Los niños que pasan una hora o menos jugando videojuegos son más felices, sociables y menos hiperactivos que aquellos que no. Dr. Andrew Przybylski, psicólogo experimental, condujo el estudio de la Universidad de Oxford y publicó en Journal of Paediatrics los resultados.
Luego de analizar a 5 mil niños británicos (de 10 a 15 años de edad), concluyó que quienes invierten una pequeña parte de su tiempo en esta actividad recreativa son más sociables y están más satisfechos con sus vidas, tienen menos problemas emocionales y menos hiperactividad.
Los niños que juegan de una a 3 horas al día parecen no tener consecuencias por su hobby, mientras que quienes juegan más de 3 horas al día “pierden la posibilidad de disfrutar otras actividades enriquecedoras y pueden estar expuestos a contenido inapropiado (o diseñado para adultos)” y aunque los efectos negativos son pequeños, “los altos niveles de juego parecen estar relacionaros a los comportamientos poco sociables de los niños en el mundo real.”
Dr. Przybylski opina que la investigación está muy polarizada, que mientras unos creen que pueden aportar un beneficio, otros opinan que son la causa de distintos actos violentos y que, por ello, su investigación dará nuevas luces en la materia (pues relaciona poco tiempo de juego con reacciones positivas ante el mundo real).
Por supuesto, no se trata de creer que los videojuegos son la clave para una vida feliz. Dr. Przybylski opina que hay más factores como las relaciones familiares y la escuela, las cuales tienen una mayor importancia en la vida y reacciones del niño.