Hablar de la crisis de ideas que Hollywood lleva viviendo desde hace ya varios años en materia de guiones e historias originales es algo que me parece, ya no tiene tanto sentido en la actualidad, pues de alguna manera, esta industria ha sabido mantenerse a flote con todo y que sigue basándose en ideas que se crearon hace ya bastantes años. Si creciste durante los años noventa y eres fanático del cine pop, podría apostar a que una de las cintas que con más cariño recuerdas es Independence Day, la cual, vino a cambiar la forma en la que veíamos filmes sobre invasiones extraterrestres. 20 años más tarde nos llega Independence Day: Resurgence, secuela directa a este clásico que a pesar de tener las piernas suficientes como haber sido algo grande, se queda corta en prácticamente todos sus apartados.
A lo largo de toda la película que vimos en 1996, se nos dejó claro que por momentos, Roland Emmerich tenía toda la intención de iniciar con una saga completamente nueva de ciencia ficción con un argumento tan sólido que le diera para hacer un montón de secuelas en el futuro. Por diferentes razones, no fue sino hasta 2016 que la primera parte de esta continuación nos ha llegado. Sí, siempre quisimos saber más sobre este universo que nos maravilló de niños, no obstante, en Resurgence se mordió mucho más de lo que se podía masticar, resultando en una cinta muy divertida, pero que se siente dispersa y mal ejecutada.
Después de que la humanidad repeliera una más que agresiva invasión alienígena que se quedó muy cerca de erradicarnos como especie, el planeta Tierra vive una época de prosperidad y cooperación internacional que nos ha llevado no sólo a reconstruir el mundo tras el ataque, sino ha alcanzar grandes cosas gracias a los avances que se dieron por el estudio de la tecnología traída por los invasores.
A pesar de lo anterior, los seres humanos siguen viviendo con el temor de que en algún momento, los aliens regresará en un nuevo intento por tomar el planeta, esta vez con armas mucho más agresivas y devastadoras. Otro 4 julio llega y es momento de intentar repeler de nueva cuenta a estos seres que quieren adueñarse de la Tierra. Básicamente sobre esta primicia gira toda la historia que se nos cuenta en Independence Day: Resurgence, la cual, en papel suena genial, pues además de esto, se le añadieron un par de toques bastante inesperados que vinieron a enriquecer el lore de la franquicia.
Como fanático de Independence Day era verdaderamente complicado resistirse a algo como lo que te acabo de contar, sin embargo, en un exceso de ambición por poner de nueva cuenta en el mapa el nombre de la franquicia, se cometieron errores muy importantes que terminaron resultando en una película que seguramente no tardará en pasar al olvido, sobre todo por quienes no están interesados en ella pero que por alguna razón, pagaron un boleto por entrar a verla.
El mayor problema de Independence Day: Resurgence está lejos de ser su argumento principal o las intenciones que Roland Emmerich y compañía tenían cuando decidieron que este era el momento de que la serie regresara. Las complicaciones se comenzaron a dar cuando llegó el tiempo de ejecutar los conceptos que tenían en la mente. Lo que te quiero decir es que esta cinta es de esas que cuando la estás viendo, no puedes evitar estar sintiendo mucha emoción en algunos momentos y en otros, una profunda decepción por las malas decisiones que se tomaron en varios aspectos.
Llegan puntos en los que crees que por fin el guión de la película encontró su rumbo y de ahí partirá hacia cosas mucho más interesantes y de la nada, aparece un nuevo personaje o situación que abre otra rama, dejando inconclusas un montón de ideas y por supuesto, generando en el espectador un sentimiento de vacío nada placentero. Es claro que en la parte de dirección nunca se tuvo claro cuál era el verdadero objetivo de Resurgence como película, pues por un lado se esforzaba por complacer a los fanáticos de la cinta de 1996 y por el otro, se hacía un terrible trabajo para intentar ganarse al público que es completamente ajeno a este universo.
Minutos después de haber salido de la sala de cine, simplemente no podía evitar pensar en lo genial que hubiera sido que se nos contara una historia mucho más concisa y al grano, pues a pesar de que me parece loable que se haya intentado hacer algo tan grande como Independence Day, creo que muchas veces es mejor que algunas productoras pongan los pies sobre la tierra y hagan apuestas menos ambiciosas pero más seguras. Ni qué decir de las terribles actuaciones que vemos a lo largo de toda la película y de las cuales te platicaré un poco más adelante.
Como te comentaba hace unos párrafos, el mayor problema con Independence Day: Resurgence es que su guión no tiene rumbo claro, esto gracias a que en poco menos de dos horas, se nos intentó contar una enorme cantidad de historias de todo tipo. El número de personajes “principales” que nos ponen en pantalla es simplemente absurdo. Tanto viejos rostros que seguramente te sacarán una sonrisa, como individuos completamente nuevos, son metidos a la fuerza para convivir en un universo que en sí mismo ya es bastante complicado.
Lo anterior desembocó en personajes muy mal desarrollados en el mejor de los casos, pues existen dos o tres de estos que simplemente no tenían cabida en la historia. Me encantaría poder profundizar mucho más en este tema y decirte concretamente qué personajes simplemente no debieron de haber existido, pero la realidad es que te estaría arruinando la película en caso de que no la hayas visto, pero créeme que son bastante fáciles de detectar.
Me cuesta mucho trabajo definir quién es el protagonista de esta película y cuáles son sus verdaderas motivaciones. Si me obligaran a elegir a uno de ellos, tal vez diría que ese lugar está dividido en dos. Por un lado tenemos a Dylan Hiller interpretado por Jessie T. Usher. Sí, el pequeño niño hijo adoptivo del personaje de Will Smith se convirtió en un destacado piloto de combate. El segundo personaje principal podría ser Jake Morrison, otro piloto con una actitud bastante más rebelde y badass hecho por Liam Hemsworth.
Te repito que puede ser que estos dos sean considerados como los protagónicos, sin embargo, estoy seguro de que si alguien cuenta la cantidad de minutos que los vemos en pantalla o consideras que su participación no llega a ser tan relevante, el tema de “personajes principales” queda como una duda bastante seria.
Desde que el proyecto fue anunciado, el tema de Will Smith fue por mucho el más espinoso para toda la producción. Por razones que seguramente tuvieron que ver con dinero, el famoso actor no regresó para darle a vida al Captain Steven Hiller, personaje al que como seguramente ya sabes, sacaron de la trama de una manera bastante efímera. Supuestamente, el héroe de la cinta original perdió la vida en un vuelo de prueba. Eso es lo único que se nos dice de él, asunto que creo, tiene dos interpretaciones. O a los guionistas le dio mucha flojera contarnos más de por qué es que este individuo no está, o se tiene la esperanza de que en alguna de las siguientes películas pueda estar.
Es una verdadera locura la cantidad de personajes alrededor de los cuales gira la historia de Independence Day: Resurgence, causando que todos ellos se sientan genéricos y poco atractivos. Por supuesto que a los viejos conocidos les guardamos un cariño muy especial, no obstante, creo que debieron de haber sido tratados con mucho mayor respeto. Al final, por querer abarcarlo todo de todos, esta película no consigue profundizar en nada de lo que nos presenta en pantalla.
Sé perfectamente que pedir actuaciones destacables en este tipo de cine puede ser algo que sobre por completo, sin embargo, una de las partes más importantes que hicieron a Independence Day una película tan querida, es que la ejecución de los actores sobre los personajes que conocimos, fue verdaderamente excelente, asunto que por supuesto, ayudó mucho a que todo este universo tan fantasioso fuera creíble.
Otro de los pecados más importantes de Independence Day: Resurgence además de los que ya te conté, tiene que ver con lo terribles que son sus actuaciones, sobre todo la de los personajes nuevos. Por ejemplo, tenemos a la bella Maika Monroe dándole vida a Patricia Whitmore, hija del presidente Whitmore que tanto amamos en la primera cinta. Cada línea de esta actriz se siente vacía y sin ninguna clase de sentimiento o intención. Ni qué decir del trabajo de Liam Hemsworth y Jessie T. Usher, los cuales, tampoco consiguieron hacernos sentir que sus personajes podían existir.
Por parte de los veteranos como Jeff Goldblum, por ejemplo, el cual regresa para hacer a David Levinson, creo que terminaron sufriendo más por lo mal escritos que estaban sus personajes que por sus propias interpretaciones. Puede que Bill Pullman sea el más destacado por lo dramática y hasta obscura que es la participación del President Whitmore en la historia, mientras Brent Spiner como el curioso Dr. Brakish Okun, por momentos se llega a sentir un poco sobrado.
Para que un actor pueda tener un desempeño al menos aceptable, necesita de un guión y por supuesto director que lo soporten. Como te comentaba, el exceso de personajes que vemos en Independence Day: Resurgence terminó causando que unos se taparan con otros, dejando a todos en un estado efímero y poco trascendente. Si a esto le sumas actuaciones pobres y muy poco creíbles, tienes un resultado desastroso.
Sí, el guión de Independence Day: Resurgence no tiene ni pies ni cabeza, no obstante, nos queda claro que fue escrito por gente involucrada en la cinta original gracias al buen trabajo que se hace para enlazarla con la misma, sobre todo durante la primer media hora o 40 minutos. El fan service está en cada esquina de esta cinta, asunto que por supuesto, la salvaron para muchos de nosotros de no convertirse en una experience aburrida.
Desde el épico discurso que el President Whitmore dio antes de la batalla final en la cinta de 1996, hasta retratos del personaje de Will Smith y por supuesto, el tema de victoria, están muy presentes en Resurgence, lo mejor es que creo que fueron colocadas en momentos muy precisos para que justamente cumplieran con su cometido de transportarnos a aquellos momentos tan especiales que pasamos hace ya varios años.
Me hubiera encantado que se profundizara mucho más en cómo es que la humanidad está aprovechando la tecnología alienígena y las implicaciones sociales que la guerra de los noventa trajo al mundo, pero también te estaría mintiendo si te dijera que se hizo un mal trabajo para ponernos en contexto; es decir, la forma en la que se conectan las dos cintas es bastante creíble, esto claro, sin mencionar cómo es que se está intentando seguir expandiendo el universo.
Por supuesto que no estamos frente a una de las mejores interpretaciones de la ciencia ficción en el cine, no obstante, al menos podemos decir que se hizo un buen trabajo al intentar cautivar a quienes literalmente hemos visto decenas de veces Independence Day. Si eres de los que no tiene problemas con que una película solo brille por su fan service, seguro que en Resurgence te pasarás un más que fantástico rato.
Las razones por las que una persona entra al cine a ver una película son por demás diversas, sobre todo si consideramos que estamos frente a un medio que prácticamente lleva existiendo un siglo. Para muchos, si una cinta los entretuvo por un par de horas, ésta cumplió completamente con su cometido. Si uno desmenuza Independence Day: Resurgence y contrasta cada uno de sus elementos con los que se supone, son los encargados de hacer una buena película, te puedes dar cuenta de que este trabajo de Roland Emmerich se quedó lejos de ser algo destacable, asunto que por supuesto, no la hacen una obra aburrida o difícil de consumir.
Recomendar Resurgence es algo que me parece complicado, pues la realidad es que lo único que la sustenta es lo bien logrado de su fan service y cómo es que se enlaza con su antecesora. Si estás buscando la siguiente revolución de la ciencia ficción o al menos una interpretación decente del género, lamento decirte que aquí no lo vas a encontrar. A pesar de todo esto, te estaría mintiendo si te dijera que no me divertí en el cine, pues a pesar de que como película, ésta falla constantemente, su buen ritmo y vistosos efectos especiales (me encantaron los diseños de las nuevas naves), la terminaron convirtiendo en algo que me hizo pasar un buen rato.