PS4, XBOX ONE, PC
PS4
Insomniac Games
Gametrust
12/07/2016
El género de los juegos metroidvania ha sido bastante explotado entre desarrolladores independientes pero no a cualquiera le sale bien. Es más, hay a quienes les parece incómodo ese término para describir a juegos donde la clave es la exploración y el desarrollo de las habilidades de un personaje como sucedió en juegos como The Legend of Zelda, Metroid y Castlevania.
Como sea, ese género específico de videojuegos tiene un gran potencial, tanto que sin irnos muy lejos podemos recordar al increíble Ori and The Blind Forest o incluso a Guacamelee! que nos entregaron expositores destacables que se robaron la atención de las masas desde su posición modesta como juegos fuera de los reflectores de los triple A.
Con este antecedente no sorprende el hecho de que el primer juego de un nuevo publisher como lo es Gametrust –básicamente el sello de la cadena de tiendas GameStop– sea precisamente uno del género, pues puede ser un proyecto de bajo perfil que nos entregue una aventura destacable y con muy buenos resultados.
Así nació Song of The Deep, un título de Insomniac Games, estudio con amplia experiencia en desarrollo de videojuegos detrás de franquicias como Ratchet & Clank, Resistance, Sunset Overdrive, entre otros. Hoy vemos que Insomniac se ha diversificado bastante en cuanto a sus proyectos, pues después de décadas dedicados prácticametne al desarrollo de exclusivas de PlayStation, rompieron el hielo al crear Sunset Overdrive para Microsoft y actualmente una gran cantidad de proyectos independientes pequeños como el mismo Song of The Deep y varios títulos con los que experimentan con nuevas tendencias como la realidad virtual.
Para muchos Song of The Deep quizá sea un título que pueda pasar desapercibido, aunque muchos otros gracias a su atractivo precio (sólo $15.00 dólares) y el mecanismo de marketing del sello que lo publica provocará que lo tengan en su PS4, Xbox One o PC con Steam llevándose una grata sorpresa como la que nos llevamos nosotros al jugarlo para reseñarlo.
Las primeras horas de Song of the Deep me recordaron un poco a Child of Light de Ubisoft. El juego es narrado a manera de cuento con bellas ilustraciones y en general un estilo artístico que pareciera haber salido de un libro de fábulas.
La historia del juego sigue el viaje de una pequeña niña llamada Merryn que vivía feliz con su padre hasta que éste desapareció, por lo que basada en las historias que él le contaba sobre las maravillas que había en el mar decide construir un submarino rudimentario y emprender un viaje a las profundidades del océano en su búsqueda.
Además de incluir algunas cutscenes a manera de ilustraciones de cuento que pasan en la pantalla acompañadas de una narración, gran parte del juego incluye eventos narrados en segundo plano mientras juegas en un formato similar a como sucedía en juegos como Child of Light, Bastion o Transistor, de manera que siempre se siente como ese cuento que se te va revelando a medida que avanzas en la historia.
¿Qué encuentra Merryl en esa aventura? Básicamente un viaje de entre 9 y 12 horas de gameplay submarino en el que explora bastantes rincones de un mapa extenso que aunque es lineal en varias secciones, le permite encontrarse con ruinas de civilizaciones perdidas, jardines de algas brillantes, cuevas llenas de monstruos, mecanismos ocultos y muchas otras sorpresas; conviene señalar que aunque inicialmente el juego parece bastante plano en cuanto a la variedad, es cuestión de minutos para que se matice con diferentes colores que provocan distintos sentimientos.
Su historia está bien escrita, realmente vale la pena y es algo que definitivamente hará valer los 15 dólares que pagaste por el juego como una garantía, por el lado de la exploración también hay cosas destacables, vamos a revisarlas en el siguiente apartado.
Fuera de su historia y presentación, Song of the Deep es un juego de exploración muy bien logrado y créanme, tiene algunos puzzles que realmente probarán la habilidad de sus pulgares, tus reflejos y tu capacidad de razonar. Sin tutoriales el juego posee una buena curva de aprendizaje como cualquier metroidvania al entregarte diversas herramientas que aplicas inmediatamente para aprender a usarlas con situaciones de reto que amarán, sobre todo, los jugadores de la vieja escuela.
A lo largo del juego mejorarás tu submarino con más de una docena de habilidades, incluyendo algunas muy interesantes como la capacidad de salir del submarino sintiendo la fragilidad de Merryl nadando por las profundidades del océano; conforme exploras y colectas varios centenares de tesoros, utilizarás tus ganancias para comprar bastantes mejoras para tu embarcación y esas habilidades que te permiten sortear los peligros, eliminar enemigos y desentrañar el misterio de la desaparición del padre de la protagonista.
Si bien muchos de los puzzles inicialmente son bastante sencillos, me parece muy sana la manera en que se van complejizando, después de la quinta hora habrá varios de ellos en los que ya te detendrás a pensar un buen rato; en mi caso, algunos de los últimos incluso me hicieron dejar de jugar, probar otros juegos para dejar fresca la mente y regresar a encontrar una solución.
Tenía un buen rato que no disfrutaba de puzzles como los que me ofreció Song of The Deep, es por lo que puedo poner ya desde este momento al juego como una recomendación segura en la que se hacen evidentes las décadas de experiencia de Insomniac en este negocio, pues visto desde ese sentido, el título funciona muy bien como videojuego, algo de lo que no pueden presumir cientos de productos que hoy se lanzan al mercado cada semana.
Si eres de los que amaban los niveles subacuáticos en juegos de aventura y exploración bidimensionales, es muy posible que ames Song of The Deep, pues es precisamente desenvolverse por completo bajo el agua su mayor sello de identidad.
La mayor parte del gameplay se basa en esas físicas flotadas que implica manejar un submarino y las diferentes herramientas con las que te irás equipando a lo largo de la aventura te permiten lidiar precisamente con todas las físicas que uno puede encontrar bajo el mar.
Tu principal herramienta será un gancho –para seguir en el año del “cuerdismo” en los videojuegos– con el que podrás cargar cosas o simplemente dar latigazos en todas direcciones para defenderte de la agresiva fauna del mar. El mejor uso de este aditamento del submarino viene a la hora de nadar contra corriente, pues además de usar un propulsor que también es parte de las habilidades especiales del navío, hay partes en las que tienes que “escalar” al usar el gancho para ir avanzando en lugares donde si no te sostienes de punto en punto la corriente te lanzará muy lejos y tendrás que comenzar de nuevo tu intento por alcanzar el objetivo.
El transportar cosas con el gancho es también parte esencial de los puzzles, desde bombas que explotan al chocarlas con las paredes y otras minas que se activan con un radar de sonido que se integrará gradualmente al submarino hasta partes de estatuas que al ser ensambladas te dan acceso a puertas que abren nuevas secciones –al puro estilo del Simio Plateado de Leyendas del Templo Escondido.
Existen creativas secciones donde prácticamente hay cero visibilidad y tu única herramienta es un radar para salir de intrincados laberintos; otras zonas incluyen el reflejo de la luz en complejos rompecabezas de espejos y otras te ponen jefes frente a ti para bloquear el paso; en ese sentido agradecimos mucho la variedad de gameplay que tuvimos a lo largo de toda la aventura.
Como en muchos juegos metroidvania, no podían faltar los disparos, en este caso te encontrarás con varios tipos de misil que muchas veces serán la clave para acceder a nuevas zonas y eliminar a criaturas en específico o auxiliarte en la resolución de los rompecabezas.
Si hay una queja fuerte en cuanto al gameplay iría quizá del lado del jefes y el enfrentamiento general con los enemigos. La mayoría de las habilidades del submarino funcionan de forma excelente para resolver puzzles que serían el núcleo del juego pero cuando llega la hora de los enfrentamientos hay ocasiones en las que no se siente igual de gratificante. No niego que me agradó estar cazando moluscos gigantes toreándolos y dándoles una estocada a su punto débil después de frustrar su ataque, pero también he de reconocer que las pocas batallas contra jefes dejaron mucho qué desear y de haber sido mejor desarrolladas hubieran agregado un valor adicional a este metroidvania que ya tiene muchas cosas que son ampliamente recomendables.
También hemos de advertir que el juego muchas veces pondrá a prueba tu paciencia; no es grato cuando llevas con todo el cuidado del mundo una bomba a través de un pasillo para que llegue una molesta medusa y arruine tu trabajo sin que puedas evitarlo; hay ocasiones en que se sienten las situaciones explícitamente diseñadas para desafiarte pero también otras que parecieran tener errores fuertes de diseño que pudieran haberse mejorado bastante.
Finalmente hemos de agradecer que el juego tiene un selector de dificultad para que no haya el riesgo de volverse muy accesible o muy frustrante para nuevos jugadores, mi experiencia fue en el modo intermedio y la pasé realmente bien, estoy seguro que el modo más desafiante me exigirá sobre todo más cuidado a la hora de jugar con las bombas.
Si algo nubló un poco mi experiencia es que el juego pudo haber sido mejor pulido en su apartado técnico, y me sorprende porque hay ocasiones en las que incluso se nota que falta ese parche que lo deje bien pulido para su lanzamiento.
En la versión que jugué en PS4 hay constantes caídas de framerate que te rompen el ritmo, algunas son realmente graves al suceder en partes en las que necesitas tener movimientos ágiles para sobrevivir a ser aplastado, por ejemplo, y eso me hace pensar que le faltó un poco de tiempo al juego para tener realmente un producto que pudiéramos recomendar sin ningún pero.
Por otro lado hay algunos bugs; hay una parte en la que tienes que congelar bombas para que inviertan su gravedad pero que éstas no se “pintan” para indicar que están congeladas y sólo reaccionan a las físicas por un error del juego; esos pequeños errores acumulados nublan la experiencia sin dudarlo.
Finalmente también tengo una pequeña queja respecto a la colocación de los checkpoints que guardan tu progreso de forma automática al pasar junto a ellos y al suceder eso da un bajón de framerate; hay algunos que están colocados en zonas clave de desplazamiento en las que sin querer se guarda en medio de la resolución de un puzzle al pasar cerca de los mismos y ese proceso te llega a romper el ritmo; es un error de diseño que nos deja claro que a Insomniac le faltó un poco de tiempo para dejar el juego bien pulido.
Al final del día son más los puntos a favor de Song of The Deep que los que podamos tener en contra, y agradecemos ver esta cara bastante imaginativa y experimental en estudios como Insomniac de los que estamos acostumbrados a ver más bien super producciones triple A que en ocasiones no se dan el tiempo de tener la magia e identidad de muchos de estos proyectos pequeños que agradecemos que existan.
Tener un juego que completamente se desarrolla bajo el agua como un eterno nivel subacuático con un mapa extenso y muchos experimentos con las mecánicas de juego es una de las principales virtudes del juego pero también algo que saca a relucir algunos pequeños problemas de diseño y oportunidades desperdiciadas como mejores batallas contra jefes. Por otro lado, cero quejas hay del lado de los puzzles que evolucionan muy bien a lo largo del juego y que serán un buen desafío para todos aquellos que buscan retar a su mente como la hacíamos en los juegos de exploración de la vieja escuela. Si bien no es un metroidvania que haga todo bien como le pasó a Ori and the Blind Forest es un buen exponente del género que si bien no es impecable la mayor parte del tiempo tiene cosas a favor.
Una gran presentación acompañada de una buena historia a manera de fábula nos harán recordar con cariño este proyecto de Insomniac, que aunque es notorio que faltó pulirse en varios aspectos para que fuera completamente destacable, muchos contenidos nos ofrece por el precio reducido al que se pone a la venta, definitivamente un muy buen inicio para el publisher Gametrust.