No es ningún secreto que los videojuegos son un producto de lujo al que lamentablemente, muy pocas personas pueden tener acceso, esto claro, entendiendo al medio de manera tradicional y no tanto en lo masivo que se ha vuelto en cosas como los móviles, plataforma que hay que aceptarlo, está ha años luz de entregar experiencias completas. El día de ayer por la noche, el mundo se sacudió tras la más que lamentable victoria de Donald Trump en la contienda por la presidencia de Estados Unidos, evento que como gamers, nos afectará más de lo que creemos.
En los últimos 15 meses hemos visto un aumento desmedido en el precio de todos los productos relacionados a los videojuegos, asunto que por supuesto, tiene que ver con las constantes caídas que el peso mexicano ha tenido frente al dólar. Las razones por las que esto se ha dado son por demás variadas, pero podríamos decir que además de los factores internacionales que muchas veces son incontrolables, el Gobierno Federal ha optado por una política monetaria que proteja a la inflación con el costo de que nuestra moneda se siga depreciando; es decir, un mal por otro.
Al ser productos de importación directa, el alza en el precio de nuestros amados videojuegos simplemente no ha podido ser detenida ni por publishers ni por distribuidores ni por tiendas retail pero ¿qué demonios tiene que ver la elección de Trump con todo esto? Conforme el día de ayer se acercaba, el valor del peso mexicano variaba dependiendo de la posición que el republicano ocupaba en las encuestas. Si él subía, el peso se desplomaba. Si él bajaba, la moneda mexicana recuperaba algo de terreno.
Lo anterior se agravó considerablemente cuando Trump se perfilaba definitivamente a la victoria, al punto que durante la madrugada, el dólar llegó a superar los $21 pesos, una verdadera locura. Esto tiene que ver con el perfil del político de este individuo, el cual, según parece, iniciará con una serie de medidas proteccionistas para Estados Unidos que complicarán enormemente el intercambio comercial entre México y la nación de las barras y las estrellas. Evidentemente, lo primero que se verá afectado serán los productos importados, entre ellos los videojuegos.
Por supuesto que lo que ha pasado en las últimas horas sólo es la punta del iceberg y desgraciadamente, estamos frente a un monstruo del que aún no conocemos todas sus capacidades. Puede que en el futuro próximo, el menor de nuestros problemas vaya a ser el costo de un videojuego, sin embargo, al ser algo que amamos tanto y que forma parte tan importante de las vidas de muchos de nosotros, no podemos evitar sentir preocupación ante la muy alta posibilidad de que nuestro consumo de este tipo de entretenimiento, se verá reducido considerablemente… aunque al menos nos servirá para completar cualquier backlog que tengamos.
Al menos en lo que resta de este 2016, te puedo asegurar de buena fuente que el precio de los videojuegos y hardware se mantendrá como hasta este momento; sin embargo, todo dependerá de qué tan mal arranque 2017 para que se venga un nuevo y seguramente muy doloroso ajuste.
Otro punto que vale mucho la pena considerar es el de la censura. A lo largo de toda su campaña, Trump demostró lo retrograda y hasta facista que puede llegar a ser con diferentes temas que según algunos de nosotros, habían quedado en el pasado. Por el momento no conocemos la opinión del nuevo presidente de Estados Unidos respecto a los videojuegos, pero podría apostar a que no es nada buena y que de alguna manera, los terminará afectando a niveles artísticos.
Esperamos tus comentarios respecto a todo esto.