La industria de los videojuegos, lamentablemente, no es extraña a las demandas por abuso de poder. Si bien estos casos usualmente los vemos en las compañías de occidente, en esta ocasión se ha dado a conocer que Nintendo fue encontrado culpable de una demanda de “acoso de poder” de dos enfermeras, y ahora debe de pagar una multa de $1,300 dólares.
El “acoso por poder” es descrito como “cualquier tipo de comportamiento en el que un superior se aprovecha de su posición en el lugar de trabajo para causar dolor físico o angustia emocional a sus compañeros”. En esta ocasión, se ha dado a conocer que dos enfermeras afirmaron que fueron enviadas a Nintendo como parte de un programa que les daría un empleo regular, pero se les acabó negando esto debido a una relación amarga con su jefe. El par también afirmó que el superior era quien estaba detrás de este comportamiento.
Como era de esperarse, las enfermeras comenzaron un proceso legal en contra de Nintendo, y después de un tiempo, el tribunal falló a favor de las mujeres en lo que respecta al reclamo de acoso por poder, pero no estuvo de acuerdo con que se les negara un empleo regular.
Originalmente, las dos enfermeras trabajaron en Nintendo durante aproximadamente cinco meses, solo para que su agencia de trabajo temporal les negara ser contratadas permanentemente porque “no lograron establecer un marco de cooperación fluido con el médico”, es decir, su jefe. Aparentemente, su superior no los saludó en el trabajo y solo se comunicó con los dos por correo electrónico, lo que llevó a ganar el caso de acoso de poder.
Como resultado, Nintendo tendrá que pagar ¥200 mil yenes, o $1,300 dólares. Por el momento, no hay una respuesta oficial por parte de la compañía japonesa, y considerando que estamos hablando de un caso no tan grande, es muy probable que no lo hagan. En temas relacionados, Nintendo demanda a los creadores de Yuzu. De igual forma, SEGA señala a Nintendo como los culpables de las bajas ventas de Sonic Superstars.
Nota del Editor:
Es lamentablemente que este tipo de casos lleguen a suceder en diferentes niveles de la empresa. Es un caso que, espero, no se vuelva a repetir. Una cosa es conectar bien con algún empleado o con el jefe, y otra ya es usar el poder que se tiene para perjudicar la carrera de alguien.
Vía: The Mainichi