Los noventa fueron la década de las mascotas. Cada compañía de videojuegos hacía toda clase de esfuerzos para formar a su propio ícono, algunos con éxito y otros que murieron en el intento. Sin duda alguna, los franceses de Ubisoft dieron en el clavo y gracias a Michel Ancel, fuimos testigos del nacimiento de una estrella. Te contamos la historia del fabuloso primer Rayman.