Cuando hablamos de clásicos del PlayStation 1, hay un nombre que muchos recuerdan con cariño, y se trata de Pepsiman. Si bien esta entrega fue exclusiva de Japón en su momento, el título llegó a las manos de muchos jugadores por medio de la piratería. A lo largo de los años, esta entrega ha ganado un nivel de popularidad que le ha permitido convertirse en un clásico de esta generación. Ahora, los fans se han dado a la tarea de preservar este título.
Al tratarse de un juego de licencia, Pepsiman no ha salido del PlayStation 1. La única forma de pagar por este título hoy en día, es comprando una copia original de Japón, y usarla en su consola original. Afortunadamente, este proceso es más sencillo en estos momentos, puesto que esta entrega ya está disponible en Archive.org.
Para aquellos que no reconozcan este sitio, Archive.org es, como su nombre lo indica, un archivo digital en donde podemos encontrar múltiples títulos de forma completamente gratuita, esto con el objetivo de su preservación. Al igual que otras experiencias similares, es necesario un emulador para disfrutar de esta entrega en tu PC o algún dispositivo capaz de correr esta experiencia.
Recordemos que Pepsiman llegó al PlayStation 1 en 1999. Este título fue desarrollado y distribuido por KID, un estudio japonés. Aquí, los jugadores tienen que atravesar una serie de niveles en donde se tiene que correr, saltar y esquivar un sin fin de obstáculos, todo mientras recolectamos latas de refrescante y deliciosa Pepsi. El título ganó una notoriedad por su dificultad, y por ser un enorme comercial.
Sería interesante ver una remasterización, aunque esto probablemente sea un completo infierno legal. En temas relacionados, creador de Yuzu culpa a los fans por el cierre del emulador. De igual forma, Nintendo cierra otro emulador del Switch.
Nota del Editor:
Tengo buenos recuerdos de Pepsiman. Al igual que muchos niños con un PlayStation 1, este fue uno de los juegos piratas en mi colección, y si bien nunca lo acabé en su momento, me encantaría retomarlo en estos momentos, al menos solo por nostalgia.
Vía: Archive.org