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Uno de los momentos más tristes en toda la historia de esta industria fue cuando a inicios de este siglo, Sega anunció que no seguiría compitiendo en el mercado de las consolas, esto claro, luego de un sin fin de terribles decisiones comerciales que pusieron a la compañía en verdaderos aprietos. El impresionante Dreamcast fue la despedida de los padres de Sonic en este mercado, consola que sin duda alguna estaba adelantada a su tiempo y que a pesar de sus pobres ventas, lució un catálogo de juegos sumamente nutrido que a cualquiera le encantará. A continuación te presentamos a los cinco juegos de esta plataforma que ostentan las calificaciones más altas en Metacritic.
Una de las características más importantes y avanzadas del Dreamcast, era que la consola ya venía completamente lista para conectarse al internet. Sí, mucho antes de Xbox Live y compañía, ya existía un sector en el mercado de las consolas que disfrutaba plenamente del gaming online. Debido a lo anterior, la plataforma de Sega lució maravillosos ports de PC como el del adorado Quake III Arena, el cual, para muchos de quienes los probaron en su momento, fue el verdadero primer acercamiento que tuvieron a los FPS multiplayer competitivos. Un verdadero sueño el poder disfrutar de una experiencia así en las salas de nuestras casas.
Podríamos decir que una de las franquicias que más se extrañan de Sega es la de Jet Set Radio, la cual, cuando se estrenó hace ya una buena cantidad de años, nos llevaba a una especie de videojuego del futuro por la forma en la que se comportaba y sobre todo, cómo es que lucía. Jet Grind Radio, por ejemplo, fue una de las primeras producciones de importancia mayor en usar en su totalidad al innovadora técnica del cel shading, la cual, pues simplemente se veía como nada y que incluso, actualmente sigue siendo de mucha relevancia. Si a esto le sumas un estilo sin igual en su dirección de arte, gameplay fuera de la común y claro, excelente música urbana, tienes como resultado uno de esos títulos que no se te olvidan nunca.
El salto gráfico que representó una máquina como el Dreamcast, hacía que nuestros PlayStation y Nintendo 64, parecieran cosa del pasado. Para muestra, lo que 2K estaba haciendo con la franquicia de la NFL antes de que EA se adueñara de ella por completo. Sí, en el Dreamcast sobraban los juegos que eran ideales para mostrar todas sus capacidades gráficas como consola casera de videojuegos, sin embargo, creemos uno de los más impresionantes en este apartado era NFL 2K1, el cual, fue todo un suceso en su momento justamente por la forma tan realista en la que representaba al futbol americano. Un verdadero deleite para el ojo incluso actualmente, pues cuesta trabajo creer que un juego lanzado hace más de 20 años, se pueda ver tan bien.
En medio de todo el fenómeno en el que se estaba convirtiendo en el skating, incluso entre quienes nunca habíamos tocado una patineta, Activision, de la mano de Neversoft, estaba capitalizando con una nueva franquicia apadrinada por el patinador más famoso del mundo. Luego de una excelente primer entrega, Tony Hawk’s Pro Skater 2 tomó por asalto al mundo entero, dejando claro que estábamos frente a un nuevo sub género que había llegado para quedarse. Sí, la mayoría, sobre todo en nuestra región, disfrutaron de este título en el PlayStation original o en el Nintendo 64, pero la realidad fue que la mejor manera de hacerlo se encontraba en el Dreamcast de Sega, consola considerablemente superior en lo técnico.
Luego de haber encontrado un gran éxito en las arcades con lo que fue Soul Edge, Namco determinó que debía de probar suerte en el mercado de las consolas. Debido a las ambiciones de su proyecto, el Dreamcast parecía ser la mejor opción, por lo que se decidió que la consola de Sega sería el hogar para Soul Calibur, juego que tomaba todo el lore de su antecesor, pero que lo expandía en un montón de áreas para presentar una experiencia mucho más robusta justamente pensada para quien lo jugaría en la comodidad de su casa. La construcción del título fue tan bien llevada que terminó dando como resultado a uno de los grandes clásicos del género de peleas y para muchos, una de esas joyas imperdibles de todo el medio.