Desafortunadamente vivimos en un mundo en el que si el dinero llega, todos los
problemas salen volando por la ventana, asunto que por supuesto, muchas veces causa que industrias como las del entretenimiento, olviden por completo su objetivo para poder generar un par de dólares extra. Cuando Disney se hizo de los derechos de LucasFilm y por consiguiente de Star Wars, los que amamos las creaciones de George Lucas no pudimos evitar sentir preocupación por la sobreexplotación que seguramente habría de la saga. A pesar de que en efecto, los productos de la marca aparecen en todos lados desde dicho evento, la realidad es que hasta ahora, podemos decir que se está haciendo un trabajo muy digno. Prueba de lo anterior es Rogue One: A Star Wars Story, primero de tres spin-offs de películas que ampliarán este mágico universo que lejos de apuntar a las masas, busca atender a sus seguidores más apasionados.
Sin lugar a dudas, lo que más me sorprendió de Rogue One: A Star Wars Story fue el tono que se le dio, mismo que queda claro durante sus primeras escenas. La verdad es que yo esperaba una película que ayudara a quien no está tan familiarizado con esta franquicia a entender mucho mejor su más que gigantesco lore, pero por el contrario, me topé con un filme que no se tienta el corazón para dar por hecho que ya entendemos buena parte su contexto, esto sin mencionar las elegantes referencias que tiene a su universo expandido. El trabajo de Gareth Edwards en la dirección es sumamente destacado, pues a pesar de contaron con algunos “peros” a nivel de guión, tenemos un filme brutalmente bien ejecutado en casi todos sus apartados que de alguna manera consiguió hacerle tributo al cine clásico de ciencia ficción y a la vez, añadir un par de elementos nuevos sensacionales.
Lo primero que hay que decir es que Rogue One: A Star Wars Story no cuenta con las tradicionales letras amarillas de la franquicia que sirven como prólogo para introducirnos a la historia que estamos a punto de ver. Desde aquí, uno se puede percatar de que el último de los objetivos de esta película es llevar de la mano a quienes no estén familiarizados con el mundo que representa.
A pesar de que la Alianza Rebelde ha conseguido un par de victorias importantes sobre el enemigo, la situación política por la que atraviesa no es la mejor, asunto que se ve agravado con una nueva amenaza que pone su existencia en fuerte tela de juicio. Prácticamente de la nada, el Imperio Galáctico ha terminado con la construcción de una súper arma capaz de destruir planetas enteros en un instante.
Después de enterarse y confirmar tan horrible noticia, los rebeldes se encuentran en la fuerte encrucijada sobre si lanzar un ataque desesperado contra el Imperio en busca de terminar con sus planes de una vez por todas y sin grandes consecuencias, o mejor replegar sus fuerzas para sobrevivir por otros medios, dejando toda esperanza de lado sobre el crecimiento del movimiento que busca terminar con la tiranía en la galaxia.
Justo en este punto es donde entran Jin Erso y Cassian Andor, protagonistas de esta historia de los que te contaré un poco más adelante. Puede que el argumento en general de Rogue One: A Star Wars Story pueda sentirse un poco simple y sin grandes cosas qué aportar, sin embargo, creo que la forma en la que se desarrolla y cómo es que funciona de manera general, sí termina cumpliendo con su objetivo de hacer que todo el universo de Star Wars se sienta mucho más conectado y homogéneo.
Como te comentaba, el guión de Rogue One: A Star Wars Story está completamente escrito y pensado para que los fanáticos de la serie lo disfruten, dejando casi de lado a quienes asisten al cine a ver una película como estas por pura moda. El inicio de la cinta puede ser sumamente confuso si es que no estás familiarizado con el espacio histórico en el que está ambientado todo, pues saltamos de un lugar a otro de manera muy rápida, esto mientras nuevos y viejos personajes hacen acto de presencia.
Si bien el ritmo de la historia se puede llegar a sentir un tanto extraño al inicio por la enorme cantidad de información que se intenta presentar en tan poco tiempo, la verdad es que conforme los hechos se van desarrollando, comenzamos a tener algo mucho más sólido y entendible en todos los niveles, esto claro, echando mano de sutiles pero muy bien colocadas referencias a cosas como las series animadas de Star Wars e incluso sus novelas y cómics que forman parte del nuevo canon de la serie.
Sin lugar a dudas, lo que más disfruté de Rogue One: A Star Wars Story es la forma en la que su guión encaja casi a la perfección con los hechos que ocurren en Star Wars: Episode IV. Dicho asunto me preocupaba mucho, pues estamos hablando de una película de 2016 que sirve como precuela directa a una que se estrenó en 1977. Sin arruinarte nada de la historia, te puedo decir que este filme arregla uno de los que para muchos, era un error en la trama de la que lo inició todo con Luke Skywalker. Lo mejor de esto es que lo hace de una manera sumamente sofisticada que como te digo, consigue que todo embone a la perfección como un rompecabezas bien diseñado.
Estoy completamente seguro de que quienes no entiendan de buena forma el punto de la historia en el que nos encontramos dentro de Rogue One: A Star Wars Story, pasarán un rato bastante pobre en el cine, sobre todo durante las primeras escenas de esta película que te repito, en ningún momento se detiene para esperar a aquellos que vayan perdiendo el hilo de su historia poco a poco.
Pasando al tema del fan service, te puedo decir que el que vemos dentro de Rogue One: A Star Wars Story es uno de los más elegantes que jamás me haya tocado ver en una película que carga con un nombre tan pesado como lo es el de Star Wars. Me queda claro que tanto los guionistas, como su director, son auténticos geeks de esta franquicia y una vez más, nos queda claro que LucasFilm está eligiendo a las personas correctas para llevar a cabo estas obras. Es verdaderamente interesante que nos encontremos en esta etapa de la serie en la que fans que crecieron con la serie, ya están haciendo libros, cómics, juegos y por supuesto películas, para otros fans… por más trillado que esto pueda sonar.
Si estás enterado de todo lo que se está haciendo en el nuevo canon de Star Wars, te recomiendo poner el doble de atención en todos los detalles visuales y hasta auditivos cuando vayas a ver Rogue One: A Star Wars Story, pues hay varias referencias que seguramente te sacarán una sonrisa y que incluso te harán gritar de la emoción dentro de la sala de cine.
Las dos semanas extra de rodaje que se rumorearon antes del estreno de Rogue One: A Star Wars Story se confirman, pues escenas del primer tráiler que vimos de esta película, están completamente ausentes. La verdad es que no sé cuál haya sido la razón para volver a filmar parte de la cinta, sin embargo, te puedo decir que a nivel de guión no noté algún hueco de consideración o alguna otra consecuencia negativa derivada de lo anterior.
Una de las preocupaciones más grandes que tenía sobre Rogue One: A Star Wars Story, tenía que ver que con la enorme cantidad de personajes que según parecía, se nos iban a presentar. Sí, tenemos a un montón de nuevas caras que tienen que convivir con un par de viejos conocidos, sin embargo, creo que se hizo un gran trabajo para jerarquizar a todos ellos; es decir, tenemos a protagonistas perfectamente bien delimitados y a secundarios que justamente funcionan para darle soporte a estos. Además de lo anterior, se nos pone enfrente a un villano memorable pero del que nos hubiera gustado saber mucho más.
Rogue One: A Star Wars Story es protagonizada por Jyn Erso (Felicity Jones) y Cassian Andor (Diego Luna). Esta chica sin duda alguna se convertirá en la favorita de muchos por su sensacional historia pasada que de alguna manera, se convierte en piedra angular de todo lo que pasa posteriormente en las historias de Star Wars, dejando de nueva cuenta clara toda esta filosofía de que la Fuerza tiene voluntad propia y un destino trazado para todos en la galaxia. Además de lo anterior, el personaje de la actriz inglesa presenta unos contrastes bastante interesantes que se ven bien combinados con una sensibilidad que no siempre vemos en personajes de esta saga. Si bien su crecimiento es predecible, creo que fue el que siempre debió tener.
Pasando al tema del actor mexicano, la verdad es que una vez más, el señor Diego Luna me sorprendió por su habilidad para adaptarse a papeles poco convencionales para un artista como él. Cassian es un capitán de la inteligencia rebelde con una personalidad un tanto obscura por las terribles cosas que ha tenido que hacer en nombre de la rebelión. Por desgracia, no se nos dio mucha más información pasada de este personaje, pero sin lugar a dudas, tenemos uno del que seguramente se desprenderán un montón de nuevas historias.
Los villanos siempre son de suma importancia para todo el universo de Star Wars, incluso habemos quienes pensamos que son justamente ellos quienes sustenta todo. En Rogue One: A Star Wars Story, esta importante tarea recae casi por completo en los hombros de Ben Mendelsohn, quien interpreta a Orson Krennic, un alto oficial del Imperio Galáctico que estuvo a cargo de buena parte del desarrollo de la Death Star. A pesar de que este nuevo antagónico siempre está uno o dos pasos detrás de sus enemigos como suele pasar dentro de Star Wars, lo práctico y despiadado que llega a ser, lo convierten en uno muy digno. De nueva cuenta, estamos frente a un personaje del que necesitamos saber más cuanto antes.
Alan Tudyk en el papel de K-2SO se encarga de hacer al nunca faltante droide dentro de una película de Star Wars, sólo que a diferencia de algo como BB-8, por ejemplo, que más bien se siente como una mascota, aquí tenemos a un robot con personalidad mucho más humana del que por supuesto, te encariñas rápidamente por su humor involuntario muy bien logrado. Es como un C-3PO pero badass. El resto de los que componen al Rogue One sí se sienten un poco menos importantes para la historia, sin embargo, de ninguna manera sobran ni mucho menos. Mención honorífica al trabajo que hizo Forest Whitaker interpretando a Saw Gerrera, personaje que había aparecido en The Clone Wars y del que por supuesto, los fanáticos esperábamos mucho.
Me encantaría poder hablarte de los viejos conocidos que hacen acto de presencia en Rogue One: A Star Wars Story, pero te estaría arruinando varias de las mejores sorpresas que tiene esta película. Sólo te diré que seguramente te emocionarás mucho cuando aparezcan o sean nombrados.
Creo que al igual que pasó con The Force Awakens, LucasFilm logró que sus nuevos rostros convivieran a la perfección con lo clásico, creando a varios de ellos que estoy seguro, se convertirán en leyendas, sobre todo porque estamos hablando de personas comunes y corrientes sin súper poderes Jedi. Sí, este misticismo de la Fuerza llega a sentirse ausente en Rogue One: A Star Wars Story, pero se compensa con los cercanos que llegan a ser los personajes que vemos en pantalla.
Star Wars siempre ha sido pionera en el tema de efectos visuales y dirección de arte. Al ser una película que va justo antes de Episode IV en la línea de tiempo oficial, resultaba complicado hacerle lucir actual y a la vez, que cuadrara con su contraparte de los setenta. Me queda claro que Gareth Edwards y su equipo hicieron una profunda labor de investigación para entender cuál es la verdadera esencia visual de la serie para no arruinar nada y al vez, poder introducir nuevas ideas.
Rogue One: A Star Wars Story es un espectáculo visual y auditivo que te hará vivir toda una experiencia dentro del cine, sobre todo si la ves en una pantalla IMAX. Una vez más, se combinó de manera casi perfecta el uso de locaciones y objetos reales con elementos generados completamente por computadora. Hablando de CGI, en la película tenemos a un par de personajes que fueron recreados totalmente por medio de estas tecnologías, asunto que por supuesto, no es la primera vez que pasa. Si eres de los que odia que se haga esto, prepárate para hacer un par de corajes, pues a pesar de que en mi opinión estos individuos no se ven mal ni fuera de lugar, sí queda claro no son actores reales, sobre todo si conoces más sobre ellos.
Obviamente, la música está basada en las legendarias piezas de John Williams, sin embargo, ahora se trajo al talentoso compositor, Michael Giacchino, para hacer un par de arreglos y para introducirnos a nueva melodías. Sobra decir que el resultado es sumamente destacado en todo sentido, por lo que una vez más, estamos hablando de una película de Star Wars que vale la pena sólo por su apartado sonoro, pues en la mezcla de sonido, también se cumple de manera espectacular.
Los logros técnicos de la cinta se ven concretados en el tercer acto de la misma, pues vivimos una intensa batalla muy inspirada en la Segunda Guerra Mundial que te mantendrá al filo del asiento en todo momento a pesar sus clichés.
Puede ser que por más que avance la tecnología de CGI, siga habiendo detractores muy fuertes, no obstante, tenemos que aceptar que por razones muy diversas, las casas productoras no la dejarán de usar. Te repito que a mi no me molestó cómo fue implementada en Rogue One: A Star Wars Story, pero la verdad es que sí es bastante notable.
La idea de películas spin-off que vinieran a robustecer aún más al universo entero de Star Wars siempre sonó como lo mejor del mundo, sin embargo, no podía evitar pensar que esta era una movida enteramente de Disney para seguir imprimiendo dinero. Sin embargo, me alegra mucho decirte que esto de que la casa de Mickey Mouse le está dando total libertad creativa a LucasFilm para la producción de estas obras, es completamente cierto, al punto de que como te comenté a lo largo de esta reseña, tenemos a una Rogue One: A Star Wars Story que no se anda con rodeos y se va por una historia bastante clavada que de ninguna manera busca atender a nuevos fanáticos.
Estoy completamente seguro de que habrá fuertes quejas de la forma en la que funciona el guión de la película y el ritmo que éste tiene, pues incluso se sale de los estándares de Star Wars, pero la realidad es que si te detienes un segundo ha analizarlo, te das cuenta de que estamos frente a algo muy bien estructurado que funciona de buena forma. Rogue One: A Star Wars Story es el camino que la serie debe de tomar de ahora en adelante, esto claro, tomando en cuenta que Episode VIII y Episode IX seguirán con un tono mucho más clásico y tradicional de esta franquicia que tantos ratos épicos nos ha hecho pasar.