un juego malo, sino todo lo contrario, pues la realidad es que solo se salió un poco del molde en busca de nuevas ideas y horizontes hacia los cuales expandirse, incluso sentó las bases que vimos implementadas en los más que fantásticos Super Mario Galaxy.
Después de que las dos entregas de Super Mario Galaxy fueran aclamadas desde todos los frentes, varios apostaban a que Nintendo haría algo muy similar con la entrega que saliera para el 3DS. Para sorpresa de muchos de nosotros, el objetivo que se perseguía con Super Mario 3D Land iba mucho más allá de hacer el primer Mario en 3D dentro de una portátil. En realidad, se buscaba probar la nueva fórmula de la serie, misma que terminó forjando el futuro, incluso en las entregas mayores como Super Mario 3D World, por ejemplo.
Además de funcionar como la perfecta demostración sobre las capacidades del 3D estereoscopio del 3DS, Super Mario 3D Land presentaba un diseño de niveles por demás sobresaliente con controles brillantes que tomaba ideas y conceptos claros de Super Mario Bros. 3. Todos estos elementos hacen que este juego sea completamente indispensable para todos los que han disfrutado de las aventuras del plomero a lo largo de los años.
Hablar de la importancia de Super Mario 64 es hablar a su vez de cómo la industria de los videojuegos dio el primer paso hacia las plataformas en 3D. Por supuesto esto sucedió con el pie derecho y más: hasta la fecha pocos títulos han logrado igualar la calidad de la primera aventura en tercera dimensión de nuestro plomero preferido.
Quizá el elemento más celebrado de Super Mario 64 deba ser su excelente manejo de la cámara (y la brillante tarea del Lakitu camarógrafo). Con la posibilidad de girar 360°, este elemento le dio un sentimiento único de libertad a escenarios que nos invitaban a explorarlos intuitivamente.
En un mundo tridimensional, los movimientos de Mario también se ampliaron considerablemente: piruetas, vueltas de carro, golpes, patadas, saltos de longitud y más. Con más puzzles que ningún otro título de Mario, las posibilidades de aventura se ampliaron notablemente. Sin duda que Mario 64 es una cátedra para cualquiera interesado en ver cómo se hace un buen juego de plataformas en 3D.
Después de las excelentemente bien ejecutadas ideas para un juego de Mario tridimensional en el 3DS con Super Mario 3D Land, una versión del mismo concepto llegó a Wii U con añadidos tan interesantes que lo hacen brillar como uno de los mejores juegos de la serie. Combinó la diversión del multijugador para cuatro jugadores que vimos por primera vez en New Super Mario Bros. Wii, con algunos de los mejores power upsde la historia de la serie y el toque especial que en lugar de seguir misiones específicas como en Super Mario 64 o Mario Galaxy, tienes el único objetivo de llegar a la meta, tal como sucedía en los juegos 2D de la franquicia.
Un soundtrack memorable con el toque animado y relajante del jazz combinado con bellísimos gráficos se suman a un diseño de niveles que resulta accesible en los primeros mundos pero va aumentando gradualmente ofreciendo el desafío que podríamos esperar los veteranos de la serie.
Quizá el mayor acierto de 3D World es la manera en que condensa algunos de los elementos más significativos de la historia de la serie desde sus orígenes y sin importar si esos elementos los vimos en juegos bidimensionales o tridimensionales los adapta a su universo de forma brillante y creativa.
Luego del trago un tanto amargo que significó para Nintendo la entrega de Super Mario Sunshine, muchos pensaban que Nintendo no sería capaz de sorprendernos con una entrega que tuviese los niveles de impacto que generó Super Mario 64 en su momento. Como siempre y pese a las adversidades, la gran N demostró que si hay algo le gusta eso es aceptar retos y rebasar sus propias expectativas.
La respuesta ante los deseos de la empresa por generar un juego de Mario que pudiese impresionar a las masas fue Super Mario Galaxy, título que nos ofreció no sólo un nuevo acercamiento al universo del plomero sino que, además, nos expuso mecánicas de juego que desafiaban lo que el mismo Nintendo había inventado. Ahora Mario no sólo brincaba en la tierra, también lo hacía en el espacio y jugaba con las físicas de los propios niveles. Esto último es algo que ningún título del género ha logrado alcanzar de forma tan magistral.
Como si el revolucionar una vez más el género que ellos mismos cimentaron no hubiese sido suficiente, Nintendo consideró que el primer Mario Galaxy no les había bastado para poder experimentar con todas las ideas que tenían. Por ello y ante el asombro de todos, sorprendieron con una secuela del mágico título, misma que se convirtió en la entrega definitiva que los de Kyoto siempre buscaron ofrecer desde el inicio. ¡En definitiva las mejores obras maestras que nos demuestran lo que un Super Mario en 3D debe ser!