Competir dentro de un videojuego es algo que se ha dado desde que el medio nació a mediados del siglo pasado, sin embargo, no ha sido sino hasta los últimos años que el famoso termino de e-sports se ha ganado un muy importante puesto dentro de la industria. Por un lado tenemos a cosas como Starcraft II siendo todo un fenómeno tanto Estados Unidos, como en Corea, y por el otro está el monstruo llamado League of Legends que ha llevado al género de MOBA a nuevos niveles. Blizzard le respondió a Riot Games este 2015 con el estreno de Heroes of the Storm, título que persigue objetivos un tanto distintos a los de su supuesta competencia directa.
La respuesta entre los fanáticos de Blizzard ante Heroes of the Storm ha sido por demás positiva, incluso se ha comenzado a convertir en un importante actor dentro de la escena competitiva, sin embargo, el juego no ha terminado de despegar del todo entre el resto de los jugadores. A pesar de esto, el publisher también padre de cosas como World of Warcraft, se mantiene fiel a la imagen más desenfadada que le dio desde un principio a su franquicia.
El azar siempre ha sido un elemento que bien implementado, hace que tal o cual videojuego sea increíblemente divertido. Por supuesto que cuando hablamos de un título competitivo, el factor de la suerte debe de ser reducido a prácticamente cero por obvias razones, cosa que por supuesto, no ha evitado que Blizzard experimente con nuevas ideas para hacer que toda la experiencia de Heroes of the Storm sea mucho más grata para cualquiera que le ponga las manos encima.
En esta BlizzCon se nos presenta el Arena Mode, modalidad que hace que la suerte juegue un papel primordial en cada una de sus caóticas partidas. Lo anterior funciona de la siguiente manera: Dos equipos de cuatro jugadores se enfrentan en un escenario cerrado en una batalla a muerte. Lo más interesante es el papel que juega la suerte.
Al inicio de cada enfrentamiento, los miembros de los dos equipos deberán de seleccionar a uno de los tres héroes que el sistema les arroje de una preselección random (todos los personajes estarán disponibles sin importar su status en tu cuenta). Las partidas están dividas en tres rondas, en donde deberás de cumplir los mismos objetivos que en el modo clásico, solo que aquí, en mapas muy compactos en donde reapareces de manera casi instantánea cuando mueres.
Mi tiempo en general con el Arena Mode de Heroes of the Storm fue extremadamente divertido y eso que mi experiencia con el género es bastante reducida. La verdad es que contrario a lo que pensaba, la idea de que la acción ocurra de manera tan frenética como pasa en esta modalidad, hace que tus instintos tenga que actuar más que tus pensamientos calculados. Lanzar toda clase de poderes para acabar con el enemigo y a la vez, intentar coordinarte con tus compañeros, es algo que se siente verdaderamente genial. Creo que al menos en esta modalidad, Heroes of the Storm se siente más como un juego party, que como un MOBA más serio.
Claro que aún falta que Blizzard afine algunos puntos del Arena Mode, no obstante, te puedo decir que la cosa va por muy buen camino, incluso le veo potencial a que se convierta en algo mucho más competitivo cuando la mayoría de la gente tenga acceso a él.
Además de todo el tema de poderes, talentos y demás stats de cada uno de los héroes que están en Heroes of the Storm, el diseño de mapas siempre ha sido algo por demás importante para la experiencia en general. Al igual que pasa con el Arena Mode, Blizzard decidió darle un muy interesante giro al modo tradicional de batalla con la introducción de Towers of Doom.
En este nuevo mapa, en lugar de poder atacar el núcleo del equipo contrario en cualquier momento, primero debes capturar ciertas zonas dentro del escenario para que estas, dañen a la base del enemigo. Como seguramente ya te estás imaginando, toda la estructura de las partidas cambia por completo. Estoy seguro de que los jugadores más experimentados pueden llegar a sentir que el gameplay se vuelve un poco más rígido pero en mi opinión, el combate es bastante más intenso.
Seguro que aún es muy temprano para dar un veredicto final sobre lo que será Towers of Doom cuando llegue el momento de que todo el mundo le ponga las manos encima, no obstante, la verdad es que esta adición se siente como un refresco al género de MOBA que se ha mantenido por un camino tan calculado y bien conocido como el que hemos visto en los últimos años.
Muy probablemente, la mayor sorpresa relacionada a Heroes of the Storm durante BlizzCon 2015, fue la inclusión de Cho’gall como parte del roster de personajes. Este ogro de dos cabezas no solo es un skin de otras personalidades que ya habíamos visto en el juego, sino que cambia por completo la forma en la que se juega todo.
Cho’gall funciona de la siguiente manera. En caso de quieras probar a este nuevo héroe, lo primero que deberás de hacer es encontrar a un amigo con quien jugar… sí, un personaje de dos cabezas requiere de dos personas para poder funcionar. Un usuario está a cargo del movimiento del ogro bicéfalo, mientas que el otro tiene que estar controlando ataques especiales y otras tareas.
Controlar a Cho’gall con un amigo es una gran experiencia, en donde la comunicación, lo es prácticamente todo. Intentar ir a cierto punto del mapa y a la vez, sobrevivir al resto de los personajes que se encuentran en la batalla, puede ser algo muy caótico pero a la vez, muy divertido. Lograr acabar con otro héroe utilizando las ventajas de este personaje, puede ser algo verdaderamente satisfactorio.
Al igual que pasa con el Arena Mode, nos queda claro que Cho’gall está pensado más como un elemento para echar relajo dentro de Heroes of the Storm, que para afinar el tema competitivo dentro del juego. Como sea, podemos decir que el MOBA de Blizzard sigue alejándose de cosas como League of Legends en busca de su propio nicho de público.