Sony ha intentado justificar el alto costo, que puede llegar hasta los $800 USD si los usuarios desean adquirirla junto con una unidad de disco opcional y el soporte vertical. En comparación, la PS5 Slim reacondicionada y completamente digital, ofrecida directamente por la empresa, cuesta solo $350 USD. Toshi Aoki, gerente principal de producto, ha explicado que las mejoras tecnológicas de la consola son el motivo principal detrás de su precio elevado.
Entre las mejoras que destaca Aoki se encuentran un SSD más rápido, compatibilidad con Wi-Fi 7 y otras tecnologías avanzadas que, según Sony, proporcionarán una experiencia superior a los jugadores más dedicados. Este grupo de jugadores, considerados “más comprometidos”, son los que ya han demostrado interés en actualizar a versiones mejoradas de consolas anteriores, como la PS4 Pro, y en adquirir accesorios costosos como auriculares de $100 y el mando DualSense Edge de $200 USD.
Otro punto que se ha defendido es la decisión de no incluir una unidad de disco en el paquete estándar. Aoki mencionó que la intención es ofrecer más opciones a los jugadores, permitiéndoles elegir si quieren o no agregar el componente. Aunque muchos jugadores aún prefieren los discos físicos, La empresa confía en que la flexibilidad que ofrece atraerá a diferentes tipos de usuarios, especialmente en una era donde lo digital cobra más relevancia.
Sin embargo, esta decisión podría no ser bien recibida por todos los jugadores, especialmente por aquellos con colecciones físicas de juegos de PS4 y PS5. La estrategia parece apuntar a fomentar la venta digital, pero esto podría generar dudas entre los fanáticos que prefieren mantener su colección de discos físicos en esta nueva generación de consolas.
Recuerda que el 7 de noviembre se pone a la venta la consola.
Vía: Kotaku
Nota del autor: Tan solo digan que no se les antojó agregar el lector y ya, no creo que haya sido un gasto increíble. Sin embargo, se va a vender montones así que no hay mucho que hacer.