Gracias a cosas como nuevos modelos de negocios o inesperados cambios en los gustos del mercado, todos los géneros de los videojuegos deben estar mutando de manera constante. Al ser los FPS uno de los más importantes de la industria, los cambios que sufren pueden llegar a ser más importantes que los de cualquier otro. Todo el que quiere entrar en la batalla por un pedazo del pastel, debe saber perfectamente qué rumbo va a recorrer para no caer en el olvido. Homefront: The Revolution llega en verano de este año con la importante misión de mantenerse a flote luego de haber sido uno de los principales causantes de que THQ haya tenido el destino que tuvo.
En esta ocasión es turno de que Deep Silver salte al ruedo para intentar hacer que esta serie siga existiendo, esto por medio de diferentes maniobras que luego de haber jugado por un buen rato la beta cerrada Homefront: The Revolution, nos dejan con bastantes dudas sobre lo que pasará en mayo que por fin se lance en el PlayStation 4, Xbox One y PC.
Como te comentaba al inicio de este artículo, los FPS se encuentran en una encrucijada que seguramente tendrá varios finales. Por un lado tenemos la tendencia de que ahora, varios de estos juegos han optado por olvidar el tema de la campaña para un jugador para concentrar sus esfuerzos en la experiencia multiplayer. También tenemos a los que han optado por intentar aprovechar las bondades de los Open World, la mayoría con resultados bastante pobres.
Después de que la primera entrega de esta franquicia pasara sin pena ni gloria, es momento de que Homefront: The Revolution busque ganarse un lugar por medio de un mundo abierto. El pasado fin de semana estuvo disponible la beta cerrada de este título de manera exclusiva en el Xbox One, la cual, nos dejó probar un poco de las misiones cooperativas, elemento que será uno de los principales pilares de este juego.
En dicha modalidad online, saltas junto con tres personas más a un mini mundo abierto que cuenta con varios objetivos, la mayoría de ellos bastante simples que la verdad, aportan poco al género. Desactivar cierta consola, asegurar una zona o acabar con un número determinado de enemigos, son algunas de las cosas que deberás completar junto con tus amigos. La cosa no funciona mal, pero después de un rato, se sienten como la cosa menos trascendente y genérica del mundo, con todo y que hay algunos vehículos como motocicletas, por ejemplo.
Además de esto, podrás ir adquiriendo todo tipo de loot para mejorar a tu personaje, el cual, puedes adaptar a tu estilo de juego. Algo que me pareció un tanto molesto es tener que estar recogiendo absolutamente todo lo que veía si es que tenía la intención de hacer mejoras sustanciales a mi equipo. No tengo nada en contra de los juegos que funcionan de esta manera, de hecho disfruto mucho de cosas como Borderlands o Diablo. Lo que quiero decir es que no me hizo tanto sentido que nos obliguen a hacer este tipo de cosas en un juego que claramente persigue otros objetivos.
Los controles de Homefront: The Revolution se siente adecuados, mientras que su diseño de niveles llega a ser interesante por momentos; sin embargo, me parecería imperdonable que en pleno 2016, un FPS no contara con elementos de gameplay tan básicos que estuvieran bien pulidos.
Evidentemente es muy temprano para hablar de las verdaderas mecánicas de juego de Homefront: The Revolution, pues la verdadera experiencia estará en la campaña para un jugador y su mundo abierto. Como sea, al menos en la parte de estas misiones cooperativas, te puedo decir que se siente genérica y sin verdadera alma, esto claro, sin dejar de ser un tanto divertidas por momentos. Otro problema es que para que todo sea óptimo en esta modalidad, es necesario que cada uno de los jugadores esté dispuesto a cooperar como debe, de lo contrario, morirás fácilmente ante la fuerza del enemigo.
Siempre que uno decide probar una aplicación, juego o cualquier tipo de software que se encuentra en fase beta o alpha, debe tener especial cuidado. Como era de esperarse, Homefront: The Revolution presenta varios errores técnicos que sí llegan a modificar de algunas maneras la forma en la que estamos disfrutando del juego, esto sin mencionar que hasta este momento, el título queda bastante a deber en la parte visual.
Lo primero que notamos de esta beta fue la enorme cantidad de texturas que saltan aquí y allá, causando que veamos modelos y escenarios bastante feos, al menos en lo que el juego tardaba en cargar el resto de los assets. Otro de los problemas más importantes fue el frame rate, mismo que además de mantenerse muy bajo cuando estaba estable, de pronto caía bruscamente, cosa que evidentemente afectaba la experiencia, pues estamos hablando de un juego que requiere de precisión en cada uno de tus movimientos.
Los bugs ocasionales también hicieron acto de presencia. Nada tan grave, pero que sí llegaba a ser bastante molesto. Fue normal ver a personas atravesando paredes, por ejemplo. La inteligencia artificial es verdaderamente pobre, pues los enemigos no se adaptan a la forma a la que los jugadores se aproximan a cada una de las situaciones, siguiendo patrones predefinidos que son muy sencillos de descifrar.
Al igual que con el tema de las mecánicas de juego, puede que sea injusto comenzar a juzgar a Homefront: The Revolution por las deficiencias técnicas de su versión beta, no obstante, lo teníamos que mencionar. En la parte de la conectividad no tuvimos mayor problema. Las partidas fueron estables y solo en un par de ocasiones experimentamos lag. Esperemos que el ejercicio haya servido para que Deep Silver optimice todo esto.
La verdad es que desde que esta serie nació, no pude evitar pensar que estábamos frente a un concepto gastado del que quedaba muy poco qué cortar. Este tema de tener un Estados Unidos invadido por otra nación lo hemos visto una y otra vez tanto en las películas, como en los videojuegos, por lo que el espacio para más obras basadas en esto, llega a ser verdaderamente reducido. Homefront terminó siendo un FPS bastante mediano que no tardó en pasar al olvido, por lo que la idea de una secuela podría emocionar a muy pocos.
Por supuesto que no tenemos más opción que darle el beneficio de la duda a Homefront: The Revolution, pues lejos de mantenerse por la misma línea de su antecesor, se arriesgará al experimentar con algo tan complicado de maniobrar como el género de los Open World. Todo lo anterior lo digo debido a que muchos juegos, se llegan a apoyar del encanto de su historia o dirección de arte por ejemplo, para compensar algunas de sus deficiencias.
Como fanático de los FPS siento preocupación por lo que está pasando con el género, pues estas experiencias fantásticas en solitario que al final, lo terminaron forjando, cada vez parecen ser algo mucho más improbable en el futuro. Deep Silver ha decidido darle Homefront: The Revolution cierto estilo, esto en un intento por sobresalir en una industria en la que competir de buena forma, se ha vuelto algo verdaderamente complicado para cualquiera, esto sin importar la cantidad de recursos con los que se cuenten.
En conclusión, te puedo decir que la beta de Homefront: The Revolution me dejó con un sabor de boca no tan grato, pero sobre todo, me dejó con bastantes dudas sobre lo que será la versión final del juego. Si tuviera que apostar, diría que el juego se va a quedar como algo de lo que se hablará uno o dos días en mayo cuando salga, pero que después de eso, solo un nicho mínimo de jugadores lo seguirán disfrutando, esto en el mejor de los casos. Habrá que esperar a que el producto esté entre nuestras manos para poder dar una opinión mucho más certera.