Los eventos de videojuegos han tomado dimensiones que no muchos se imaginaban. En la última década -tal vez más- hemos sido testigos de un sin fin de intentos por agrupar a grandes comunidades alrededor de inmensas convenciones que tienen la intención de difundir el amor que tantos le tenemos a este maravilloso medio. Sin lugar a dudas, los famosos esports han sido parte esencial de esta especie de legitimación y sobre todo, masificación de una forma de entretenimiento erróneamente considerada exclusiva de un grupo de nerds con nada mejor qué hace. Lo logrado por el Intel Extreme Masters Katowice 2018 es prueba de lo anterior, pues a lo largo de su tres días de duración, consiguió agrupar a miles de empedernidos fanáticos en un sólo lugar, esto sin mencionar los millones que lo siguieron de manera remota.
Puede que seas uno de los que el tema de los esports siga sin hacerle click, sobre todo si ves a los videojuegos más como expresiones artísticas, que como competencias profesionales capaces de levantar las mismas pasiones que algo como el futbol, por ejemplo; sin embargo, basta con asistir a una BlizzCon o a un Intel Extreme Masters para darte cuenta que todo este nuevo movimiento ha dejado de ser una mera promesa para convertirse en toda una realidad que incluso, ya representa a una industria multimillonaria. Katowice, Polonia una vez más fue sede de este evento avalado por la ESL, en el cual, Atomix estuvo presente para contarte de primera mano cómo es que se vive la locura por los deportes electrónicos en Europa.
Si bien los esports están haciendo toda clase de esfuerzos para parecerse cada vez más a cómo es que se celebra un gran torneo de cualquier deporte regular, también hay que entender que estamos hablando de competencias totalmente distintas y fuera de lo común que tienen otras necesidades. Un Intel Extreme Masters dista bastante de ir a ver jugar a tu equipo favorito de cualquier disciplina en un fin de semana, pues por diferentes circunstancias, se necesita de un formato un poco más flexible que apunte a algo como una convención regular de videojuegos, que a cualquier otro evento como un Super Bowl o Copa del Mundo de la FIFA.
De manera concreta te comento que el Intel Extreme Masters es una serie de torneos internacionales de distintos juegos que se celebran cada determinado tiempo en diferentes ciudades alrededor del mundo, algo así como el ATP Tour del Tenis. Dichas competencias están avaladas, organizadas y reguladas por la Electronic Sports League, mejor conocida como la ESL. Dicha organización es una de las más reconocidas del planeta y de las que mejor trabajo han hecho para formalizar el profesionalismo de las justas electrónicas.
Hablando de manera concreta de lo que se vivió en el IEM Katowice 2018, te comento que más bien estamos hablando de una convención de videojuegos tradicional, que tiene como principales eventos los torneos que definieron a los mejores jugadores del mundo de cosas como Starcraft II y Counter-Strike: Global Offensive. En la edición de este año, se tuvo a la Spodek Arena como escenario principal de las competencias. Este estadio con capacidad para más de 10 mil espectadores al mismo tiempo, fue perfecto para demostrar el alcance y nivel de producción que pueden tener estos eventos.
De manera paralela en el centro expositor aledaño al estadio, teníamos un auditorio en el que se llevó a cabo la mayor parte de partidas del torneo de Starcraft II. Además, Intel y sus aliados como Blizzard, HP Omen, Razer, HyperX y otras reconocidas marcas del PC Gaming, montaron elaborados booths para que los fans pudieran probar sus más recientes productos y por qué no, de una vez comprar alguno de ellos. Lo anterior hace todo el sentido del mundo, pues este tipo de eventos resulta como una oportunidad inmejorable para colocar cierto nombre dentro del gusto del público al que justamente va dirigido.
Otra de las razones por las que creo, un Intel Extreme Masters necesita de estas actividades en paralelo a las competencias de esports, tiene que ver con la duración de las mismas -llegamos a tener jornadas de hasta 12 horas ininterrumpidas de competencias-, así como lo complicado que es tener a tantas personas reunidas en un sólo lugar. Por ejemplo, en la edición del año pasado aquí mismo en Katowice, se juntaron más de 100 mil fans. Es muy común ver a las personas disfrutando de una o dos partidas en los escenarios principales para después levantarse de sus asientos y así, disfrutar del resto de las actividades que se ofrecen en el lugar.
El ambiente del Intel Extreme Masters Katowice 2018 fue simplemente inmejorable. Fans de todo el mundo, principalmente de Europa por la excelente ubicación central de un país como Polonia, abarrotaron los pasillos e inmediaciones de la Spodek Arena durante todo el fin de semana. Algo de lo que más me impresionó fue que a pesar de que estábamos con temperaturas de hasta -13º centígrados, la hinchada de equipos como Fnatic, Cloud9 o FaZe Clan, no dejaban de cantar y hasta ondear banderas de sus equipos en medio de un frío ártico, antes de entrar al recinto.
Otro punto que seguro llamaría la atención de cualquiera no tan involucrado con los esports, es la forma en la que estos cyber atletas ya son tratados como verdaderas estrellas del deporte. Ver sobre todo a niños haciendo filas para conseguir el autógrafo y una fotografía con su jugador preferido, fue una constante a lo largo de todo este Intel Extreme Masters. Ni qué decir de algunos miembros de la prensa que se aventaban unos contra otros con tal de conseguir la nota. Para nosotros en Atomix, al ser un medio que más bien cubre la parte artística de los videojuegos, sigue siendo impresionante cómo es que esta nueva rama del medio se ha convertido en su propio monstruo.
Sin lugar a dudas Intel lo volvió a conseguir, consolidándose como uno de los principales impulsores de los eSports en todo el mundo no sólo como patrocinador, sino como desarrollador activo de esta práctica que sigue ascendiendo como la espuma. Te podría decir que al menos en mi experiencia, junto con Blizzcon, el Intel Extreme Masters de Katowice es el evento de esports más impresionante al que he tenido la oportunidad de asistir, no tanto por la absurda cantidad de gente que se congrega en un sólo lugar para gritarle a pantallas gigantes dentro de un estadio, sino por el ambiente y pasión que se respira en todo momento.
Después de prácticamente una semana de eliminatorias y tres intensos día de finales, el Intel Extreme Masters Katowice 2018 definió a los campeones de sus dos principales eventos. Del lado de Starcraft II, una vez se demostró el poderío y dominio que siempre ha tenido Corea del Sur, mientras que en Counter Strike: Global Offensive, una de las organizaciones que más fuerza está tomando en el mundo de los esports, levantó un nuevo título.
Tras haber superado una complicada semifinal en la que iba abajo 2-0 de un mejor de cinco, Rogue, de Corea del Sur, se coronó en Starcraft II durante el IEM Katowice 2018, esto luego de haber arrasado 4-0 y de manera bastante sorpresiva con Classic, también surcoreano considerado como el mejor jugador Protoss del momento. De esa manera, Lee Byung Ryul, que por cierto jugó como Zerg, se lleva el primer gran torneo del año del popular RTS de Blizzard.
Por su parte, la Spodek Arena se abarrotó para ver el enfrentamiento final entre FaZe Clan y Fnatic para definir al mejor equipo del mundo en Counter Strike: Global Offensive. Luego de más de cuatro horas de juego, la organización británica se terminó quedando con la victoria 3-1 de un mejor de cinco. El equipo naranja arrancó el encuentro con una aplastante derrota en el primer set, pero poco a poco fue encontrando forma y en un reñido tiempo extra, terminó sacando la victoria y por consiguiente, levantando el trofeo de campeón.
La siguiente parada del Intel Extreme Masters es Sydney, Australia, en donde del 4 al 6 de mayo, los mejores equipos de Counter-Strike: Global Offensive se volverán a ver las caras para definir quién es el mejor dentro del popular FPS de Valve.
Estoy completamente de acuerdo en que los esports aún tienen mucho camino qué recorrer para terminar de cuajar del todo. El ver cada semana a algún título haciendo todo lo posible por convertirse en la siguiente tendencia del medio, o la confusa y enorme diversidad de eventos que giran alrededor de estas competencias, son temas que sin lugar a dudas requieren de una solución pronta por parte de los organizadores. Cosas como lo que viví en el Intel Extreme Masters Katowice 2018, me hacen pensar que se están tomando las decisiones correctas para consolidar esto que bien podría ser considerado como una nueva forma de entretenimiento, la cual, debe de encontrar la manera de ser más digerible para poder llegar a una mayor audiencia.
A pesar de lo anterior, me parece que decirle “moda” a algo como los eSports o inferir que es algo que no tardará mucho tiempo en dejar de ser relevante, es algo bastante ingenuo y hasta ignorante. La seriedad, estándares de producción y demás valores de un Intel Extreme Masters son prueba tangible de que las competencias profesionales dentro de videojuegos dejaron de ser algo que sólo un grupo reducido de gamers saben cómo disfrutar, pues ya estamos hablando de eventos en los que familias enteras asisten justo como lo hacen cada fin de semana a un partido de futbol o beisbol. Los deportes electrónicos son toda una realidad y creo yo, son un ícono de nuestra generación del que seguramente se hablará dentro de mucho tiempo en el futuro.
Vivir en carne propia la historia del gaming moderno es fantástico y considero, nos debemos de sentir bastante orgullosos de poder decir que nosotros estuvimos presentes cuando los eSports vieron la luz del día.