El pasado mes de marzo del 2018 y luego de estar por poco más de dos años y medio al aire en la televisión nipona, los fans tuvieron que despedirse nuevamente de Gokú y sus amigos una vez que Dragon Ball Super concluyó con su última y emocionante del Torneo de la fuerza, misma que se volvió un fenómeno mundial. Aunque dicho final fue un tanto duro y hasta melancólico para muchos, durante aquel polémico último episodio se nos hizo una promesa, la de que ésta no sería una despedida sino un hasta luego, uno que no duraría mucho y en el que se nos aseguraba que los guerreros Z volverían pronto para continuar con sus aventuras y trepidantes combates.
Tras ver ese mensaje, todo mundo comenzó a especular sobre lo que le depararía en el futuro a Dragon Ball; pero para nuestra suerte, no tuvimos que esperar mucho para enterarnos lo que se vendría: ni más ni menos que una película. Pero no se trataba de cualquier cinta, sino de una vendría a seguir extendiendo la historia de la serie Super y, aún más sorprendente, a retomar a uno de los personajes más queridos y aclamados por los fans: el poderoso y salvaje Broly.
Teniendo cuenta el perfil que suelen tener las cintas de Dragon Ball y hasta el propio personaje de Broly, resultaba obvio lo que Toei Animation buscaría ofrecernos con esta película: una en la que se expusiera un combate explosivo y feroz entre Gokú y Vegeta con el que hasta ahora había sido considerado como el saiyajin más poderoso dentro del universo creado por Akira Toriyama, uno al que por desgracia se le seguía negando el privilegio de ser canónico en la franquicia. Sin embargo, ésta no se queda simplemente en ello y se atreve a ir más allá de las expectativas de los fans al ahondar más en Broly, ese personaje que hasta el momento contaba con un potencial inmensamente desperdiciado. Se postra pues como una de las propuestas cinematográficas más interesantes y emocionantes dentro de la serie de Dragon Ball y como una cinta que, por fin, le hace justicia al que alguna vez fue considerado el Super Saiyajin legendario.
Como su nombre lo indica. Dragon Ball Super: Broly es una película que gira en torno a Broly, personaje que en un inicio conocimos en el film de Dragon Ball Z: El poder invencible y que protagonizó una (cuestionable) trilogía. Si bien éste causó un enorme impacto desde su primera aparición y se alzó rápidamente como uno de los guerreros más interesantes en la serie, los fans sintieron que el su enorme potencial fue desaprovechado de diversas maneras, entre ellas por el tratamiento que le dieron en largometrajes posteriores. Toei sabía perfectamente que Broly era un personaje muy popular y uno que, en definitiva, merecía ser retomado para así darle un mejor tratamiento.
La manera en la que se logró limpiar la imagen de Broly es por medio de esta película que ahonda más en la historia del personaje y en la que se corrigen algunos aspectos de su perfil. En ella se nos narra los orígenes del personaje que, a resumidas cuentas, no cambian mucho respecto a lo que se nos mostró en un inicio dentro de su primer film puesto; esto en el sentido de que sigue siendo un saiyajin que fue exiliado desde pequeño al ser considerado como un gran “peligro” para su raza.
En cambio y en donde sí notamos un cambio hacia el personaje es en la manera en la que nos aproximamos a éste. En lugar de ser un poderoso saiyajin que puede volverse loco en cualquier momento por los tremendos e incontrolables poderes que posee, Broly se postra como un guerrero al que se le obligó a convertirse en un peleador desde pequeño, aún y a pesar de su noble personalidad, y como alguien al que todavía le cuesta trabajo controlar su ki.. Esto se va demostrando a lo largo de la película en diversos momentos en los que Broly combate más bajo ordenes directas que por propio instinto y hasta otros en los que parece recuperar la cordura cuando alguien intenta hacerlo entrar en razón.
En definitiva ese fue uno de los más grandes aciertos del film, el hacer de Broly un personaje más humano con un triste pasado que como una feroz máquina de pelea sin raciocinio alguno. Obviamente esto no quiere decir que por momentos no lo veamos como un saiyajin salvaje que lucha como un bárbaro sin conciencia alguna, pero cuando ésto ocurre sabemos que hay motivos más coherentes y convincentes que sustentan su comportamiento que van más allá de la escusa previa de su incontrolable poder.
Todo lo anterior influye directamente por igual en la manera en la que Broly se desenvuelve y relaciona con el resto de los personajes como Gokú, Vegeta, Freezer, Paragus o los debutantes Chilai y Lemo. En lugar de ser considerado como una inmensa amenaza con el potencial de destruir a la Tierra, todos ven a Broly como alguien que es incapaz de dominar sus poderes y que, por consiguiente, merece recibir ayuda y ser tratado como más que un simple guerrero. Esto en definitiva le da un mayor valor a la cinta puesto que hace de las interacciones algo más creíbles, disfrutables y naturales. Atrás quedó el absurdo motivo por el que Broly en verdad odia a Gokú desde bebés y que lo orillan a querer eliminarlo.
Para estas alturas estoy seguro que muchos piensan que, tras ver toda la cantidad de tráilers y adelantos que hubo de la película, ésta ya no cuenta con algún tipo de novedad. Si bien no voy a negar que buena parte de la trama momentos emocionantes ya fueron expuestos en los videos, debo decir que Toei se guardó algunas sorpresas más en la cinta. Ahondar en tales sorpresas sería ya caer en spoilers, por lo que me limitaré a decir que, incluso y sí y a viste todos los tráilers, aún hay varias cosas inesperadas y hasta algunos “plot twist” que te dejarán sorprendido.
Que Broly sea el personaje principal del film no significa que los demás personajes no brillen por momentos. De hecho, creo que puedo decir que el peso que tienen muchos de ellos es el adecuado y balanceado. Empezando por Gokú y Vegeta, ninguno opaca al otro y ambos reciben un tratamiento adecuado, incluso al buen príncipe de los saiyajin que solía ser humillado de diferentes formas en las películas. Freezer por su parte, es un villano pasivo en esta ocasión y adopta más el rol de organizador de las desgracias que como el del principal antagonista, eso sin mencionar que también se nos muestra un poco de ese lado del emperador del universo que hasta ahora era desconocido.
Los personajes nuevos que aparecen en el film, Chilai y Lemo, son quienes más me sorprendieron ya que logran trascender el espectro del rol de soporte (o hasta de bufones que parecía tendrían) para colocarse como personajes de gran peso o enorme influencia, especialmente dentro del desenvolvimiento del propio Broly. En lo que respecta a Paragus, el padre del poderoso saiyajin, su presencia se mantiene casi idéntica a la de su contraparte original de la película de los noventa, pero tiene un mejor tratamiento que lo vuelven trascendente durante la primera parte de la cinta.
En lo que respecta al tono de la película, éste es por igual balanceado y no tiende a caer en un extremo como lo hicieron las películas previas de La batalla de los dioses y La Resurrección de Freezer. Mientras que para muchos la primera cargó un poco la mano a la comedia y la segunda al exceso de combates, Dragon Ball Super: Broly tiene las dosis adecuadas tanto de humor como drama y, obvio, acción. De las tres cintas que abarcan a la serie Super, creo que ésta es la que mejor ritmo narrativa tiene y se dosifica más inteligentemente. Vaya, no todo es peleas sin sentido, chistes simplones (pero simpáticos) o explicaciones extensas.
Algo que en lo personal me fascinó de la cinta es lo ambiciosa que ésta es ya que retomó los conceptos principales de tres películas tan queridas por los fans (El poder invencible, La batalla de Freezer contra el padre de Goku y La fusión de Goku y Vegeta) para así combinarlas en un largometraje original que las une y les da mayor sentido y relación. Puede que algunos fans se molesten de que ésta maneje de distinta manera cosas que hasta ahora se había establecido de otra forma en la serie (como la historia de Bardock y la destrucción del planeta Vegeta a manos de Freezer), pero aún así, resulta imposible ver como todos los elementos se conjugaron para dar pie a una historia más grande y emocionante de lo que fueron las mencionadas cintas.
Pero, ¿qué sería de una película de Dragon Ball sin una increíble animación? Siguiendo la tendencia que de las dos películas previas, Dragon Ball Super: Broly recurre tanto al uso de animación clasica en 2D como en 3Dy CGI. Del lado de la primera, ésta resalta mucho ya que se ve colorida pero con un diseño más simple y animaciones muy detalladas. Por su parte, la animación 3D se uso para el diseño de algunas locaciones (como la Antártida en la que pelean los tres saiyajin) y en los combates principales.
Dragon Ball Super: Broly es todo un deleite visual gracias al inteligente manejo de los dos estilos animados. Mientras que las que son más pacíficas o cargadas de narrativa recurren a la animación en 2D para hacerlas lucir más y a los personajes, los combates, encuentros con explosiones y acción sacan jugo de la tecnología por computadora para así transmitir mejor todo ese caos y destrucción que se deriva de cada ataque y choque. No exagero cuando digo que lo que ves en pantalla te dejara maravillado.
En cuanto a su banda sonora, la música de la cinta es buena y adecuada, pero no sobresaliente. Eso sí, ésta es un poco más memorable de la que escuchamos en los últimos dos films y transmite a la perfección los sentimientos y sensaciones que buscan evocar cada momento y secuencia. Se gustas de las bandas sonoras, puede que la de Dragon Ball Super: Broly cuente con algunas melodías interesantes.
Por último, no se podría terminar este análisis sin hablar del excelente trabajo realizado con el doblaje de la película. Nuevamente el actor y director Eduardo Garza (voz de Kirllin) se sacó una calificación aprobatoria por el tremendo elenco que reunió para la cinta y en la que escuchamos desde voces indispensables como algunas más debutantes y, sobre todo, otras más que regresan para ocasión.
Para sorpresa y beneplácito de todos los fans, Ricardo Brust regresó para reinterpretar al feroz Broly, el cual se sigue escuchando poderoso y hasta inocente pese al paso de los años. Junto a él también retornó Roberto Sen (primera voz de Mr. Stan) en el papel de Paragus, personaje que también interpretó en la cinta debutante de Broly. En verdad fue un deleite escuchar de nueva cuenta las voces de ambos actores y, sobre todo, ver cómo los dos consiguieron reinterpretar a sus personajes de una manera prácticamente fiel a la original y en la que juegan con los matices de si voz.
Otras voces destacables son las de los personajes nuevos como Chilai (Ángelica Villa), Lemo (Oscar Gómez), Gine (Mireya Mendoza), Kikono (Roberto Carrillo) o Beriblue (Rocío Prado). Todos ellos son interpretados por reconocidos actores de voz – algunos con más trayectoria que otros – y su desempeño es sobresaliente. También debe destacarse el retorno de Jose Luis Castañeda, actor que tras varios años de ausencia del medio de doblaje volvió prestar su voz a Nappa, personaje al que interpretó en el anime original. Simplemente asombroso
Sobre las voces de Gokú/Bardock (Mario Castañeda), Vegeta (René García), Freezer (Gerardo Reyero), Bulma (Rocí Garcel), Whis (Arturo Castañeda) o Bills (Jose Luis Orozco), ¿qué les podemos decir? Resulta obvio que todos los actores y actrices están ya acoplados con sus personajes y, por ello, ofrecen actuaciones de calidad. Ninguno de ellos decepciona en lo más mínimo y todas son simplemente espectaculares.
Sé que lo que voy a decir podrá sonar demasiado a cliché, pero me resulta imposible no considerar a Dragon Ball Super: Broly como la mejor película de la franquicia hasta ahora. Esto lo digo por múltiples factores que, en conjunto, la vuelven un enorme festival de fanservice. Ya sea porque ésta rescata y reivindica a un personaje tan popular como Broly, su asombrosa animación, interesante historia que retoma los mejores elementos de tres de las mejores cintas de la serie, su balanceado ritmo narrativo o su más que admirable doblaje, ésta tiene motivos de sobra para no emocionar a los fans de Gokú y compañía.
Obviamente la película no es perfecta y tiene varios fallos que la alejan de ser la mejor cinta de anime. Curiosamente el error más notable de todos es su propia fórmula que vuelve todo más que predecible. Es decir, se trata de una película de Dragon Ball, para estas alturas muchos ya saben que esperar de ésta; o sea, muchos combates, explosiones por doquier, transformaciones al por mayor y momentos por demás choteados.
Pese a lo anterior, la película ofrece algunas sorpresas, mínimas y muy contadas pero todas ellas reconfortantes. éstas, en conjunto a todas sus bondades ya explicadas, la convierten en una cinta que reivindica y le hace justicia a Broly al volverlo canon para todos. Si eres fan de Dragon Ball simplemente la debes ir a ver; créeme que no te va a decepcionar.
Recuerda que Dragon Ball Super: Broly se estrenará este viernes 11 de enero en México y en los próximos días en el varias naciones de Latinoamérica.