PS4, XBOX ONE, PC
PS4
IO Interactive
Square Enix
31/05/2016
Sin lugar a dudas, la nueva entrega de Hitman ha sido una más que grata sorpresa de este 2016, con todo y lo mal implementado que está su modelo de negocio, el cual, por una razón que seguimos sin entender, funciona de manera episódica, entregándonos un pedazo de la experiencia completa cada determinado tiempo. Después de una muy buena introducción y un segundo episodio bastante aceptable, ha llegado una nueva entrega que nos deja claro que el trabajo de IO Interactive va en franco ascenso en cuanto a calidad en todos sus niveles.
Tras haber recorrido una elegante pasarela de modas en París y de haber atormentado a un par de buscados criminales en la costa mediterránea de Italia, es momento de viajar al tercer mundo para acabar con un par de objetivos que tienen implicaciones políticas internacionales de consideración. Marrakesh es una ciudad que se siente viva en todo momento por su alto grado de complejidad y absurda atención en el detalle. Sumado a lo anterior, su alto reto lo convierten en el episodio más disfrutable de este nuevo Hitman hasta el momento.
Por su propia naturaleza como videojuego, el diseño de niveles de este nuevo Hitman ha sido el elemento que lo mantiene a flote. La verdad es que lo que vimos en los pasados episodios nos dejó con un muy grato sabor de boca, pues además de presentar una variedad de situaciones muy interesantes y por supuesto, de sentirse lleno de vida gracias a la fantástica dirección de arte que nos presenta, su complejidad nos había dejado asombrados, sobre todo por la forma en la que jugaba con todas las posibilidades dentro de este teatro muy bien montado.
Luego de habernos paseado por todo el glamour parisino y la belleza de una playa italiana, es tiempo de ensuciarnos un poco las manos en el norte de África. Marrakesh es sin lugar a dudas el nivel más complejo y mejor construido de lo que va de esta experiencia con el Agent 47. La forma en la que fueron puestos cada uno de sus elementos no solo lo hacen un escenario verosímil, sino que también, lo convierten en un lugar en el que es extremadamente divertido estar, esto gracias a la gran integración que cada uno de los objetivos tuvo con el ambiente que lo rodea.
Las dos personas a las que tenemos que asesinar son de alto perfil. Por un lado tenemos a un empresario sueco que se tuvo que esconder en el consulado de su país en Marruecos, pues una violenta manifestación en su contra se empieza a cocinar en las calles. Por otro lado se nos pone a un militar que se encuentra en una base muy bien resguardada. Como seguramente ya te estás imaginando, el ingresar a estos dos lugares para acabar con nuestros objetivos, no es una tarea nada sencilla.
Para empezar, tenemos que lidiar con la abrumadora cantidad de NPCs que hay en las calles de la ciudad marroquí. Cualquier movimiento que hagas en falso al intentar dormir a un guardia o cualquier civil que se encuentre en la escena, te castigará con armar un escándalo del que no te zafarás de manera sencilla. Aquí, tienes que echar mano de la exploración y por supuesto de tu creatividad, esto claro, sino no gustas de usar las oportunidades que hemos visto a lo largo de este juego.
Algo verdaderamente genial es lo impredecible y muchas veces absurda que se puede poner la situación. Por ejemplo, una de la maneras de matar al empresario que se encuentra escondido en la embajada sueca, es por medio de una sesión de ageaje…sí, leíste bien. No te contaré más de qué es lo que debes de hacer para poder alcanzar este tipo de situación, no obstante, te puedo asegurar que la forma en la que lo haces, es verdaderamente divertida y muy creativa en todo sentido.
Ingresar al edificio lleno de militares fuertemente armados requería más de destreza stealth que de tu habilidad para disfrazarte, pues aquí, prácticamente todos los presentes sospecharán de ti a pesar de que lleves al mismo uniforme que ellos. Puedes esperar ver de nueva cuenta mucho todo este tema de los niveles y zonas de acceso según sea tu vestimenta que hemos visto a lo largo de todos los capítulos que Hitman ha tenido hasta este momento.
Lo primero que te salta a la vista cuando comienzas a caminar por las calles de Marrakesh como un turista cualquiera, es la enorme cantidad de personajes que se encuentran en ella, cada quién en su propio asunto. En una esquina vemos a una señora vendiendo carne, en la otra está un grupo de hombres escuchando música regional a todo volumen y si giras un poco, seguro te toparás con un grupo de encapuchados colocando propaganda militar en las paredes.
Es verdaderamente genial poderte meter en cualquier callejón de este mini mundo abierto para ver qué locura te puedes encontrar a continuación o qué elemento te podría servir para terminar con la vida de alguno de tus objetivos. Puede que una motocicleta estacionada sea la cosa más inútil del mundo, no obstante, si cuentas con las herramientas adecuadas, las podrás usar para crear la distracción perfecta para cubrir tu salida o por qué no, para aproximarte sin que nadie lo note a uno de tus objetivos.
A diferencia de lo que vimos en Sapienza, por ejemplo, este nivel ambientado en Marruecos luce un diseño mucho más horizontal que vertical. Puede que para muchos, esto pueda sonar como algo que le restará posibilidades al nivel y la forma en la que interactuamos con él, pero te puedo asegurar que no es así. Las mentes de IO Interactive supieron perfectamente aprovechar cada rincón de este mini mundo para colocar todo tipo de sorpresas con las que nosotros los jugadores, podemos experimentar de muchas maneras.
La realidad es que este tercer episodio de Hitman hizo un gran trabajo al seguir expandiendo cada una de las ideas que se nos han ido presentando a cuenta gotas. Me resulta verdaderamente interesante saber qué camino tomará a partir de este momento este videojuego que lamentablemente se nos ha venido entregando a pedazos.
IO Interactive nos ha dejado muy claro que saben perfectamente lo que están haciendo en términos técnicos y artísticos con este nuevo Hitman. Marrakesh es sin duda alguna el mejor episodio que se nos ha permitido disfrutar hasta el momento, por lo que el estándar ha quedado verdaderamente alto para lo que se venga en el futuro. Este tercer episodio no solo se siente lleno de vida y con ambiente completamente creíble, sino que también consigue hacer que nosotros como jugadores, podamos seguir expandiendo nuestra creatividad tanto como podamos.
París estuvo muy bien y Sapienza logró su cometido, pero con Marrakesh, se nos dejó claro que de no ser por su terrible modelo de negocio, el cual, simplemente no funciona para este tipo de experiencias, estaríamos hablando de una de las mejores entregas en toda la historia de Hitman. Me sigue siendo complicado recomendarle a alguien jugar algo así que está siendo entregado por partes, por lo que me mantengo firme al decir que lo mejor será esperar a que el título esté completo.