Desde 1924 se instauró la celebración del día del niño en territorio azteca, fecha que ha brindado grandes alegrías a los pequeños de la casa y evidentemente, la marca Nintendo ha sido un bastión en nuestro país para las ocasiones más importantes.
La gran N goza de un portafolio invaluable de franquicias que han deleitado a diversas generaciones que empezaron disfrutando de los videojuegos desde la infancia hasta la etapa adulta, haciendo imposible olvidar la nostalgia y la magia del entretenimiento.
Nintendo quiso expandir su cartera de personajes a la pantalla grande y ha tenido un éxito desmedido con la película de Super Mario Bros. la cual va camino a superar la barrera de los mil millones de dólares en ingresos a partir de su estreno hace algunas semanas.
El filme del famoso fontanero ya posee el récord con el mejor debut de un fin de semana en la categoría de largometraje animado. Lo más representativo es la rentabilidad de la producción, pues su costo fue de cien millones de dólares, dando cabida a ganancias récord para Nintendo e Illumination Entertainment.
Si bien los expertos de la crítica han mencionado carencias en la película de Super Mario Bros., eso no ha sido impedimento para que la mayoría de las personas que la han visto tenga una opinión favorable al respecto, debido a que la gran N apeló al niño que todos los gamers llevan adentro para suministrar altas dosis de nostalgia y multitud de cameos.
La cinta de Super Mario Bros. también ha servido para que se confirme no sólo una secuela sino los planes de Nintendo Productions con el propósito de realizar futuras adaptaciones de sus icónicas sagas, mismas que tienen material y trama suficientes para narrar un sinfín de aventuras.
Sin duda alguna, las vivencias que ha experimentado cada espectador en este largometraje han sido muy variadas y vívidas, desde la permanencia en un auto cinema, en tercera dimensión e IMAX, además de las salas tradicionales del cine alrededor de toda la República Mexicana.
Apasionante también ha sido para un público multicultural conformado por parejas de enamorados, padres de familia, videojugadores de corazón, amistades longevas y por supuesto, los infantes del hogar. Esa es la esencia de Nintendo, recordarnos día a día, que todos seguimos siendo niños.