Por: Sophía Terra (@Sophirefly)
El mundo está lleno de relatos y leyendas, las cuales tratan de explicar el origen de la vida y la existencia. En torno a cada cultura se dice que gira la mitología de la región, encontrándose así con semejanzas o inspiraciones donde antiguos héroes o seres de características únicas reciben la interpretación de uno o varios pueblos. Es ahí donde se diversifica el mito y se convierte en la principal fuente de aprendizaje para las personas que dieron forma a las culturas que han precedido al hombre; gracias a ellas, en la época actual podemos comprender la manera en la que el ser humano le ha dado forma y significado al mundo que le rodea.
Sin embargo, el conocimiento que ha adquirido el ser humano sobre su creación y la del mundo sólo se puede dividir en dos vertientes: el conocimiento divino y el conocimiento humano. La primera se divide a su vez en dos ramas y nos presenta a la naturaleza de la revelación, la cual compone elementos como límites, suficiencia y adquisición de lo divino e instaura lo que se revela, y de éste se desprende la creencia en lo divino.
El conocimiento humano es ligeramente más amplio y de él se desprende la memoria histórica, de la que surgen la memoria natural, la civil, la eclesiástica y la literaria como principales medios de transmisión. A estas memorias le continúa la imaginación, es decir, la poesía; en ella encontramos la narrativa, lo representativo y lo alusivo a lo ocurrido. Posteriormente, nos encontramos con la razón (es decir, la Filosofía). Aquí es donde interviene la teología natural o divina, donde se desprende la ciencia, la conciencia del yo, la moral y todas las ramas que componen el pensamiento en las culturas; la física, la metafísica, las matemáticas puras/mixtas, el cuerpo y la mente, la concepción del alma, la medicina y lo racional, por mencionar sólo algunas.
Estos elementos que componen el acervo cultural de la humanidad han sido utilizados en Pokémon para dar un trasfondo a la región que visitamos en cada juego, pero no fueron una prioridad hasta las entregas Gold y Silver, ya que si bien se conocía a distintas bestias mitológicas en los primeros juegos, éstas no eran parte del hilo argumental del mismo; eran –por describirlo de alguna manera– una curiosidad o sorpresa asociada al territorio que visitamos y su única finalidad era entregarle al jugador la experiencia de capturar a las aves legendarias que podría de antemano conocer por relatos, canciones o películas.
En este artículo, que espero les sea interesante, me adentraré en la mitología que se utilizó para dar forma a las bestias mitológicas que aparecen en cada entrega de Pokémon. Sin más que agregar a esta introducción, sean bienvenidos a este viaje que busca seguir alimentando la tradición de compartir el significado del mundo.
La serie Doctor Who describe el tiempo como un una estricta relación entre causa y efecto; que, en realidad, desde un punto de vista ni lineal ni subjetivo, el tiempo se define como una gran pelota de Wibly Wobly Timey Wimey. Si bien esta descripción toma elementos conocidos por la ciencia en nuestros días, juega con ellos al presentarnos un personaje que se supone conoce los secretos del tiempo y el espacio. Por ejemplo, en la mitología de Pokémon se nos presenta de igual manera a dos entes legendarios que controlan estas fuerzas después de ser creado el universo por Arceus: sus nombres son Dialga, quien dio origen al tiempo y Palkia, quien dio origen al espacio.
En las descripciones que encontramos en Pokémon se dice que Dialga es el ser que dio origen al tiempo, haciéndole avanzar desde su nacimiento con cada latido de su corazón; además, es capaz de avanzar a través del tiempo a placer y voluntad. Palkia –quien dio forma al espacio y las dimensiones, pero no a la materia– les otorga estabilidad y equilibrio con su respiración. Esta cosmogonía, aparte de ser fascinante y hermosa, es brillante al apoyarse de un romanticismo simbólico dentro de los temas creacionistas del mundo Pokémon en el sentido abstracto de las cosas que busca representar.
El Génesis, en el antiguo testamento, menciona que tomó siete días la creación de la Tierra, la creación del árbol de Yggdrasill o el árbol cósmico del cual se apoyan los nueve mundos escandinavos y donde ciervos y cabras mordisquean sus ramas, donde su tronco se pudre y el dragón Nidghogg masca sus raíces. Esto produce sufrimiento, que es socorrido por las tres Normas: Destino, Ser y Necesidad, que riegan todos los días al árbol con el agua del pozo del destino. Tuvo un origen en el supuesto de que en un principio sólo existía el vacío, donde se formaron Niflheim, la tierra del hielo, y Muspellsheim, la tierra del fuego. De ellos surgió el dios Ymirdel, del cual posteriormente serían creados Midgard y el árbol de Yggdrasill.
El Enuma Elish o poema babilónico de la creación describe en siete tablillas la creación del universo. Es considerado como el último poema de las grandes concepciones mitológicas referentes al comienzo del mundo, donde tiene como protagonista a Marduk, dios protector de Babilonia. Si bien el texto presenta un tratamiento teogónico, cosmogónico y antropológico, no tiene como finalidad ser una síntesis de la tradición oral y escrita de los mitos que acompañaron aquella época.
Distintas culturas se han encargado de dar su explicación de la creación del mundo, mencionando sucesos que si bien no son comprobables, alimentan la suposición sobre aquella era primigenia, donde en Pokémon se les da el valor en tres deidades que al principio de la creación del mundo estaban en constante enfrentamiento. Ellas son Kyogre, quien creó los océanos, Groudon, creador de los continentes, y Rayquaza, quien creó el cielo.
En Pokémon se describe ese momento de esta manera:
Hace mucho, aparecieron en Hoenn dos Pokémon de temible poder, que más adelante serían conocidos como Groudon y Kyogre. Cuando Groudon aulló, la tierra creció y aumentó su extensión. En lo alto, el sol brilló con fuerza y todo cuanto rodeaba a aquella criatura se vio envuelto en un calor incandescente. Cuando Kyogre rugió, brotaron las aguas creando los océanos. Unas nubes oscuras cubrieron el cielo y entonces sobrevino la inundación…
En aquellos días, casi al comienzo de la historia, la naturaleza rebosaba una energía que otorgaba a Groudon y Kyogre un poder descomunal, pero ambos deseaban más, y lucharon entre sí una y otra vez por acapararla, poniendo en grave peligro la vida de las personas y los Pokémon de Hoenn. Rayquaza, el más poderoso de los tres y dueño de los cielos terminó por solucionar el conflicto: bajó desde los cielos calmó a los las dos bestias. Estos se fueron a descansar en un largo sueño.
Más adelante, la transformación que experimentaban gracias a esa energía de la naturaleza y que les otorgaba su arrolladora fuerza recibió el nombre de “Regresión Primigenia”, y la gente llamó a sus némesis Groudon Primigenio y Kyogre Primigenio…
Mencionado en la Biblia en el libro de Job (40,15-24), se le describe (XL, 15-24) como el principio de los caminos de Dios, también es descrito de igual forma en el libro de Enoc como una bestia que ocupara con sus pechos un inmenso desierto llamado Dandain. Al principio de los tiempos, se relata que sostenía un enfrentamiento con el Leviatán y que serán destruidos por Dios antes de que terminen con su creación. En otras versiones se cuenta este enfrentamiento no como primigenio, sino como la narración de la batalla final entre ambas deidades.
En el libro de Job (41:1), se menciona como uno de los grandes monstruos marinos. En el Talmud (Avoda Zara 3b) se dice que Dios jugará con el Leviatán en el cuarto periodo del final de las doce horas que componen el día. Se le puede interpretar como una descripción del mar y, del mismo modo, sus contrapartes son usadas para representar la tierra (Behemoth) y el viento (Ziz).
Al Leviatán se le describe como un dragón andrógino, siendo ésta su característica más representativa.
Perteneciente a la mitología hebrea, una de sus descripciones menciona que cuando reposa y su cabeza toca el cielo, sus alas son capaces de oscurecer al sol. Su creación surge para dar protección a las aves, ya que de no existir, estos seres estarían indefensos.
Así como a Behemoth y al Leviatán, las escrituras lo mencionan como uno de los manjares que se servirán a los fieles al final de los tiempos como una recompensa a la prohibición a la que fueron impuestos.
El mito (principalmente grecolatino) de Suzaku en Japón o del pájaro de fuego eslavo tiene una vertiente en la literatura Persa: Qaqnus, donde recibe la siguiente descripción: “Ave admirable que habita en la India, cuyo pico tiene agujeros, a modo de flauta, por los cuales emite un maravilloso canto”.
El Fénix no tiene pareja, vive en soledad. Al alcanzar la edad de mil años y conociendo de manera precisa la fecha de su muerte, reúne hojas de palmera con las cuales se cobija, emitiendo un canto melancólico (similar al que se dice que tienen los cisnes cuando están próximos a morir) por la inminencia del momento final. Dicho canto es de una tristeza hermosa que llega a matar a las criaturas que se reúnen para escucharlo. El Fénix en ese momento bate con fuerza sus alas junto a un fuego que enciende su nido consumiéndole hasta reducirles a ambos en cenizas. La última chispa en las cenizas es el nacimiento del nuevo Fénix.
De acuerdo al mito, entre los dones que posee la criatura se encuentran la virtud de sus lágrimas curativas, el poder del fuego, la purificación y la inmortalidad. Recibía el nombre de “Bennu” en Egipto, donde se le asociaba al aumento del nivel del rio Nilo, a la resurrección y al Sol. En cambio, el fénix para el cristianismo es un símbolo de la resurrección de la carne y la certeza de una vida futura.
Moltres vive en el archipiélago Naranja. Es conocida como el ave del fuego, controla el clima junto a sus hermanas Zapdos y Articuno, viven bajo la protección de Lugia, quien es la representación de la Luna, así como Ho-Oh lo es del Sol.
Ho-Oh/Anqā – Ave cosmogónica creada por Allāh al principio del tiempo, la cual reunía lo mejor de todas las aves en su maravilloso plumaje multicolor, de rostro humano y cuatro alas en cada franco, es relacionada con el ave persa Sῑmurg, la cual tiene relación también con Articuno.
La leyenda en Pokémon menciona que cuando las almas de los Pokémon y los humanos se unan, descenderá de los cielos un Pokémon con los colores del arcoíris.
Ho-Oh es la representación de la vida del Sol; es creador de los pokémon legendarios Raikou, Entei y Suicune tras un incendio en la torre donde habitaba. Este hecho provocó que Ho-Oh cortara los lazos de amistad con la humanidad hasta el momento en que se cumpla la leyenda.
En textos persas y budistas, el ave Anqā es descrita como la soberana de las aves de presa con el halcón por heraldo, vive en lejanos horizontes y es el ave más grande que existe. Se le describe de esta manera: “Cuando se abalanza por el aire, en su vuelo tiemblan las montañas por la intensa agitación del viento sacudido por sus alas; y arrebata a los búfalos y al elefante de la superficie del suelo cuando va volando”. También rescata náufragos y navíos a la deriva, teniendo en esta descripción relación con la gigantesca ave Roc (Rujj), que es asociada a las navegaciones, las tempestades y los lejanos confines de oriente.
Las tradiciones y leyendas asociadas a esta ave están ampliamente difundidas en el folklore y literatura del mediterráneo y oriente próximo, pero también tienen su ambivalente en Sudamérica con la figura de Achiyalabopa, ave con alas de arcoíris de plumas multicolor afiladas como cuchillos, conocida como el Dios del Cielo. Recordemos que Ho-Oh es un Pokémon de magníficas alas que contienen los siete colores del arcoíris y se dice que vuela por las alturas esperando la unidad entre lo humano y lo divino.
La relación Fenix/Anqā se debe a que la Anqā se quema para dejar el paso a su descendencia y la longevidad de su vida se suma a la relación que tienen estas aves.
Un dato curioso es que Articuno cuenta con elementos que tienen similitud con Simurg, al ser ésta representada en el arte Iraní como una criatura similar al pavorreal, sólo que dentro de su representación simbólica contiene una cabeza de perro o humana y garras de león.
Una fatídica noche, la torre donde habitaba Ho-Oh se incendia; en ella, tres inocentes Pokémon quedaron atrapados entre las llamas. Al percatarse de eso, Ho-Oh usó sus poderes como un recurso para revivir a los pokémon que murieron en la torre otorgándoles nuevas identidades. En ese momento surgieron los tres felinos legendarios: Raikou, Entei y Suicune.
Estos Pokémon legendarios encarnan tres poderes: el rayo que alcanzó la torre, el fuego que le quemó y la lluvia que extinguió el incendio.
Conocido como el espíritu de las tormentas, pertenece al folclore japonés como un demonio que viaja acompañado de las tormentas, en las cuales suele dejar vestigios de su travesía a través de los bosques. Se dice que cuando un árbol es alcanzado por un rayo, la marca que deja es el resultado de las garras del Yokai.
Poderoso animal de la tradición budista que se utiliza para resguardar los umbrales de los templos budistas, palacios y sepulcros imperiales. Es representado como un león dragón que apoya una o ambas patas delanteras sobre una esfera, posee una mirada abierta y desafiante que utiliza para amedrentar a los posibles intrusos, por lo que se les asocia con la protección.
Introducido de manera tardía en la mitología china, es empleado para defender los principios sagrados y culturales; además, se encuentra íntimamente relacionado con la figura de Buda y es conocido como Rui Shi.
En Pokémon, se le ha mostrado como el más sereno de los tres, incluso en la película donde aparece como una ilusión es mostrado como un ente protector de los sueños de una niña.
Este tigre de agua, conocido en el folklore japonés y chino, recibe el nombre de Suiko. Se le relaciona con el tigre blanco Byakko, al cual en Japón se le otorga uno de los cuatro puntos cardinales (para ser más exactos, el oeste). En China, recibe el nombre de Bai Hu, que significa “luz blanca” y constituye uno de los cuatro símbolos de las constelaciones chinas. Dentro de la mitología Pokémon se relata que Suicune mantiene un lazo fuerte con Ho-Oh y los pokémon conocidos como Unown.
Dentro de la mitología japonesa es conocido como Ōwatatsumi, quien representa el poder del océano. Habita en el fondo del mar dentro de su palacio construido con corales y utiliza gemas mágicas con las que apacigua o embravece las mareas.
Lugia es la representación de la Luna y habitaba la torre Latón. Tras el incendio, el ave se mudó al archipiélago Naranja donde, de la misma manera que en el mito del cual surge, vive en el fondo del mar y espera oculta el momento en que tenga que interferir para mantener el equilibrio en el clima mundial. Sólo que en Pokémon, además de las gemas, Lugia deja un instrumento musical para que puedan invocarle en caso de que las tres aves retomen su lucha.
De Lugia surgieron Articuno, el ave del frío; Zapdos, el ave de las tormentas; y Moltres, el ave del fuego.
Zapdos es la encarnación de Impundulu Africano y del pájaro de rayos de la mitología nativa americana. Le describen como un pájaro blanco y negro del tamaño de un ser humano y tiene la capacidad de invocar relámpagos y generar truenos al extender sus alas y garras (recuerdan el ataque que utiliza Zapdos en SSBM). Impundulu es conocido en el folklore sudamericano, Zulú y el Xhosa.
”El pájaro rompe el cascarón. El huevo es el mundo. Quien quiere nacer tiene que romper un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El Dios es Abraxas”. Hermann Hesse, describiendo a Abraxas en su novela Demian.
En la mitología de Pokémon, se cuenta una leyenda sobre un huevo que habitó en la nada. Luego, al eclosionar nació Arceus, considerado el Pokémon creador o Pokémon Alfa, quien dio forma al universo, el mundo y al resto de los Pokémon.
Abraxas, llamado también Abrasax o Abracax, por los etruscos, y Abrxia, por los druidas celtas, es un dios de origen gnóstico que se representa con la figura de un ser con cabeza de gallo y con dos serpientes con cabeza en lugar de piernas. Alfa y omega son el principio y el fin, unidos en la forma de Arceus/Abraxas la oscuridad y la luz.
La palabra Abraxas contiene un simbolismo en cada una de sus letras, ya que éstas representaban cada uno de los planetas conocidos en ese momento, siendo la suma de sus letras, según la numerología griega, la cantidad de 365. Esto en conjunto con la visión microcósmica y macrocósmica que está presente en el ocultismo, nos entrega un ente en el que se representa la unión de todos los poderes divinos equilibrados, la unión de lo divino y lo demoniaco; constituyéndose así como el ser supremo que todo lo abarca y del que todo ha surgido.
Pokémon se divide en regiones o “mundos” y cada uno posee su propia cosmogonía y mitología, lo cual hace de este RPG una aventura única con un acervo cultural que se alimenta del relato popular de cada región para seguir creciendo. Con cada entrega, la visión cosmogónica presentada en Pokémon sufre de los mismos problemas que nuestro mundo debido a la manera en la que se translimitan los relatos.
El imaginario crece con cada nueva entrega y gracias a cada Pokémon legendario nos involucramos más con la cultura y religión de una sociedad. Con ello encontramos una identificación con el mundo que visitamos al momento de capturarlos; y con esto la explicación en la creación del universo que les rodea, por algo en la portada del juego se presenta a la criatura que gobierna la tierra y no el Pokémon con el que iniciamos la aventura.
Bibliografía
Buendía, Pedro. Acerca del Fénix en las tradiciones Islámicas. Universidad de Salamanca.
Blázquez Martínez, José María. Mitos de creación de Mesopotamia
Doctor Who T3E10
Folklore cultural
Mito Grecolatino
Relatos extraídos de las distintas páginas oficiales de Pokémon
Sophía Terra (-) Comentan que la puedes encontrar en WASD.
