Por más de dos décadas la serie Worms nos ha ofrecido acción fresca y multijugador local para un buen número de jugadores al ser un juego por turnos, veinte años después del surgimiento de la serie del equipo británico Team 17, la fórmula ha sufrido varios cambios pero siempre se ha mantenido con la constante de ofrecernos diversión competitiva y el humor característico de la franquicia.

Recuerdo con cariño una etapa de mi vida en la que no dejaba de jugar en mi computadora y precisamente era Worms Armaggeddon el título que constatemente frecuentaba en solitario o en compañía, no hablo del juego que tomó el mismo nombre para 2010 sino del clásico de PC, Dreamcast, PlayStation y hasta Nintendo 64 que quizá popularizó de forma masiva la serie para finales de los noventas y con el que me di cuenta que quería seguir jugando por mucho tiempo esa fórmula tan simple pero efectiva a la hora de traducirse en diversión.

Menciono dicha anécdota porque aunque le he seguido la pista a la serie en los últimos años, es la primera vez en que siento que una secuela trata de volver a la simpleza de la franquicia en los noventas dejando a un lado cualquier cosa que pueda complicar esa diversión tan simple de los primeros títulos de la serie, dándole así un sabor muy clásico.

¿Por qué se llama WMD? Básicamente porque esas siglas pueden hacer referencia a muchas cosas como Worms Must Die, Walking Mechanised Destruction, Wonderful Multiplayer Destruction, Worms in Many Destinations y muchísimo más que bien refleja las posibilidades del título. Vamos pues a revisar qué hay de nuevo en esta entrega.

Cambio agradable en la presentación visual

Por años la serie experimentó con una buena variedad de estilos visuales, incluso hubo una ocasión en la que pasó a una perspectiva tridimensional. Worms WMD se presenta en perspectiva bidimensional y a diferencia de varios de los títulos recientes en los que los pequeños gusanos tenían volumen en escenarios con cierta profundidad meramente estética, regresan los gráficos completamente planos, aunque en lugar de tener la apariencia pixelada de los clásicos de los noventas ahora lucen de forma limpia y elegante con gráficos vectoriales que se ven realmente bien en nuestras pantallas.

¿Qué incluye Worms WMD?

Veinte años de evolución se reflejan en el nuevo Worms, aunque son cambios sutiles a fórmulas muy clásicas que conocemos y que regresan. Es un placer seguir teniendo armas legendarias como la bazooka, mina de proximidad, granada, cuerda, teletransportador, escopeta, oveja, oveja voladora, anciana, burro y la épica granada sagrada.

Para quienes nunca han jugado Worms puedo decirles que se trata de un juego de combate por turnos en el que en su modo principal el objetivo es muy simple; mata a todos los gusanos del equipo contrario en una partida por turnos en la que tienes pocos segundos para moverte y disparar con alguna de las armas disponibles. La fórmula sigue completamente intacta en esta nueva entrega que hace cambios sutiles para no arruinar la diversión de siempre.

El juego incluye tutoriales bastante completos para que te familiarices con cada una de las armas básicas, herramientas de desplazamiento y nuevos elementos del gameplay; dichas pruebas incluyen un nivel básico y uno de desafío para asegurarte de que realmente domines el arma o herramienta en cuestión.

Una vez que has superado los tutoriales el juego incluye una serie de misiones con objetivos específicos y variaciones ligeras al gameplay tradicional, dentro de dichas misiones de la campaña también puedes encontrar pósters de “Se Busca” que incluyen objetivos especiales que tendrás que derrotar en un menú de retos para obtener recompensas específicas como nuevos gorros para tus Worms.

Hablando de gorros, vuelve al juego la profunda personalización que te permite crear a tu propio equipo de gusanos con nombres personalizados y el gorro que tú elijas, eso también incluye la elección de una gran cantidad de voces en distintos idiomas y variedad de sonidos además de las burlas para el momento en que ganas y el sonido de victoria de la misma manera.

Puedes disfrutar de Worms WMD tanto en solitario en partidas rápidas con distintos niveles de dificultad o su campaña como en el modo en línea que se divide en partidas casuales completamente personalizables en sus reglas o en las partidas rankeadas con condiciones preestablecidas y rivales de tu nivel.

En términos generales es eso lo que puedes encontrar en WMD, acción directa a unos cuantos clicks acompañado de una campaña con buenos retos.

¿Qué hay de nuevo en Worms WMD?

Varios cambios generan variantes a la manera de jugar, puedo decirles que todos ellos me parecen positivos y lo suficientemente discretos para dar ese sentimiento de que la franquicia regresa a sus orígenes en lugar de experimentar de forma tan marcada como en algunas de las entregas recientes de la serie. A continuación listaré las novedades y las ventajas que ellas imprimen al juego.

1. Uso de vehículos: Ahora puedes usar tanques de guerra, helicópteros y mekas, aunque puede sonar bastante desbalanceada su introducción es bueno saber que su salud es limitada y también su vulnerabilidad a ser robado por el enemigo en cualquier turno, lo que hace que dichas herramientas pasen a ambos bandos con gran facilidad y simplemente sean un juguete más que tiene que ser muy bien estudiado para que su daño sea eficaz. De los tres vehículos el que más me agradó fue el helicóptero por su gran movilidad, el meka fue el que me pareció más difícil de maniobrar y quizá el menos letal en sus ataques si eres jugador novato.

2. Uso de torretas fijas: De forma similar a los vehículos, en el escenario suelen integrarse torretas fijas de distintas clases, algunas de ellas poseen gran poder de fuego como los morteros o las ametralladoras y otros más bien le apuestan a la precisión como la torreta de francotirador. Al igual que los vehículos pueden pasar fácilmente a ser parte de las conquistas de cualquier bando que esté en el juego, hoy más que nunca por esa razón es muy importante la estrategia que sigas al conquistar terreno y es por ello que agradecemos la presencia de este tipo de herramientas en el mapa para darle frescura y variedad a las partidas.

3. Ingreso a edificios: Aunque siempre has podido cavar para refugiarte o ya podías aprovechar con anterioridad el hecho de refugiarte tras algunas porciones del mapa, en WMD se han integrado edificios a los que puedes ingresar por las puertas o las ventanas; a la hora que entras en ellos tú podrás ver la estructura interna de la construcción como si su muro externo fuera transparente pero lo mismo no sucede para tus rivales que lo único que verán es la indicación de que hay un gusano enemigo ahí pero no tendrán idea dónde localizarte al quedar oculto dentro del edificio. Conquistar estos lugares y aprovecharlos como fortines es una variante que al igual que la presencia de torretas fijas te obligará a tener una mejor estrategia de dominio del territorio, una ventaja muy simple pero que agrega mucha estrategia a un juego cuyas mecánicas han trabajado bastante bien por muchos años.

4. Crafting de armas: ¿Cansado de que obtener las armas más poderosas era algo de suerte al tomar una caja? Ahora no tienes de qué preocuparte pues el juego ofrece un sistema de crafting que se basa en la presencia de sustancias básicas como elemento base de la economía del juego. Dichas sustancias las encontrarás dentro de cajas esparcidas por el mapa o destruyendo armas de tu arsenal para obtener sus materias primas; cada arma tiene su propia receta y podrás usar el tiempo de tu turno o incluso del turno del rival para fabricar cualquier cosa que esté al alcance de tus ingredientes para tener una ventaja táctica. El hecho de que ahora puedas tener a tu alcance casi cualquier arma al conquistar cajas y dominar el conocimiento de las recetas añade una variante al gameplay que le imprime mayor estrategia y habilidad en lugar de lo aleatorio que podía ser el factor suerte para ganar una partida en anteriores entregas de la serie.

En general me parece que fueron muy buenas las adiciones a la fórmula clásica, movimientos muy calculados que no afectan de forma tan revolucionaria a la manera de jugar Worms pero que bien añaden nuevos elementos estratégicos a cada partida favoreciendo la competencia más inteligente que se traduce en partidas bastante cómodas y agradables. Digamos que el juego se siente lo suficientemente clásico para el jugador que busca una experiencia que le recuerde los legendarios Worms bidimensionales que dieron origen a la serie pero tiene también el toque de frescura necesario para regresar una vez más.

Comentarios finales

Por mucho tiempo me pareció que la serie Worms ya se estaba desviando bastante de la simpleza de los juegos de los noventas y principios del milenio actual que le aseguraron un futuro próspero que luego de 20 años sigue dando frutos, con la entrega más reciente de la serie me doy cuenta que el equipo de Team 17 se dio cuenta que es quizá en su pasado y en la simpleza de sus mecánicas muy bien trabajadas donde está la verdadera diversión de la guerra de gusanos.

Me gusta su presentación con gráficos vectoriales, menús claros y abundante personalización. Me agradaron mucho los cuatro cambios principales que no alteran tanto la experiencia como las bombas de agua de Revolution o armas bastante locas de las últimas entregas; las adiciones son sencillas, muy orgánicas y adaptadas por completo al espíritu de la competencia típica de la serie sin grandes complicaciones.

Si alguna vez han jugado y amaron Worms quizá sea un buen momento para regresar, estamos frente a una versión sólida y disfrutable. Si ya lo han probado y no les gustó quizá no los va a convencer, es un juego bastante fiel a sus raíces. Recomendable en general.