PS4, XBOX ONE, PC
PS4
Nadeo
Ubisoft
22/03/2016
¿Qué es lo más emocionante de un juego de carreras? Esa pregunta es difícil de responder puesto que hay diferentes enfoques a la hora de ponerle las manos encima a un juego de conducción. Yo puedo decirles que lo que más me hace vibrar es la sensación de velocidad y adrenalina en la que los reflejos son la clave para definir carreras en las que un segundo se siente enorme en resultados que se definen por fracciones de segundo; a diferencia de la vida real, en el videojuego tenemos la ventaja de experimentar sin riesgo alguno y hacer locuras que jamás haríamos tras el volante de cualquier vehículo.
En ese sentido admiro lo lejos que han llegado simuladores o juegos que tienen propuestas mixtas de simulación y arcade –como lo fue Driveclub o la serie Forza Horizon– pero me pongo a pensar también en mi gusto por experiencias que sólo pueden vivir dentro del universo de los videojuegos y que su único enfoque es provocar diversión a quien toma los controles. Es por lo anterior que lamento que series como los futuristas juegos de F-Zero y Wipeout estén enlatadas o incluso olvidadas, pero afortunadamente quedan buenos representantes de estos alocados juegos arcade.
En medio de la controversia que puedan causar la mayoría de los juegos recientes de Ubisoft, creo que poco tenemos que reclamarle a la empresa francesa en cuanto a sus juegos “pequeños”. Incluso me atrevo a decir que es en esos lanzamientos que se alejan de los reflectores de los juegos más grandes del publisher donde nos encontramos con las mejores sorpresas.
El juego que hoy tenemos en las manos es obra del estudio parisino NADEO, mismo que comenzó como desarrollador independiente que publicaba sus juegos bajo el sello de los franceses de Focus Entertainment. Con experiencia de más de 15 años en la industria a la fecha, Nadeo pasó en 2009 a las filas de Ubisoft como uno de muchos estudios pequeños que ha adquirido la casa de Rayman y Assassin’s Creed.
La serie Trackmania no es nueva y cuenta con más de 10 años de historia en la que ha buscado conquistar con su estilo propio a jugadores en Windows, para quienes sí es novedad es para los jugadores de consola, pues después de tanto tiempo Ubisoft llevó el juego también a Xbox One y PS4 como un lanzamiento simultáneo de la ya tradicional versión para PC. Bajo el nombre de Trackmania Turbo este juego fue presentado en E3 de 2015 y créanme, la emoción de ese alocado primer tráiler refleja muy bien las propuestas del juego de carreras que hoy reseñamos. Acompáñenme a revisar las propuestas básicas del juego.
Toda la presentación de Trackmania Turbo está encaminada a demostrar el formato arcade de la experiencia, incluso desde el momento en que el primer menú que te recibe es en lugar de un “Press Start” un “Insert Coin”. El juego es básicamente un juego de conducción en alocadas pistas que consta de una campaña con un total de 200 escenarios prediseñados por equipo de Nadeo, todos ellos con objetivos de batir el tiempo pues más que ser un juego de competencia directa es una experiencia en la que tú te tienes que superarte a ti mismo en careras contra reloj.
Llegar a conquistar los 200 circuitos de la campaña es muy desafiante pues el juego es muy demandante, algo similar a lo que nos sucedió con Trials Fusion también de Ubisoft que muchos ni siquiera llegamos a conquistar en su totalidad por su altísima dificultad. La mayoría de las pistas te piden que vayas de un punto A a un puno B, aunque también habrá carreras en circuitos cada 5 niveles que serán quizá las que supongan el mayor reto al tener que repetir varias veces la hazaña de pasar casi de forma perfecta sus vueltas en una sola partida.
El ritmo del juego es muy frenético y ya desde la división de principiantes hay pistas verdaderamente desafiantes. La campaña se divide en cinco divisiones de dificultad que nos llevan a cuatro escenarios con diferentes enfoques:
Es el punto de partida, un escenario que como su nombre lo indica está muy enfocado al drifting en el que controlas un muscle car que manejas en carreteras entre cañones que nos recuerdan mucho al paisaje desértico del sur de los Estados Unidos.
Podríamos decir que Dirty Valley es la división de rally de Tackmania Turbo, llevándonos a paisajes europeos campestres en los que gran parte de la acción se desarrolla sobre terracerías, campos y lodo. Obviamente irás bien armado para esta zona con un resistente buggy con un diseño lleno de curvas.
Estoy seguro que Lagoon Rollercoaster será el preferido de muchos, entre ellos me incluyo. Esta zona nos lleva a bordo de un todoterreno tubular a una exótica zona costera tropical que se caracteriza por secciones de rally similares a las de Dirty Valley pero también alocadísimos segmentos en los que la pista toma forma de montaña rusa que magnetiza al vehículo para lograr los trazos más alocados que te puedas imaginar y que se disfrutan en una perspectiva de primera persona.
Finalmente International Stadium es para los amantes de la velocidad que pilotando un bólido similar a los de Fórmula Uno alcanzan grandes velocidades en pistas que no pierden la locura de los trazos, saltos y pendientes de Trackmania pero todo contenido dentro de un estadio donde la mayor parte de la acción es sobre el pavimento.
Hay varias constantes en todas las zonas, el gameplay está lleno de elementos sorpresa como rampas de 90 grados o giros completos en la pista como si se tratara de una montaña rusa, grandes saltos requerirán de mucha precisión para no salirse de la pista y un diseño con abundantes curvas te hará estar al pendiente del freno y, sobre todo, un derrape que se siente de maravilla. En general el juego se siente muy bien con el control en la mano para ser una experiencia completamente arcade.
La mayoría de las pistas son experiencias bastante cortas que no deberían superar tiempos de menos de un minuto o máximo dos, tres o hasta cuatro cuando se trata de circuitos. Conforme sube la dificultad hay pistas más largas y complejas pero la constante es la de crear desafíos rápidos. La clave para superar los desafíos de tiempo es mantenerse bajo la premisa de ensayo y error; para obtener las preciadas medallas de oro hay que estar reiniciando una y otra vez la partida hasta prácticamente memorizar el trazado para hacerlo de forma perfecta. Auxiliar para lograr lo anterior es la presencia de fantasmas de las medallas como referencia de lo que se tiene que vencer y botones que te permiten rápidamente reiniciar el checkpoint o la partida completa para buscar los mejores tiempos.
Trackmania Turbo no es un juego para cualquiera porque sólo menos de la mitad de la campaña es accesible para todos considerando que las medallas de bronce son las más sencillas de obtener; las tres divisiones de dificultad más altas requieren una buena cantidad de medallas de plata y de oro para desbloquearse por lo que estamos seguros que una gran cantidad de usuarios ni siquiera podrán acceder a todos los contenidos ante la dificultad que implica desbloquearlos. Amo el reto y la dificultad insana que el juego puede llegar a imponer sobre el jugador, pero estoy seguro que muchos lo encontrarán como un punto negativo en contra de la accesibilidad del juego que alejará a muchos por su alto nivel de reto.
El título te motiva a seguir corriendo de forma muy adictiva con marcadores regionales y mundiales que te evalúan no sólo con tus tiempos en cada pista, sino también con tus progresos generales para colocarte en un ranking en el que los más obsesivos buscarán constantemente seguir subiendo. Quizá en lo que puede pecar el juego es en la repetición, realmente sólo jugadores muy constantes pasarán los 200 niveles en los que lo único que tienes por hacer es competir contra reloj.
Algo que me encantó de Trackmania Turbo es una muy cuidada presentación desde sus menús hasta una gran cantidad de diseños con los que puedes personalizar tu vehículo. Todos los logotipos, tipografías y señalamientos que observas dentro de las carreras te hacen sentir frente a un deporte de competencias contra reloj lleno de estilo.
En general se trató de darle un toque muy universal al juego. No sólo la cuenta regresiva al iniciar las carreras se recita en una gran cantidad de idiomas, también encontrarás letreros en distintos lenguajes a lo largo de sus 200 circuitos prediseñados, así como diseños que hacen alusión a diversas nacionalidades y culturas.
Parte de ese toque universal del juego está en la posibilidad de decorar tus vehículos con un tema inspirado en las banderas de una gran cantidad de países, hablando del tema hay una gran cantidad de plantillas para hacer diferente visualmente a tu vehículo y llevarlo a las competencias en línea.
Si es que llegas a completar la muy difícil hazaña de conquistar los 200 niveles de la campaña en solitario te esperan muchas otras actividades por disfrutar.
El juego local es importante y agradecemos que tenga pantalla dividida para competir con hasta cuatro personas de forma simultánea; también tenemos un modo de juego cooperativo para dos personas en el que ambos controlan el vehículo de forma simultánea imprimiendo fuertes dosis de frustración y trabajo de coordinación a la partida.
Si de jugar en línea se trata tenemos desafíos diarios y también un modo multijugador en el de forma simultánea te enfrentas hasta a 100 jugadores. ¿Cómo sucede lo anterior? Básicamente no es una competencia directa aunque sea simultánea, pues aunque ves los fantasmas de todos los que están compitiendo en una carrera sigues corriendo por conseguir un mejor tiempo que los demás, y mientras haya tiempo en el reloj puedes seguir tratando de batir tu marca personal mientras ves cómo un centenar de personas intentan lo mismo para colarse al podio; al final del día resulta curiosa la forma de competir y aunque no resulta un modo que funciona completamente bien ante la distracción de estar viendo tantos fantasmas al mismo tiempo con buenas dosis de lag, resulta curioso.
Quizá la parte más sobresaliente del juego en cuanto a su rejugabilidad es la presencia de un editor de pistas; si eres lo suficientemente creativo puedes tratar de emular el gran diseño que tuvo Nadeo con los niveles de la campaña con tus propias creaciones; si no eres tan creativo puedes usar herramientas de generación aleatoia de circuitos y pistas para tener siempre contenidos frescos. Todo lo que hagas o generes puedes compartirlo con la comunidad de Tackmania Turbo, y gran parte de los desafíos consiste en superar creaciones de la comunidad. Quizá algo que no me gustó mucho de esta sección del juego es que no están muy bien curadas las creaciones de la comunidad y se puede sentir caótica, genérica y hasta abrumadora la lista de contenidos creados por los usuarios. Lo bueno es que es algo completamente opcional pues de entrada la campaña del juego es muy completa.
Trackmania Tubo fue algo que me gustó desde su primer tráiler y cuando probé la beta hace unas semanas supe que era un juego completamente enfocado a lo que más me gusta del género: una experiencia arcade enfocada a la diversión con difíciles retos y puntuaciones por superar.
Me agrada que sea en estas propuestas “pequeñas” de Ubisoft que veamos sus mejores logros, pues definitivamente este título cumple al ser una bien presentada versión de un juego que lleva 10 años superándose en su diseño.
No nos queda más que recomendarlo ampliamente como un indispensable para todos aquellos que busquen un juego arcade del género siempre y cuando acepten su naturaleza completamente enfocada al Time Attack que con el paso de algunas horas puede sentirse repetitiva.
